Ejemplos con suplicaron

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

en nombre de Vos, el Consejo, Justicia, Regidores, Caballeros, Escuderos, Oficiales y Hombres buenos, de la Gran Ciudad de Tenoxtitlán-México, que es, en la Nuestra Nueva España, que es fundada, en la Gran Laguna, nos hicieron relación, que después, que la dicha Ciudad, fue ganada, por los Cristianos españoles, Nuestros Vasallos, en nuestro Nombre, hasta ahora no habíamos Mandado, dar, y Señalar Armas, y Divisas, que trajesen, en sus Pendones, y pusiesen en sus Sellos, y en otras, partes, donde las Ciudades, y Villas, de estos Reynos las acostumbran poner y traer, y nos suplicaron, por Merced, diésemos, y señalásemos Armas, para que trajesedes, en los Pendones, de la dicha Ciudad, y se pusiesen, en su sello, y en las otras Cosas, partes, y lugares, donde fuese necesario, y Nos, considerando, como la dicha Ciudad, es tan insigne, y Noble, y el más principal Pueblo, que hasta ahora, en la dicha Tierra, por Nos, se ha hallado Poblado, que esperamos, que será, para Servicio Nuestro, Señor, y enzalzamiento de su Santa Fe Católica, y honra, y acrecentamiento, de Nuestros Reynos, acatando los trabajos y peligros, que en ganalla, los Cristianos españoles, Nuestros Vasallos han, pasado, y sus servicios, y porque,es cosa justa, y razonable, que los que bien sirven, sean honrados y favorecidos de sus Príncipes, por la mucha voluntad, que tenemos, que la dicha Ciudad, sea mas noblecida y honrada, tovimoslo, por bien, y por la presente, hacemos Merced, y señalamos, ,.
Días más tarde regresaron a su casa y nuevamente le suplicaron sus favores.
Azopardo intentó volar la santabárbara, pero los heridos le suplicaron que no lo hiciera, de modo que accedió a rendirse.
Los comuneros visitaron a la reina y le suplicaron que gobernase.
Movidos, quizás, por inspiración divina, determinan desandar lo andado y volver a la aldea en donde descansaron la víspera y en donde con tanta insistencia suplicaron la posesión de la venerada imagen.
En vano la suplicaron que se quedara otro ratito.
Los señores contribuyentes le suplicaron que no se metiese en tales barahúndas, que se iba a calentar demasiado la cabeza, y nadie se lo había de agradecer, y, al fin, para acabar de convencerle, echaron entre todos una manga y le dieron ocho mil realetes, como ayuda de costas y consuelo en los trabajos de su peregrinación, con lo cual se fue bendito de Dios con la música o dígase con la estadística a otra parte.
El grande silencio que todos los circunstantes habian tenido, escuchando el estraño caso, se rompió en dar alabanzas a Dios por sus grandes maravillas, y dando desde el mayor hasta el mas pequeño el parabien a Isabela, a Ricaredo y a sus padres, los dejaron: y ellos suplicaron al asistente honrase sus bodas, que de allí a ocho dias pensaban hacerlas.
Envidiosas las abejas a causa de la miel que les arrebataban los hombres, fueron en busca de Zeus y le suplicaron que les diera fuerza bastante para matar con las punzadas de su aguijón a los que se acercaran a sus panales.
- Los Señores procuraron serenar aquellos ánimos acalorados, y les suplicaron aquietasen la gente que ocupaba los corredores, en la inteligencia que, si el Cabildo habia procedido á erigir la Junta en el modo que aparecia del bando, fué por haberse considerado con facultades á virtud de las que le confirió el Congreso á pluralidad de votos, y por haber creido que aquel era el medio mas adecuado á nuestra seguridad y defensa, y á la conservacion de estos dominios.
Cornelio Saavedra, y los Señores suplicaron encarecidamente pusiese en planta, sin la menor demora, los medios todos de su prudencia y celo, para hacer que se retirase de la plaza aquella gente, y que velase con los demas Comandantes sobre el órden público, quietud y sosiego del vecindario, á fin de precaver toda conmocion, y evitar cualquiera novedad y desgracia que pudiera esperimentarse en circunstancias tan arriesgadas, hasta tanto se resolvia lo mas conveniente al bien público.
Algunos de los caballeros le suplicaron permiso para retirarse, y otros muchos le acompañaron con objeto de servirle a la vez de guardia y de cortejo.
Ya se prevenía la bella Lisis de su instrumento, y de un romance que aquel día había hecho y puesto tono cuando los músicos le suplicaron los cantase aquella noche, guardando para la tercera fiesta sus versos, porque el señor don Juan los había prevenido de lo que habían de cantar, que por ser parto de su entendimiento, era razón lograrlos.
Entonces entró en la tienda y saludó a Hassán, que le devolvió la zalema con gran ternura, y le dijo: ¡En verdad, hijo mío, que eres un joven muy agraciado! Y como yo no tengo hijos, quisiera adoptarte, a fin de enseñarte los secretos de mi arte, único en el mundo, y que millares y millares de personas me suplicaron inútilmente que les enseñara.
Hicieron ellas ardorosas demostraciones de acatamiento al buen sacerdote, y llorando y poniéndose de hinojos le suplicaron que viese a la niña y la curara.
Sertorio, aunque logró triunfar de todos, en nada ofendió a los que le suplicaron y se pusieron en sus manos, sino que les restituyó los bienes, las ciudades y el gobierno, recibiendo sólo lo que buenamente había menester, y aun esto por pura dádiva.
Como arrojado de allí Arquelao, moviese contra Queronea, los Queronenses que militaban con Sila, le suplicaron que no abandonase su patria, por lo que envió en su defensa al tribuno Gabinio con una legión, dejando ir con ellos a los Queronenses, que, aunque quisieron, no pudieron llegar antes que aquel, de manera que el que iba a salvarlos aun se mostró más activo y pronto que los mismos que habían menester su auxilio Juba dice que el enviado no fue Gabinio, sino Ericio, como quiera, en esto consistió el que nuestra ciudad saliese de aquel peligro.
Mas ellos, asiendo dél fuertemente, le suplicaron no los dejase, y.
Y los que estaban más cerca del carro cubierto de terciopelo, en el cual se le veía de pie, le suplicaron que se alejase del palacio, y dijeron: Señor mago, ¡por Alah! ¿No sabes lo que te espera si recorres mucho estos lugares? El rey te mandará para que pruebes tu ciencia con su hija.
Don Francisco Páez y su hija suplicaron a don Fermín que comiera con ellos, no tenían a nadie, sería una comida de familia.

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