Ejemplos con tetas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Heart Attack: Orchid se da vuelta quedando de espaldas al jugador, baja el cierre de la parte superior de su leotardo y le muestra las tetas al oponente, que muere de un infarto.
La primera de éstas, integrada por Jhovan Tomasevich, Diego Larrañaga, José Gallo y Hugo Vecco, había llegado ya a viajar a Ecuador para tocar en el festival Rock desde el Volcán - Pululahua, compartiendo escenarios con Aterciopelados, La Ley, Babasónicos, Los Tetas, Lucybell, Víctimas del Dr.
Las Tetas de Viana son dos muelas de tierra caliza erosionadas por ramblas que surgen en su alrededor y por los ríos Tajo y de la Solana.
La isla cuenta con diversos monumentos naturales como Las Tetas de Maria Guevara ubicadas en una planicie costera al sur de la Laguna de La Restinga.
Hospedajes típicos cafeteros certificados por el Club de Calidad Haciendas del Café, lugares como Reserva El Mirador, Valle y Laguna de Juntas, Balneario Río Rojo, Cerro de las tetas, Laguna de los patos, Laguna de las Mellizas, Piedra y Laguna del Muñeco, Alto de las Palomas, Cañón del Río Rojo, Chorros de las Brisas y la Venada, donde puede prácticar deportes extremos como Canopy, Rapel, Down Hill, Kayaking, Rafting, Canotaje, Tunelología, Campoaventura, Parapente, Ciclomontañismo, Andinismo, Senderismo, Cabalgatas Ecológicas, Zonas de Camping, y realizar las Rutas Especiales de la Panela y el Café.
Durante este tiempo es cuando se le presentan a Raff la vasta gama de proyectos paralelos e intervenciones con bandas como Chancho en Piedra, Los Tetas, Tiro de Gracia, Bitman & Roban, La Floripondio, Los Mismos, entre otros.
Usted tiene unas bonitas tetas, aunque le han hecho un buen trabajo en el pecho,.
El amamantamiento lo hacía la niña directamente de las tetas del animal y estando la niña sola en casa la propia cabra subía por sus propias patas a su habitación para darle el sustento vital.
Que en su modo de descripción la presenta como una mujer bestial de largo cabello como si fueran crines, ojos saltones, cejas pronunciadas, boca y quijada sobresalientes y mentones y mejillas con un sin número de arrugas, flaca hasta el extremo y su tetas largas y desproporcionadas, que para facilitar su movimiento echaba sobre los hombros sin mayor escrúpulo.
Tiene unas tetas descomunales que a la directora y al señor Mackey le dan asco al vérselas sobresalir del abrigo y en un episodio es enseñada por el profesor Garrison sobre como educar a los niños.
Ella era larga de mas de siete piés, toda era notomía de huesos, cubiertos con una piel negra, vellosa y curtida, con la barriga, que era de badana, se cubria las partes deshonestas, y aun le colgaba hasta la mitad de los muslos: las tetas semejaban dos vejigas de vaca secas y arrugadas, denegridos los labios, traspillados los dientes, la nariz corva y entablada, desencajados los ojos, la cabeza desgreñada, las mejillas chupadas, angosta la garganta y los pechos sumidos: finalmente, toda era flaca y endemoniada.
El uno la cogió las nalgas, el otro las tetas, el de más allá la mordía en los brazos o en la nuca.
— Yo le diré a usted, señor maestro, como mi madre no tiene sino dos tetas, ésas sirvieron para que estos dos hermanos mamasen a boca que quieres, y por eso han salido así.
- Los ojos verdes, rasgados, las pestañas luengas, las cejas delgadas e alçadas, la nariz mediana, la boca pequeña, los dientes menudos e blancos, los labrios colorados e grosezuelos, el torno del rostro poco más luengo que redondo, el pecho alto, la redondez e forma de las pequeñas tetas, ¿quién te la podría figurar? ¡Que se despereza el hombre quando las mira! La tez lisa, lustrosa, el cuero suyo escurece la nieue, la color mezclada, qual ella la escogió para sí.
Señor don Solórzano, ¿no tendrá vuesa merced por ahí algún mondadientes para mí? Que en verdad no soy para desechar, y que tengo yo tan buenas entradas y salidas en mi casa como la señora doña Cristina, que, a no temer que nos oyera alguna, le dijera yo al señor Solórzano más de cuatro tachas suyas: que sepa que tiene las tetas como dos alforjas vacías, y que no le huele muy bien el aliento, porque se afeita mucho, y, con todo eso, la buscan, solicitan y quieren, que estoy por arañarme esta cara, más de rabia que de envidia, porque no hay quien me dé la mano, entre tantos que me dan del pie, en fin, la ventura de las feas.
Esa maldita vaca tiene las tetas llenas de leche.
—Ahí se mete el sebo en las tetas, la tía —gritaba uno.

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