Ejemplos con yanqui

Exhortó a los mexicanos que se encontraban en Estados Unidos a regresar a su país para no seguir siendo víctimas de la discriminación yanqui.

Arbenz y su comandante principal no temían el ejército rebelde pero estaban preocupados de que si eran aplastados darían un pretexto para una intervención abierta militar yanqui, como en otros países.

El estilo de White es definido como el estereotipo del Yanqui: torcido, reticente, reflexivo y culto.

Para abrir a los pueblos latinoamericanos el camino de la victoria en la senda emprendida por la gloriosa Revolución Cubana, frente a un enemigo bárbaro, el imperialismo yanqui, y ante la actividad diversionista del populismo y del reformismo.

El lugar se destaca por haber sido donde se escribieron las principales obras del autor, incluidas La edad dorada, Las aventuras de Tom Sawyer, El príncipe y el mendigo, Vida en el Mississippi, Las aventuras de Huckleberry Finn, Un vagabundo en el extranjero y Un yanqui en la corte del Rey Arturo.

Por eso y para hacer mejores negocios, Scarlett se hace amiga de los oficiales del Ejército yanqui y de las mujeres de éstos, y los convierte en sus clientes, a pesar del escándalo que su conducta desata en la ciudad, especialmente entre sus viejos conocidos.

: aludiendo a la crisis, el ex presidente Fidel Castro afirmó que se escuchan con fuerza en América del Sur las trompetas de la guerra, en razón de lo que calificó como planes genocidas del imperio yanqui.

Participó en el sitio de la capital al año siguiente, cuando la flota federal fue vendida por su comandante, el yanqui John Coe, fue tomado prisionero.

Este fue un intento diplomático de Roosevelt para revertir la percepción de Imperialismo Yanqui, sembrada por las políticas instauradas por su predecesor, Theodore Roosevelt.

En el primer juego en el stadio Yanqui, Babe Ruth conectó un jonrón que atrajo más poder para el pagó del estadio, y del cual viene su apodo La Casa que Babe Ruth construyó.

Las notas del álbum se refieren a Yanqui como a una corporación multinacional oligárquica, mientras que U.

Y si tuvo que enfrentarse al hambre, a la represión, a la cárcel, al exilio, a la traición, jamás fue humillado por el imperialismo yanqui.

Después de su excarcelación el imperialismo yanqui lo mantiene desterrado en Nueva York pues no se le permite cambiar de domicilio ni mucho menos regresar a Puerto Rico.

Esto implicó una serie de medidas de rechazo a la penetración cultural yanqui en la que el rock se vio directamente afectado, ya que se consideraba un medio de alienación juvenil.

Yo mismo, queridos amigos, quisiera saber si ustedes, por ser más viejos en la tierra yanqui, están enterados de a qué personaje hay que dirigirse en Wáshington para dicho asunto.

¡Ah! , repite un yanqui de pecho abultado, como palomo buchón, que tiene voz de barítono y está adoctrinándose en el , con miras económicas, por ver de ganar tanto como Caruso.

Cuando no se sabe qué decir de un enemigo político, o cuando se recibe el encargo de insultar a alguien que ha pintado el país tal como es, se emplea siempre la misma injuria: Vendido al pérfido oro yanqui.

Cuando Apolonio vió el primer par de calzado yanqui, exclamó: Esta es invención de salvajes.

Creo que la yanqui va a venir , decía con indiferencia.

No sabía con certeza si era él o su amigo el yanqui el autor de la invitación, pero ésta había interpretado los deseos de Maud, que pareció transformarse al tomar asiento en un diván del café.

La han invitado sus compatriotas, esa yanqui fea que canta, y su marido, el de la chaqueta de Aquí se invitan unos a otros, como si la comida fuese distinta.

No hay peligro, Maltrana Me vuelvo con la yanqui.

Parece que se aburre al lado de tantos papelotes, y creo que mejor preferiría encontrarse al lado de usted charlando como la yanqui.

Y la yanqui parece una niña con ese casquete gracioso de paje veneciano.

¡Mire usted a nuestra vecina la yanqui! Una real moza: tal vez la más elegante de todas.

Es la yanqui, la señora que come cerca de nuestra mesamurmuró Isidro.

A todas horas destapan champaña en el fumadero, piden la caja de cigarros, y meten la mano para abarcar muchos de una vez, cantan a gritos y son el tormento de los músicos, pues siempre están exigiendo que toquen: Viene también sola una dama yanqui, alta, buena moza.

Su alma sensible y delicada sufría con las asperezas del alma yanqui, y nunca pudo fundirse en los moldes de ambición en que esta está vaciada.

De seguro que las habrá él anunciado en la Presidencia al terminar su discurso, como aquel yanqui que terminó su sermón: Ya os he demostrado, mis buenos hermanos, que sólo por la virtud se gana el cielo.

Aquella noche llegó María Valdivieso muy animada, cerca ya de las nueve Era preciso, indispensable y urgentísimo que Currita se viniese con ella al Circo del Príncipe Alfonso Miss Jesup, una monísima hija de un general yanqui.