Ejemplos con valedores

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La importancia de los puertos y la demanda de la pesca procedente de los puertos onubenses llega al extremo de que, ciertas especies, se desembarcan aquí sólo por el valor añadido que genera la obtención de la denominación de origen, como es el caso de la gamba blanca de Huelva, de la que Isla Cristina y Punta Umbría son sus mayores valedores.
Además, Esteban tomó una serie de decisiones poco acertadas, que provocaron resentimientos en algunos de sus valedores iniciales.
Además, fue responsable de la presentación en Viena de Bruckner, de quien era uno de sus principales valedores.
Fue uno de los principales valedores del fichaje de Luiz Felipe Scolari para dirigir Brasil, con quien también conserva una profunda amistad.
su difundido estudio constituyó en su momento uno de los principales valedores para la aceptación y generalización de la práctica de la fisioterapia en el campo de la ortopedia en el mundo occidental.
Incluso Kenneth Tynan, uno de los valedores que había tenido Esperando a Godot, afirmó que Los días felices era una metáfora extendida más allá de sus posibilidades , sin embargo, admitió el gran poder de sugestión del autor, animando a sus lectores a que acudieran a la representación.
Se formó bajo la corriente del manierismo dominante en la época, del que Hendrick Goltzius era uno de sus principales valedores.
Esta iniciativa fue criticada desde la Comisión Europea, , y los gobiernos de países como España e Italia, principales valedores del Proceso de Barcelona, pero también Alemania y otros miembros de la Unión Europea no ribereños.
En España tiene como uno de sus más destacados valedores a Enrique Vila-Matas que lo ha señalado como la revelación más original de la literatura portuguesa.
Los valedores a quienes acudí fueron Llano y Persi, amigo de Sagasta, y Ramos Calderón, íntimo de Rivero y de Martos.
Pero sea lo que fuere, yo me veo sin hermana y sin honra, puesto que todo esto hasta agora, por mi parte lo tengo puesto debajo de la llave del silencio, y no he querido contar a nadie este agravio, hasta ver si le puedo remediar y satisfacer en alguna manera, que las infamias mejor es que se presuman y sospechen, que no que se sepan de cierto y distintamente, que entre el sí y el no de la duda, cada uno puede inclinarse a la parte que mas quisiere, y cada una tendrá sus valedores.
Una muestra y señal desa verdad que dices, nos dan algunos hombrecillos que a la sombra de sus amos se atreven a ser insolentes, y si acaso la muerte o otro accidente de fortuna derriba el árbol donde se arriman, luego se descubre y manifiesta su poco valor, porque en efecto no son de mas quilates sus prendas que los que les dan sus dueños y valedores: la virtud y el buen entendimiento siempre es una, y siempre es uno, desnudo o vestido, solo o acompañado no ha menester apoyos ni necesita de amparos, por sí solo vale, sin que las grandes dichas le ensoberbezcan, ni las adversidades les desanimen, bien es verdad que puede padecer acerca de la estimacion de las gentes, mas no en la realidad verdadera de lo que merece y vale.
La esposa no dio muestras de pesarle de la burla, antes, oyendo decir que aquel casamiento, por haber sido engañoso, no había de ser valedero, dijo que ella le confirmaba de nuevo, de lo cual coligieron todos que de consentimiento y sabiduría de los dos se había trazado aquel caso, de lo que quedó Camacho y sus valedores tan corridos que remitieron su venganza a las manos, y, desenvainando muchas espadas, arremetieron a Basilio, en cuyo favor en un instante se desenvainaron casi otras tantas.
Llegó el Interés con las figuras de su valía, y, echándola una gran cadena de oro al cuello, mostraron prenderla, rendirla y cautivarla, lo cual visto por el Amor y sus valedores, hicieron ademán de quitársela, y todas las demostraciones que hacían eran al son de los tamborinos, bailando y danzando concertadamente.
Este llevó su queja por todas partes sin encontrar valedores, porque el mestizo se defendía exhibiendo títulos en los que, según hemos dicho, sólo él resultaba propietario.
Con grafios, con guizgios, galeas valedores,.
o que te convenga cosa mejor que la que poseas, y entonces, ¡caray! bueno es tener valedores.
Convocó sus valedores, halló.
