Ejemplos con sostengo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Sostengo que no hay ninguna función adecuada para el gobierno.
Roberto Rubiano Vargas: Con una mano escribo y con la otra me sostengo.
Por ello sostengo que esa parte de La riqueza de las naciones es un mero plagio de la obra de Cantillon.
Por la versatilidad de este instrumento se pueden arrancar de él notas que pertenecen tanto a la música vernacular así como también interpretando a los autores clásicos universalmente conocidos, por lo dicho, sostengo que el charango es un aporte de Bolivia a la música universal.
Basta con eso, porque repito y sostengo que no hay tal crimen.
Es la más dulce de las almas, y yo sostengo que una gran inteligencia.
Sostengo y sostendré que mi tía doña Silvia fue una solemne bribona legando sus riquezas a una piara de frailes inmundos y de monjas idiotas y puercas.
Entretanto, yo digo y sostengo que no puede estar esta masa de hombres en tan larga ausencia y privación del bello sexo.
-Pues yo sostengo que era azul, Leoncio -dijo Santiuste con pleno convencimiento de lo que decía, poniendo toda su atención en aquel asunto.
-Pues en el Siglo nuestro, Perico, y sin necesidad de dar un brinco hasta el , yo sostengo que la guerra es un juego estúpido, contrario a la ley de Dios y a la misma Naturaleza.
Yo digo y sostengo que el nuevo armamento de algunos moros es el.
-No sólo creo que no es el mejor -afirmó Doña Leandra-, sino que te sostengo y te apuesto lo que quieras a que ese no cuaja.
José imitando el estilo de López-: yo sostengo, yo aseguro, yo declaro que en la gravísima situación de la Patria, en el terrible conflicto de la Libertad, en este deplorable caos a que nos han traído los errores de unos y otros, no veo, no vislumbro, no puedo imaginar otro remedio ni otra salvación que la salvación y el remedio que he tenido el honor de exponer.
Quedose muy satisfecho, y después de detenerse un rato a ver un escaparate de estampas, volvió a pegar la hebra: Podría ponerse en duda que entre ella y mi tía haya comunicación, y en caso de que no la hubiera, el problema de su residencia seguiría como boca de lobo, pero yo sostengo que hay comunicación.
Ustedes podrán creer lo que les acomoderepetía el escritor de Hacienda, intentando elevar su dignidad de noticiero sobre la chacota de sus amigos, pero lo que yo sostengo es que antes de un mes está el Príncipe Alfonso en el trono.
Aunque lo hayas oído, te sostengo que no pudo decir eso vaya.
Y lo sostengo, este hijo de Dios no es un hombre malo.
Ellos se beben mi cosecha de vino, mantienen sus gallinas con mis frutos, mis montes y sotos les suministran leña, mis hórreos les surten de pan, la renta se cobra tarde, mal y arrastro, yo sostengo siete u ocho vacas, y la leche que bebo cabe en el hueco de la mano, en mis establos hay un rebaño de bueyes y terneros que jamás se uncen para labrar mis tierras, se compran con mi dinero, eso sí, pero luego se dan a parcería y no se me rinden cuentas jamás.
Yo sostengo que esto que ahora empieza lleva larga cola, y que tendremos una nueva lucha cruel y sangrienta que durará lo que Dios quiera.
Pero yo sostengo que la impiedad no triunfará, no señor.
Pero sostengo que en la ciudad está mi implacable y fiero enemigo.
Si lo que yo sostengo es poco piadoso, la culpa es completamente mía.
¡Pobre España, tan santa y tan humilde y tan buena! ¡Quién había de decir que llegarían a estos apurados extremos! Pero yo sostengo que la impiedad no triunfará, no señor.
Bien quisto de todos, ha hecho su carrera por el mérito, no por la intriga, por el valor, no por la astucia, y como esto es verdad, y yo lo sé, y me consta, y lo afirmo y lo sostengo, y soy hombre que sabe sostener lo que dice, estoy dispuesto a defenderle contra todo agravio que en este terreno se le haga.
-Es verdad que entonces dije eso, y aún lo sostengo, no conoce usted, amigo mío, la tierra que pisa.
Yo sostengo que somos uno de los países más pobres, si no el más pobre de Europa.
Lo que yo sostengo es, que ni a Vd.
Y si es verdad que los continuos dolores forzosamente se han de acabar o acabar a quien los padece, los míos no podrán dejar de hacello, porque pienso darles rienda de manera que, a pocos días, den alcance a la miserable vida que tan contra mi voluntad sostengo.
¡Ay Dios! ¿Si será posible que he ya hallado lugar que pueda servir de escondida sepultura a la carga pesada deste cuerpo, que tan contra mi voluntad sostengo? Sí será, si la soledad que prometen estas sierras no me miente.

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