Ejemplos con vaquilla

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por último, se manifiesta como una vaquilla a la cabeza de la estampida, pero Cú Chulainn le rompe una pierna, nuevamente, de una pedrada.
Su biografía, titulada El Vaquilla.
El personaje de El Vaquilla es el protagonista de las películas Perros callejeros de José Antonio de la Loma, Yo, El Vaquilla o Los últimos golpes del Torete, filmes que se engloban en el llamado cine quinqui.
El Vaquilla igualmente se convirtió en un icono de la lucha anticarcelaria y de la incapacidad del Sistema de promover una igualdad de condiciones real entre las personas.
Tan lejos llegó a la fama, el apodo de Vaquilla que ha llegado a ser un término habitual en España para definir a personas de similares características, con orígenes muy problemáticos y difícilmente rehabilitables.
Su apodo de Vaquilla se debe a un atribuido rasgo de personalidad, según el cual Moreno Cuenca embestía a pecho descubierto ante la menor provocación, sin pensar en las consecuencias.
Luego, en los setenta, el director José Antonio de la Loma será el verdadero impulsor del género, basándose en la vida del Vaquilla, el famoso delincuente juvenil de mediados de los setenta, y utilizando actores no profesionales provenientes del mundo que quería reflejar.
Durante los carnavales se celebra la fiesta de la vaquilla rito ancestral en el que se representa, simbólicamente, a una vaca con armazón de varas y cuernos, adornada con pañuelos multicolores, que portan corriendo los jóvenes del pueblo.
Es en los carnavales, se viste una vaquilla, la mañana de sábado y se la obliga a correr toda la tarde.
Actualmente los actos que se celebran son: Vaca del aguardiente, vaquilla de la sangría, encierros por diversas calles de la localidad y la tradicional vaca enmaromada, llamada así porque lleva una maroma atada a los cuernos, para el mejor control de la misma por los mozos.
Los quintos son los principales protagonistas, en la que disfrazados con gran colorido y portando un caldero repleto de alimentos, junto con una vaquilla manufacturada en madera y heno y posteriormente forrada en seda, inician la ceremonia al grito de ``¡Han matado a la vaquilla! , repartiendo entre las gentes los alimentos y tirando pelusa con gran algarabía.
Se celebra un partido de fútbol donde la protagonista es una vaquilla que corre suelta por el campo y donde los jugadores tienen que estar atentos al balón y la vaquilla.
En esta fiesta se celebra una misa en honor a la virgen de las Candelas, y, hace años se sacaba una vaquilla por las calles del pueblo, pero se dejó de hacer por los requisitos necesarios actualmente para este tipo de festejos.
Varios soldados republicanos deciden infiltrarse en territorio enemigo para raptar a la vaquilla, en un intento por conseguir comida y terminar con la fiesta del enemigo.
Es muy divertido pero algo peligroso ya que ponen sangría en el centro de la plaza y el correr algo borracho junto a una vaquilla puede costarte algún revolcón.
Traen una plaza donde se pueden ver corridas de toros y el último día los jóvenes recortan a una vaquilla.
Fiesta de la Vaquilla, en honor a San Sebastián.
¡Comió la avena! ¡El hombre viene! ¡Viene el hombre!lanzó la vaquilla locuaz.
Entretanto, la vaquilla locuaz había pretendido pasar los cuernos entre los hilos, y una vibración aguda, seguida de un seco golpe en los cuernos dejó en suspenso a los caballos.
Yo sé que andan por Madrid emisarios del Emperador que nos hacen la mamola a cencerros tapados para que le rindamos pleito-homenaje y transijamos con él, requisito indispensable para tratarnos a maravilla, por lo cual opino que tan bien se sirve con Pedro como con Juan, y adelante con los faroles, porque si tienes hogazas no pidas tortas, y si te dan la vaquilla acude con la soguilla, que como dijo el otro, mano que da mendrugo, buena es aunque sea de turco.
Yo, señor Sansón, no pienso granjear fama de valiente, sino del mejor y más leal escudero que jamás sirvió a caballero andante, y si mi señor don Quijote, obligado de mis muchos y buenos servicios, quisiere darme alguna ínsula de las muchas que su merced dice que se ha de topar por ahí, recibiré mucha merced en ello, y cuando no me la diere, nacido soy, y no ha de vivir el hombre en hoto de otro sino de Dios, y más, que tan bien, y aun quizá mejor, me sabrá el pan desgobernado que siendo gobernador, y ¿sé yo por ventura si en esos gobiernos me tiene aparejada el diablo alguna zancadilla donde tropiece y caiga y me haga las muelas? Sancho nací, y Sancho pienso morir, pero si con todo esto, de buenas a buenas, sin mucha solicitud y sin mucho riesgo, me deparase el cielo alguna ínsula, o otra cosa semejante, no soy tan necio que la desechase, que también se dice: Cuando te dieren la vaquilla, corre con la soguilla, y Cuando viene el bien, mételo en tu casa.
Verdad es que si tal vez me sucede que me den la vaquilla, corro con la soguilla, quiero decir que como lo que me dan, y uso de los tiempos como los hallo, y quienquiera que hubiere dicho que yo soy comedor aventajado y no limpio, téngase por dicho que no acierta, y de otra manera dijera esto si no mirara a las barbas honradas que están a la mesa.
Y todas estas venturas, y aun mayores, me las tiene profetizadas mi buen Sancho, y verás tú, hija, cómo no para hasta hacerme condesa: que todo es comenzar a ser venturosas, y, como yo he oído decir muchas veces a tu buen padre, que así como lo es tuyo lo es de los refranes, cuando te dieren la vaquilla, corre con soguilla: cuando te dieren un gobierno, cógele, cuando te dieren un condado, agárrale, y cuando te hicieren tus, tus, con alguna buena dádiva, envásala.
Y ¿qué dirán mis insulanos cuando sepan que su gobernador se anda paseando por los vientos? Y otra cosa más: que habiendo tres mil y tantas leguas de aquí a Candaya, si el caballo se cansa o el gigante se enoja, tardaremos en dar la vuelta media docena de años, y ya ni habrá ínsula ni ínsulos en el mundo que me conozan, y, pues se dice comúnmente que en la tardanza va el peligro, y que cuando te dieren la vaquilla acudas con la soguilla, perdónenme las barbas destas señoras, que bien se está San Pedro en Roma, quiero decir que bien me estoy en esta casa, donde tanta merced se me hace y de cuyo dueño tan gran bien espero como es verme gobernador.
Aquellos mis pastores andaban a buscar una vaquilla que se les había perdido, y habiendo atravesado y andado por muchas partes, acaso encontraron con nosotros, y luego como me conocieron tomáronme por el cabestro y comenzáronme a llevar, pero aquel otro resistía con mucha osadía, llamando ayuda y protestando la fe de los hombres y del señorío que tenía en mí, diciendo: «¿Por qué me robáis lo mío?, ¿por qué me salteáis?».
Demos la soguilla para sacar la vaquilla, que dice el refrán.
y puesto que nos dan la vaquilla, corramos con la soguilla, ¡caray!.

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