Pero si en Marineda se ignoraba la presencia de tales elementos, se murmuraba en voz baja que en El Ferrol funcionaba una «gavilla» seria y organizada, y formaban parte de ella personalidades cuyos nombres se susurraban, sin decirse claramente: ¡tal asombro y escándalo envolvía la directa acusación! ¡Escribanos, comerciantes renombrados por su probidad, hasta oidores de la Audiencia!, figuraban entre los encubridores secretos y entre los valedores y directores de aquella asociación criminal, cuyos golpes de mano eran siempre contra pazos, donde se guardaban tesoros en buenas onzas peluconas de los últimos tres reinados, y contra conductas del correo que llevaban valores, en fin, para recoger botín cuantioso, nunca para pringarse en hurtos mezquinos.
Estos valedores son rara vez desinteresados, y por regla general la engañan y la explotan, sin que pueda evitarlo, sin que lo intente siquiera, porque ella es la primera convencida de su inferioridad.
Pancho Sales, que tal era el nombre de éste, no encontró valedores, y fue condenado a morir en la horca en compañía de los cuatro bandidos.
En dos o tres ocasiones estuvo en la cárcel por pendenciera, pero, contando con valedores de alta influencia, lograba siempre su libertad tras pocos días de encierro.
Los valedores de los hombres como mi padre, habían pasado para no volver, al decir de amigos y enemigos, al paso que los Garcías, como gentes activas en el nuevo curso de ideas y de sucesos en que iba entrando la sociedad más que deprisa, tenían, en primer lugar, a los Calderetas de la villa no lejana, familia en quien venía vinculándose la representación casi oficial, y sin casi omnímoda, de los altos poderes de «arriba» para cuanto en aquellas comarcas circundantes hubiera que cortar y que rajar, lo mismo en el orden político que en el administrativo, y aun sospecho que en el judicial, en bien del Estado, se entiende, y con la mejor de las intenciones, siendo muy de tenerse en cuenta que en la tal familia había ramas de todos colores, y hombres, por lo tanto, para todos los apuros, de modo que los Calderetas siempre estaban en candelero, y, por consiguiente, los Garcías de mi lugar, ¿Cómo demonios había de conseguir yo arrancar a éstos una administración que conservaban ellos tanto por cuestión de honra como por razón de provecho? Por eso dije antes que aunque la tal administración tentaba mucho a mi padre, la consideraba tan difícil de alcanzar como acertar un terno seco a la lotería primitiva, no obstante la intimidad de mi cuñado el procurador con el juez del partido, la de éste con el regente de la Audiencia del territorio, el parentesco del regente con el marqués del Perejil.
Hallándose allí reunidos los más nobles y bizarros valedores de los fueros nacionales, aquella protesta se formuló en nombre de sus santísimos principios y por manera enérgica, es decir, por medio de golpes de bastón sobre las sillas, y por el más elocuente aún del insulto y del chillido.
«La Verdad» en familia, la verdad entre amigos, la verdad envilecida por el montón anónimo o vulgarizada por la muchedumbre en cuadrilla grande, como si necesitara de muchos valedores juntos para ser creída, no levantará jamás rumores de indignación ni de protesta.
En todo amor hay abnegación de misticismo, sea el misticismo divinal o diabólico, porque, desposeyéndose de su voluntad y su ser propio el amante, se transporta al objeto de su amor, renace en él y participa de él: «vive en su cuerpo», según el enérgico decir de Eurípides, y si el objeto es ruin o ha menester, para el término que se propone, los oficios de la ruindad, ruin hará al amador, y le hará noble y grande si por afinidad busca estas alturas, o si para el destino a que, de su natural, gravita, requiere como valedores nobleza y grandeza.
Cesó de hablar de su malogrado rey, e interpretándose su silencio como prueba de hallarse convencido de la muerte de don Sebastián, lograron sus valedores, no sin trabajo, que se le pusiera en libertad y se le agraciase con el vicariato de Santa María, destino, a la verdad, poco preferible siempre a un encierro.
Agustín Guillermo Tincope de Quisurucu, de cómo el cura Gutiérrez había encontrado en el nuevo gobierno valedores que echaran tierra sobre el envenenamiento.
-Ya, pero usted no considera que para lanzarse a esas aventuras, para dar los primeros pasos, para proveerse, digámoslo así, de las indispensables armas, no todos cuentan con los recursos necesarios, a falta de valedores de generosos.
Verdad que la tal pregunta fue originada por una insinuación, no del todo pertinente, de mi padre, sobre la corrupción de los tiempos y los peligros de la juventud ociosa en los pueblos, por falta de medios o valedores.

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