Ejemplos con vaga

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cerraban la marcha los padres de las muchachas, envejecidos antes de tiempo por las fatigas y sobriedades de la vida del campo, pobres bestias de la tierra, sumisas, resignadas, negras de piel, con los miembros secos como sarmientos, y que en la modorra de su mente recordaban cual una vaga y remota primavera los años del.
Odiaba al , sentía como una vaga ofensa inferida a su persona al ver el terror que inspiraba a todos.
Y con la vaga sonrisa distraída de las gentes meditabundas, y en el propio tono confidencial:.
Tener hijasconcluyó el jesuita con su vaga sonrisa, adelantando el belfo labio, en mueca de benévolo desdén.
¿Cuál?interrogó la niña curiosamente, mirando, a la vaga luz de los astros, el rostro descolorido de Artegui.
Los ojos inyectados del marido recorrieron la estancia, hasta tropezar con el cadáver, que conservaba ante aquella escena su vaga sonrisa fúnebre.
A pesar de la vaga esperanza de un porrón de vino extraordinario que animaba a los más de los oyentes, un murmullo de incredulidad surgía al final del relato.
A fin de refrescar un poco el interior, corrió Artegui las cortinillas todas ante los bajos vidrios, y una luz vaga y misteriosa, azulada, un sereno ambiente, formaban allí, algo de gruta submarina, añadiendo a la ilusión el ruido del tren, no muy distinto del mugir del Océano.
Apoderábanse de ella somnolencias tenaces, largas, modorras profundas, en que todo su organismo, sumido en atonía vaga, remedaba y presentía el descanso final de la tumba.
Su compañera pasaba adelante, con la mirada vaga, queriendo ignorar su presencia.
Además, sobre su imaginación de mujer ejercía cierto encanto el misterioso pasado de Gabriel, su altivez silenciosa, la vaga fama de sus aventuras y aquella sonrisa un tanto compasiva y desdeñosa con que escuchaba a las gentes del claustro alto.
Lo recordaba como una vaga sombra atravesando su amorosa embriaguez, cuando pasó unos cuantos días en la catedral, antes de establecerse en Barcelona, asombrándolos a todos con las relaciones de sus viajes y sus costumbres de extranjero.
El viejo aún estuvo más de una hora en la taberna, hablando a solas, advirtiendo que la cabeza se le iba, hasta que, molestado por la dura mirada de los dueños, que adivinaban su estado, sintió una vaga impresión de vergüenza y salió sin saludar, andando con paso inseguro.
Mientras tanto, Currita, con la vaga mirada fija en el espacio, como era siempre su extraña costumbre mientras hablaba, no los perdía de vista, trazando al sino tiempo su itinerario.
Cuando acabó de leer estaba pálido, y la vaga y temerosa mirada que arrojó en torno expresaba la desconfianza, el temor que hace creer a todo criminal, aun en medio de un desierto, que le miran y le acechan ojos escrutadores.
El niño volvió entonces al público los cándidos ojos, con esa mirada vaga de la inocencia que parece investigar siempre algo ignorado, y prosiguió con tristeza que conmovía y sencillez que llegaba al alma:.
Las torcidas líneas de su plan comenzaron al punto a enderezarse, y una idea germinó al fin en su mente, vaga todavía e indecisa, pero visible ya, como el capullo del gusano de seda a través de su sedosa borra.
Aquellos, grandes, azules, de mirada vaga, un poco alta, como lo es en medio del dolor la mirada de la esperanza, esta, pálida, caída por los extremos, con esa curvatura que indica el sufrimiento habitual y es el primer signo que estampa la agonía en los enfermos desahuciados y en los condenados a muerte.
El recuerdo lejano y confuso de la alta sociedad madrileña, que doña Luz no había hecho sino entrever hacía más de doce años, la idea vaga de un medio más culto y más aristocrático, las formas y el ser soñados de damas y galanes, sus usos, discreteos, aventuras y amoríos, tales cuales ella los había fantaseado o columbrado, sin llegarlos a ver ni a gozar, obligada, en la aurora de su vida, a retirarse a un pueblo pequeño, todo acudió de súbito a la mente de doña Luz, al mirar a D.
Y la linda costurera, con su aire grave de mujer formal, con la misma expresión vaga y soñolienta que si hablase de amor, marcaba punto por punto el programa de su vida futura.
es, y hasta casi seguro, pues cosas más raras se ven todos los días en España, que algunos de los pacíficos labradores a quienes especialísimamente va dedicado este artículo, tengan así como una vaga idea de que yo existo en el mundo, por haber llegado a la envidiable soledad de sus casas de campo tal o cual periódico madrileño o de provincias en que se me citara, probablemente para censurarme, como teólogo, como poeta, como soldado, como periodista, como diputado a Cortes, o como cualquiera de las demás cosas que he sido consecutiva y áun simultáneamente, por falta de mérito bastante para ser una sola.
En su espíritu soñador existía la vaga creencia de que aquellos seguimientos entrañaban una comunicación misteriosa, quizás magnética.
Al despertar, en ese momento en que los juicios de la realidad se confunden con las imágenes mentirosas del sueño y hay en el cerebro un crepúsculo, una discusión vaga entre lo que es verdad y lo que no lo es, el engaño persistía un rato, y Maximiliano hacía por retenerlo, volviendo a cerrar los ojos y atrayendo las imágenes que se dispersaban.
Estaba sentada a lo moro, con los brazos caídos, la cabeza derecha, más napoleónica que nunca, la vista fija enfrente de sí con dispersión vaga más bien de persona soñadora que meditabunda.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba