Ejemplos con suculentos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Aquí los pagos son suculentos y es una de las formas preferidas por el público asistente.
Es famoso por sus cultivos de flores y suculentos restaurantes.
Se extiende por Sudáfrica en el norte del Cabo, Cabo Occidental y Oriental, sin embargo, alcanza su pico de expansión en los suculentos y ricos valles secos de El Cabo Oriental.
Las especies de la tribu Vanilleae son plantas caracterizadas por largos y suculentos tallos trepadores y labelo sin espolón.
El oídio puede afectar todos los tejidos suculentos de la vid, incluyendo hojas, tallos, frutos e inflorescencias.
El gallo pinto, el vigorón y el vaho son suculentos platos típicos.
Seguro de sus habilidades para preparar los más suculentos platos y optimista por que al día siguiente conseguiría trabajo, decidió no hablarle sobre su despido a los Villamil.
De esa manera, adquiría un sabor y aroma suculentos, después, se introducía todo en una orza de barro dejando enfriar la elaboración, la manteca se solidificaba y se depositaba la orza tapada en un lugar fresco, seco y sin apenas luz para su mayor conservación, esto también se hacía con los chorizos de la matanza, de esa manera aguantaban todo el invierno y parte de la primavera sin que la carne del cerdo se echara a perder.
Es una planta con tallos suculentos.
Son arbustos perennes suculentos de climas tropicales y semi-caducos a caducos en los climas más fríos, también depende de la especie.
Era mucho más joven que el marido, mantecosita, frescota y en sazón todavía de hacerles la boca agua a los aficionados a manjares suculentos y a la Venus pingüe.
La atmósfera de la cerrada habitación era de estufa: flotaban en ella espirituosos efluvios de bebidas, vaho de suculentos manjares, y el calor uniforme, apacible de la chimenea, y el leve aroma resinoso de los ardidos leños.
El mandarín no mira para los muebles que el chino le presenta con orgullo, no repara en los lujosos tapices, en los pescados suculentos.
Con igual maestría guisaba los delicados y finos manjares franceses que los suculentos platos de resistencia a la española, tan ricas salían de sus admirables manos, por ejemplo, las chochas a la Montmorency o las langostas a la Colbert, como la castiza perdiz estofada o la deliciosa empanada de lampreas.
Allí estaba en su centro, junto a los toneles pintados de rojo oscuro, entre las mesillas de cinc jaspeadas por las huellas redondas de los vasos, aspirando el tufillo del ajoaceite , del bacalao y las sardinas fritas que se exhibían en el mostrador tras mugriento alambrado, y bajo los suculentos pabellones que formaban, colgando de las viguetas, las ristras de morcillas rezumando aceite, los manojos de chorizos moteados por las moscas, las oscuras longanizas y los ventrudos jamones espolvoreados con rojo pimentón.
de suculentos manjares y licores añejos, enervada por.
Pocos platos, para que Zurita no se alarmase, pero suculentos y sazonados con pólvora de amor.
No saludaba con las dos, porque la izquierda se la oprimía dulce y clandestinamente Joaquinito Orgaz, quien jamás hizo ascos a platos de segunda mesa, en siendo suculentos.
Salí en seguida en busca del mantel, lo cubrí con manjares suculentos y frutas exquisitas y cuanto era de mi obligación en aquellas circunstancias.
Amante, como buen aragonés, de los platos fuertes, del vino espeso, de la clásica abundancia, había ido cediendo poco a poco, sin conocerlo, y comía ya mucho menos, y pasaba por los manjares más fantásticos que suculentos, que agradaban a su mujer.
¿Que daba la res tanto y tantos jarros de leche? ¿Que era noble en el yugo, fuerte con la carga? ¿Y qué, si dentro de pocos días había de estar reducida a chuletas y otros bocados suculentos? Antón no quería imaginar esto, se la figuraba viva, trabajando, sirviendo a otro labrador, olvidada de él y de sus hijos, pero viva, feliz.
Lo que sí os diré, lectores amadísimos, es que los toros quedaron pastando en las verdosas márgenes del cercano arroyo, que el suelo de la caverna era una finísima alfombra musgosa y blanda, que las bullangueras ninfas, a ratos visibles, a ratos no, nos sirvieron bizcochones más suculentos que los de la merienda: creyérase que eran de una pasta parecida al chocolate, mezclada con lo que llaman ambrosía o manjar de los dioses.
Os he hecho dar un paseo encantador, aquí tenemos un desayuno de los más suculentos, y quinientas personas allá abajo, como podéis verles a través de las troneras, que nos toman por locos o por héroes, dos clases de imbéciles que se parecen bastante.
En otras mesas y bajo de toldos algunos tomaban licores de toda especie: chicha de coco, guarapo, anisado, mistela y hasta brandi y vino no muy puros, mientras que otros encontraban el ideal de sus aspiraciones en suculentos guisos, ajiacos, pavos asados y lechonas rellenas con ajos y cominos.
Pervertido aquel estómago con tanto y tanto jarabe, lo mismo era darle alimentos sólidos y suculentos, que enviarlos enhoramala con la fuerza de una catapulta.
Don Francisco de Toledo, a quien tildaban de nepotismo, porque las mejores brevas y los bocados más suculentos de esta tierra los repartía entre sus allegados y amigos, se mordió el belfo y tragó saliva.
Don Diego, después de agradecer la prueba de personal afecto que el virrey le daba, manifestó que realmente había estado siempre quejoso del gobierno, porque éste no premiara sus servicios a la altura de sus merecimientos, pues apenas se le había dado un repartimiento que le producía mil duros al año, cuando otros, que valían menos que él, habían sido favorecidos con bocados suculentos.
Fuese por simpatías de vecindad, o porque las camaroneras se habían propiciado su apoyo con regalos de los mejores bagres y más suculentos camarones, lo cierto es que Veremunda era tenida y acatada por capitana del gremio.
-Desgraciadamente, reverendo padre, la dueña de la casa se apareció como enviada por el diablo, con unas magras tan delicadas, y unos pastelillos que parecían hechos por manos de ángel, y unos chicharroncitos tan suculentos, y unas oleosas verdinegras de Moquegua, y un tamalito serrano, y un sevichito de pescado chilcano con naranja agria, y una tortillita de camarones con rabanito y cebolla, y.

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