Ejemplos con soplo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Nada hay débil, enteco ni afeminado: recorriendo tales páginas, se respira un soplo de barbarie que , que templa los nervios y vigoriza la sangre.
Miedo a la tiniebla, al frío caos, al soplo del espíritu malo, deseo desesperado de luz, de calor, de amor.
La noche se venía a más andar, un soplo helado movió el follaje, las dos damas se abrocharon, estremeciéndose, sus abriguillos de paño café con leche, a tiempo que dos bultos negros se destacaban al fin de la avenida.
Y sacó de su estuche de raso un abanico de nácar, cuyo delicado país de encaje de Bruselas temblaba al aliento como la espuma del mar al soplo de la brisa.
Es de rigor saber de qué boca partió el soplo que encendió la antorcha de aquellas nupcias.
¿Dónde estaba en este infinito el Dios que fabricaba la tierra en seis días, que se irritaba por el capricho de dos seres inocentes sacados del barro y hechos carne de un soplo, y hacía surgir de la nada el sol y tantos millones de mundos, sin más objeto que alumbrar este planeta, triste molécula de polvo de la inmensidad?.
Mientras la humanidad, enardecida por el soplo carnal del Renacimiento, admiraba a Apolo y rendía adoración a las Venus descubiertas por el arado entre los escombros de las catástrofes medioevales, el tipo de suprema belleza para la monarquía española era el ajusticiado de Judea, el Cristo polvoriento y negruzco de las viejas catedrales, con la boca lívida, el tronco contraído y esquelético, los pies huesosos y derramando sangre, mucha sangre, el líquido amado por las religiones cuando apunta la duda, cuando la fe flaquea y, para imponer el dogma, se echa mano a la espada.
Un soplo de rebelión pasaba sobre aquel mundo adormecido.
Era vergonzoso que el hombre, que sólo aparecía un instante sobre el planeta, un minuto, un segundo, pues su vida no equivalía a más ante la vida de la inmensidad, pasase este soplo de existencia peleándose con el semejante, robándolo, agitado por la fiebre del despojo, sin gozar siquiera la majestuosa calma de la bestia feroz, que, cuando ha comido, reposa, sin ocurrírsele causar daño por vanidad o avaricia.
En suma, los dos días pasaron como un soplo, D.
Si era lo primero, luego saltaba el abogado, que se decía muy fuerte en tales asuntos, y allí era aquello de citar autores y el oponer razones que Porras desbarataba de un soplo.
Las largas filas de rosales, los macizos de plantas, toda esa jardinería mutilada y corregida por las tijeras del hortelano, reverdecía con el soplo cálido de la tarde y se cubría de flores, uniendo sus simples perfumes a la estela de esencias que dejaban las señoras tras su paso.
Algo como un soplo de primaverales vientos inundó mi alma y vino a reanimar mi desmayado corazón.
Creía yo que el verdadero amor era premio y palma de la bondad, y que para amar y ser amados, con amor tan alto como yo le sentía y alcanzaba a comprenderle, elevación sublime, anhelo incesante de perfección, aspiración interminable a lo absoluto, era preciso que el alma se asemejase, por lo inmaculada y pura, a la flor que coronada de rocío abre su intacta corola al soplo cariñoso de los céfiros.
Cerré la puerta, dejó en la mesa la brillante palmatoria, y de un soplo apagué la bujía.
El triste Octubre prodigaba en laderas y rastrojos amarillas flores, y al soplo del viento que pasaba susurrando, los fresnos se estremecían y dejaban caer las muertas hojas.
Allí me lavaba yo en una gran jofaina que desde la víspera ponían para mí en el borde de la fuente, entre los tiestos floridos, bajo la copa aparasolada de un floripondio cuyas campanas de raso se columpiaban al soplo vivífico de los vientos matinales, mientras en jaulas y ramajes cantaban los pajarillos la incomparable alborada otoñal.
A derecha e izquierda las montañas de Mata-Espesa, cubiertas con la exuberante vegetación de las tierras calientes, el cerro de los Otates que, visto desde el punto en que yo estaba, parece un camello que postrado en la arena aguarda el soplo abrasador de los desiertos.
Parecía que a través de los ramilletes pasaba un soplo primaveral que daba a las flores vida y lozanía.
¿Creéis que sólo mataría a ese llamado ? ¡Vosotros, que os llamáis , moriríais al par del culpable!—Esa muerte, ese hecho de que tenéis en tanto, porque no sabéis hacer otra cosa, ¿no os recuerda ¡imbéciles! que todos estáis sentenciados a morir, y que, si respiráis, si vivís, si tenéis acción para matar a nuestro hermano, lo debéis a la clemencia de un insecto que no emponzoña vuestra sangre, o a la piedad de un soplo de viento que no os borra de la superficie de la tierra?.
Fortunata le miraba y, francamente, no podía acostumbrarse a aquella nariz chafada, a aquella boca tan sin gracia, al endeble cuerpo que parecía se iba a deshacer de un soplo.
¿Creerás que un quintal de carbón se me va como un soplo? Me traigo a casa dos arrobas de aceite, y a los pocos días pif parece que se lo han chupado las lechuzas.
Hubiera él lanzado al aire el mayor soplo posible de sus pulmones para hacer andar la máquina.
Pero la persona acostumbrada a estas cosas se desenreda de ellas en un soplo.
¡Bueno: respondéis muy a propósito! Discreto sois, mancebo, pero haced cuenta que yo soy el aire, y que os soplo en popa, y os encamino a la cárcel.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba