Ejemplos con tirria

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Tu madre es un escándalo público, tu pareja está harta de que sólo pienses en tu carrera y otro candidato te tiene tirria.
Es una gaita esto de no saber escribir ¡Hostia!, si yo supiera Créalo: ese es el por qué de la tirria que me tiene Pi.
Los demás aprendices, envidiosos de aquel compañero de quien se hacía más caso que de ellos, comenzaron a tomarle tirria y jugarle malas pasadas.
Claro, me tiene tirria, ¿pues qué es él más que un servilón de los de Santa Cruz? Con todo, pienso decirle algo, porque en último caso, con dejarle el cuarto hemos concluido.
¿Pero todavía le tienes tirria? ¡Ay, qué mala eres! Perdónala, que bien lo merece.
Aquella noche estaba Papitos de muy mal temple por la soba que se había llevado, y le tenía mucha tirria al señorito porque no se puso de su parte en la contienda, como otras veces.
¡Pa chasco! A cuenta de que el hombre me debía de tener tirria, porque se remontó y dijo que él no tenía colocaciones.
A ver qué cosa La señora se aboca con Castelar que me tiene tanta tirria o con el Sr.
Yo era la señora por delante de la Iglesia, ella por detrás, y lo más particular es que yo no le tenía tirria, sino lástima, porque yo paría un chiquillo todos los años, y ella ni esto A la noche siguiente volvía a soñar lo mismo, y por el día a pensarlo.
De suerte que tu tirria es contra los españoles, como si tu padre fuese habanero.
Pero en eso allá tú, porque a mí no me gusta meterme en camisa de once varas, y más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena, pero que te coste a ti que a veces penas se lloran que pudieron haber sío alegrías, y, en fin, perdona si en algo te ofendí sin querer y no me tomes tirria, que yo te quiero a ti bien y me sabrían a retama tus rencores.
Hermenegildo, que así se llamaba el mayordomo, y que era hombre acostumbrado a despreciar amenazas, le duplicó la ración de látigo, y, sea por tirria o por congraciarse con los amos del negro, no dejaba pasar día sin arrimarle una felpa.
Algún motivo de tirria debieron darle los frailes de la Merced, pues siempre que divisaba hábito de esa comunidad murmuraba entre dientes: «¡Buen blanco!».
Además, las viejas de cuatro cuadras a la redonda declaraban que maese Ibirijuitanga era hombre que les daba tirria, porque sabía hacer mal de ojo, y las doncellas feas y sin noviazgo, que si Dios no lo remediaba serían enterradas con palma, afirmaban con juramento que Transverberación era una mozuela descocada, que andaba a picos pardos con los mancebos de la vecindad, y que se emperejilaba los sábados para asistir con su tío, montada en una caña de escoba, al aquelarre de las brujas.
Interrumpiome Telesforo descompuesto, diciéndome: «No, no, Estévanez no, que ese me ha tomado tirria por creer que yo me opuse a que fuera Gobernador.
Me tienen tirria porque les he metido mano más de cuatro veces cuando andaban en el trajín de acariciar lo ajeno.
Tu tirria contra los Tajones es señal de que te hicieron algún daño.
Hace algún tiempo les he tomado una tirria tremenda.
En efecto: allí estaba la vera efigie de su nariz, insolente, gráfica, incapaz de confundirse con ninguna otra, hablando, como había dicho Antonio, pero Andresillo la había dibujado sirviéndolo de andamio Benito, que tenía tirria y mala voluntad a Ambrosia, y ésta dio un nuevo grito de desesperación al ver que la esponja empuñada por su mano no alcanzaba allí.
Dentro de un rato, ¡hala para arriba! y comienzo por leerles, a las tres, el borrador de la carta, que gustará, ¡vaya si gustará, con la tirria que ellas les tienen! Esto ya me desembaraza el camino para lo otro.
Yo no diré que esto sea tirria y mal querer hacia usté, como algunos lo aseguran, porque en tales adentros no debo meterme, pero el demonio me lleve si tiene trazas de sentir cariñoso ni de buena intención.
-Yo creo que no, manque los méicos dicen que sí, que puée pasar eso, pero yo creo que eso lo dicen por tirria que nos tieen porque nunca los llamamos.
¿Por qué tienes tirria a Pedrín?.
-¡Picardía como ella! -¿Y por qué te tiene tirria?.
y va él y me quiere pillar otra vez, y como me tiene tirria.
No ha sío quién dengún alcalde servil para sacarme un real por contrebución que he sío el primero a pagar cuando han impezao los míos de nusotros, y por tirria a los tiranos, y no quisiendo que se beneficien ellos el sudor de los pobres, los de este pueblo y colindantes se han servío siempre en sales y tabacos de mano del letrado hijo mío, que se lo procuraban a medio precio, respetive al de los estancos y follimes.
De aquí la tirria que se profesaban y los bofetones que se sacudían.
-Pero vamos a ver, ¿por qué le has tomao tú tantísima tirria a ese gachó, que yo me entere?.
Fortuna que a mí nunca me han faltado buenos arrimos acá y allá, que si no, Dios sabe lo que hubiera sucedido, porque ha de saber usté que la tirria que me tomaron cuando yo cogí la vara, ha venido hasta hoy creciendo como la espuma.
Juan Manuel Ballesteros, por quien doña O experimentaba más tirria que el diablo por el agua bendita.

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