Ejemplos con vago

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Esta fué su gran cuestión durante algunos días, desde el en que palpó la necesidad de formalizar su antes vago propósito.
Sé únicamente que al autor le agrada más que otro alguno, y en verdad que puede andar orgulloso quien ha logrado dar forma artística y, en mi entender, imperecedera, al vago sentimiento de esta nuestra raza septentrional, que con rebosar de poesía, no había encontrado hasta estos últimos tiempos su poeta.
Cuando abrió los párpados, la sombra de sus sienes era más marcada, y su mirar vago, como de persona que vuelve en sí de un síncope.
De repente, y al desembocar de un pequeño cañón que formaban dos colinas, el pueblecillo se apareció a nuestra vista, como una faja de rojas estrellas en medio de la obscuridad, y el viento de invierno pareció suavizarse para traernos en sus alas el vago aroma de los huertos, el rumor de las gentes y el simpático ladrido de los perros, ladrido que siempre escucha el caminante durante la noche con intensa alegría.
Los dos amigos salieron al claustro, guiados en la penumbra de las naves por el vago resplandor de las vidrieras.
De él debía proceder un vago roce que creyó percibir en los inmediatos campos semejante al de una gran culebra arrastrándose por los surcos, por él ladraban todos los perros de la huerta con desesperados aullidos.
Batiste le miraba con asombro y al mismo tiempo sentía un vago deseo de irse.
Por una parte cierto orgullo, cuando volvía a creer que ella le había infundido una pasión homicida, y luego el horror que le causaba dicho orgullo, por otra parte la confusa sospecha y el vago remordimiento de que ella por instinto abominable, aunque sin reflexión, había provocado y hecho nacer aquel extravío en alma antes tan tranquila y dichosa, y por último la duda de que todo fuese sueño de su vanidad.
Pero, bien lo sabes tú: yo te he buscado en el centro del alma, y, si por dicha te hallé, fue sólo entre tinieblas, vago, indeterminado, confuso.
Me dieron ganas de morir, un deseo vago y dulce de morir, que entonces, como ahora, surge en mi corazón, no solamente en momentos de angustia, sino también cuando me considero feliz: grata inclinación al suicidio, en la cual no he parado mientes hasta después de cumplir los treinta años, y, que,como digo para mí, riendo tristemente,es la nota trágica de mi carácter, de este carácter mío, llevadero, resignado, benévolo y complaciente.
A pesar del estado de mi ánimo y del abatimiento de mi espíritu, cuando tejía con ella la red de viva plática, recobraba yo mi buen humor de otro tiempo, y me volvía alegre y jovial, y me olvidaba de esas enervantes melancolías que han sido, y acaso todavía lo son, nota sombría de mi carácter, de este carácter mío soñador y lánguido, dado a la pereza y al fantaseo, al delirio vago y a la meditación sin objeto.
Del vago albor que clareaba en las cimas orientales, de las suaves tintas glaucas que todo lo invadían, brotaron lentamente, primero indecisos e indefinibles, luego distintos y bien perfilados, celajes y nubecillas de color de violeta, a través de las cuales vimos que desaparecían las estrellas entre ráfagas de fuego.
Brilló en el río la última ráfaga de luz, la verdosa claridad del aire se tornó en un vago reflejo de color de violeta, ennegrecióse el valle, y llegó la noche.
Tengo dentro de mí el espíritu del mal y apenas me queda un recuerdo vago de aquel estado de virtud en que me hallaba.
Creyó ver a Segunda y oírla hablar con Encarnación, pero hablaban a la carrera, como seres endemoniados, pasando y perdiéndose en un término vago que caía hacia la mano derecha.
Sólo en muy contados momentos lúcidos se revelaba en él un recuerdo vago de lo que había sido.
Tenía un presentimiento vago de no volverla a ver, no porque ella se muriese, sino porque dentro del convento y contagiada de la piedad de las monjas, podía chiflarse demasiado con las cosas divinas y enamorarse de la vida espiritual hasta el punto de no querer ya marido de carne y hueso, sino a Jesucristo, que es el esposo que a las monjas de verdadera santidad les hace tilín.
¿Y qué pruebas hay de que sea tal hijo? ¿No será que te han querido estafar? ¿Y crees tú que se parece realmente? ¿No será ilusión tuya? Porque todo eso es muy vago Esos hallazgos de hijos parecen cosa de novela.
Los sentimientos que desataban aquel raudal de lágrimas no eran únicamente los producidos por la situación del momento, eran algo antiguo y profundo, sedimentado en su alma, su tradicional desgracia, el despecho combinado con un vago deseo de ser buena, sin poderlo conseguir Cuidado que esto es de lo que se dice y no se cree.
El aire, oxigenado y regenerador, penetraba en los pulmones de Julián, que sintió disiparse inmediatamente parte del vago terror que le infundía la gran casa solariega y lo que de sus moradores había visto.

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