Ejemplos con tranquilizadora

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La ideología interpreta y justifica los actos personales o colectivos de los grupos o clases sociales, a cuyos intereses sirve, y explica la realidad de una forma asumible y tranquilizadora para que pueda mantenerse la interpretación o justificación previa tal como estaba en el imaginario individual y colectivo, independientemente de la circunstancia real.
Es una interpretación válida, pero también debe señalarse que existe dentro de esta una edificante y tranquilizadora melodía e interpretación.
Algunos me injuriaron, en otros advertí una hostilidad nada tranquilizadora.
Sin otra forma de expresión que una sonrisa tranquilizadora, cogiome de la mano y me llevó a su habitación, que era baja, obscura.
A mi recelo de que en aquel refugio nos alcanzase la persecución del celoso don Juan, opuso Donata esta afirmación tranquilizadora: No temas,.
No fue para Ibero muy tranquilizadora la esquela de la mayorazga, y aunque de pronto no dio a conocer sus nuevas inquietudes, cuando iban de camino hacia Cenicero, ya en pleno día, extremó los reparos y cavilaciones: Hablando ingenuamente, después de la cartita veo menos claro que antes.
Basta que yo lo diga -afirmó Calpena, parando el caballo al frente de los suyos, en actitud no muy tranquilizadora.
Doña Marta y Doña Rita acogieron a los dos mozos con recelo, sobre todo a Calpena, cuya traza no era en verdad muy tranquilizadora.
Cierto que la cara de la revolución le asusta a él, , pero la de Carlos V, que también trae mueca revolucionaria, y de las más feas, no es muy tranquilizadora.
La vega tenía el aspecto de siempre, pero a él le parecía más hermosa, más tranquilizadora , como un rostro ceñudo que se desarruga y sonríe.
Púsose después a peinar las largas lanas de Bruin, el oso de Noruega, su mudo compañero, y en esta operación se hallaba, cuando un tropel de gente sospechosa invadió de repente la casa, en actitud nada tranquilizadora.
Calpena contestó a la intimación que no podía dar la pareja porque no era suya, que daría, en todo caso, una cantidad por peaje, siempre que no se les molestara más, y se retirara la que a corta distancia permanecía arma al brazo, en actitud no muy tranquilizadora.
Dejé abajo el fusil, y subí sin tardanza, anhelando saber de Siseta y de la señorita, y a las dos me las encontré en la sala en actitud no muy tranquilizadora.
Basilio le parecía esto incompatible con las luces del siglo, y lo mismo creía doña Lupe, pero se guardó muy bien de detener a su sobrino por la ojeriza que le tenía, y Juan Pablo se fue, quedando en la mesa los comensales en la tranquilizadora cifra de doce.
Yo mostraba al que parecía jefe mis papeles, cuando observé que uno de los hombres allí presentes miraba a mi compañero de viaje con expresión poco tranquilizadora.
Cruzaban la calle gentes del pueblo en actitud poco tranquilizadora.
Así, cuando hablaba en público, era una delicia escucharle, porque se hubiera dicho que su oratoria era musical, persuasiva y tranquilizadora como una caricia.
Carmen lo animó, acercándosele y haciéndole una seña tranquilizadora.
El togado le tendió la diestra, y poniéndole la siniestra en el hombro derecho, con tranquilizadora familiaridad le dijo:.
Pero yo di entonces comienzo a un discurso que escuchó en un principio absorta, procurando entender lo que yo quería decirla, y después con instintiva inquietud que iba creciendo de una manera poco tranquilizadora.
No fue para Ibero muy tranquilizadora la esquela de la mayorazga, y aunque de pronto no dio a conocer sus nuevas inquietudes, cuando iban de camino hacia Cenicero, ya en pleno día, extremó los reparos y cavilaciones: «Hablando ingenuamente, después de la cartita veo menos claro que antes.
Basta que yo lo diga -afirmó Calpena, parando el caballo al frente de los suyos, en actitud no muy tranquilizadora.
Doña Marta y Doña Rita acogieron a los dos mozos con recelo, sobre todo a Calpena, cuya traza no era en verdad muy tranquilizadora.
Contemplaba, no sin cierto orgullo, el conjunto de sus riquezas: en el desplayado que formaba patio al rancho, se erguía una troje, granero de pobre, improvisado con seis álamos, alambre y chala, pero relleno hasta el tope de su tranquilizadora opulencia de largas y gruesas espigas de maíz, doradas como sueños de fortuna.
En esta actitud poco tranquilizadora esperó que se acercara la galera, y cuando ésta estuvo a pocas varas, se puso en medio del camino diciéndole al mayoral:.
Carlos, por su parte, no pudo disimular el dolor que le causó la tan temprana visita de su hermano, cuyo aspecto sombrío no revelaba ninguna noticia tranquilizadora.
Yo mismo cogí el farol que estaba encendido desde mucho antes por un lujo de precauciones tomadas a falta de cosa mejor y más tranquilizadora en que ocuparme, y bajé de tres en tres los peldaños de la escalera, llegué al portón al mismo tiempo que se repetían en él los garrotazos, y con mano torpe y acelerada solté el barrote que le aseguraba por dentro, destranqué y abrí.

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