Ejemplos con tenacidad

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Quedamos, don Jaimedijo con su tenacidad campesina, en que todo es broma, y usted no inquietará a la con sus fantasías.
El reía de estas escenas, viendo en la tenacidad hostil de los cortejantes un motivo de orgullo para Margalida y la familia.
Indignábase Pep contra la tenacidad de su hijo, que se empeñaba en continuar siendo payés.
Era menester que se libertase de aquellas ansias agresivas, que cada día le hostigaban con redoblada tenacidad, o, de lo contrario, perdería en una mala hora la cabeza y haría una barbaridad.
Puesto que en esas edades críticas el cuerpo, con infatigable tenacidad, impone su hegemonía sobre el alma, es natural que en los seres de fina textura espiritual, el espíritu intente divorciarse desesperadamente de la materia y oponer a las precarias y fugitivas apetencias de la carne un objeto absoluto e incorruptible, adonde se concentren los anhelos elevados, y de él extraigan los más puros e inefables deleites.
¡Qué tenacidad! ¡Qué constancia! Y así cinco, seis años, he perdido la cuenta.
Y defendía sus convicciones con el entusiasmo místico de todos los que en la Historia intentaron imponer una creencia, con la fe de los guerreros de la Cruz y los del Profeta, con la tenacidad de los inquisidores y de los jacobinos.
Le irritó la tenacidad de esta aventurera, que, luego de ejercer una influencia trágica en su vida, deseaba comprometerle de nuevo.
Pero la insistencia del recuerdo y la misma tenacidad con que se repitió su promesa de no acudir a la cita empezaron a hacer sospechar a Ferragut que bien podría ser que fuese a ella.
Los árboles añosos de la Rambla se cubrían de hojas, y en sus frondas nacientes chillaban miles de pájaros con la tenacidad ensordecedora de las cigarras, persiguiéndose de tronco en tronco, dejando caer sobre la muchedumbre que circulaba por abajo el olvido casi líquido de sus flojos intestinos.
Los ojos de Freya se fijaron en los de su amante con una tenacidad escrutadora.
¡Paciencia y tenacidad! Victorias más difíciles había visto él en su clientela.
La tenacidad de este hombre empezaba a irritarla.
No aún si usted almorzase aquí, me animaría tal vez, insistió ella con tenacidad de niña voluntariosa.
¡Porque era ceder a cuanto le quedaba de don Manuel, a aquellas noches queridas suyas de silencio, en que su alma, a solas con su amargura y con su niña, recordaba y vivía, porque conforme se había ido apartando de todo, en sus hijas, y en Leonor, como un símbolo de todas ellas, se había refugiado, con la tenacidad de las almas sencillas que no tienen fuerza más que para amor, porque dar a Leonor era como dar todas las luces y todas las rosas de la vida!.
Y con la tenacidad de una mujer hastiada de su bienestar y falta de ocupaciones, se dedicó a proponer a Luis todas las jóvenes casaderas que conocía, enumerando sus méritos entre las risas y protestas del doctor.
Contemplaba a Sagrario, siempre triste, entregada al trabajo con tenacidad taciturna.
Gabriel se indignaba contra la tenacidad de su hermano.
Desde el día siguiente de su vuelta a la catedral había quitado la funda a la máquina, dedicándose al trabajo con tenacidad taciturna, como un medio de pasar inadvertida en las Claverías y que la gente la perdonase su pasado.
Y con este prólogo de la creación natural comenzaba la vida, desarrollándose al través de millones y millones de años, interrumpida a veces por los cataclismos de la tierra agitada por las últimas crisis de su crecimiento, y continuando adelante con la ciega tenacidad que anima a la Naturaleza.
Las mujeres llegaban con el traje de los días de fiesta, puestas de mantilla para asistir al entierro, las muchachas disputábanse con tenacidad ser de las cuatro que habían de llevar al pobre hasta el cementerio.
Era la tenacidad del avaro que desea estar en contacto a todas horas con sus propiedades, la pegajosidad del usurero que siempre tiene cuentas pendientes que arreglar.
Pero yodijo el joven con la tenacidad del que se agarra a una esperanza, yo no sólo jugaba a la Bolsa.
Nada, no, lo real, lo inmediato a su persona no lograba fijarse en su retina, pero en cambio, veía siempre, con una tenacidad desesperante, la blanca chaqueta arrugada brutalmente como la sábana del lecho después de una noche de placer, y luego luego veía también la cortina alzada revelando una parte del atentado vergonzoso, de la degradación maternal, que era para él un golpe de muerte.
La mirada del joven examinó rápidamente el salón, fijándose con estúpida tenacidad sobre el sofá, como si viese en él algo extraño que le atraía sin explicarse la causa.
Doña Manuela experimentó gran extrañeza al tropezar con una tenacidad que nunca había supuesto en su hijo.
Era amigo de Rafael, pensaba llevarlo a casa lo mismo que a Roberto del Campo, y la niña se temía que la tenacidad del antiguo novio detuviera una declaración que tanto esperaba.
Doña Lupe se inquietó un poco oyendo esta frase, dicha con cierto sentido de tenacidad maniática.
Decíale Villalonga que tuviera paciencia, pero su amigo no la tenía, iba perdiendo la serenidad de su carácter, y se lamentaba de que a un hombre tan grave y bien equilibrado como él le trastornase tanto un mero capricho, una tenacidad del ánimo, desazón de la curiosidad no satisfecha.
Quedó la camarera admirada de las razones de su hijo, y como conocia la aspereza de su arrojada condicion, y la tenacidad con que se le pegaban los deseos en el alma, temió que sus amores habian de parar en algun infelice suceso.

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