Ejemplos con sobriedad

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Su sobriedad y silencio seguían impresionando al pueblo almeriense.
Su aspecto exterior es de una gran sobriedad que estilísticamente enmarcaremos entre un renacimiento tardío y el primigenio barroco desornamentado.
La fachada del convento es de una gran sobriedad, con frontones triangulares sobre las ventanas del piso principal pero sin columnas ni pilastras, y la misma sensación de robustez ofrece el patio interior, con arcadas de piedra en la parte inferior y balcones en los dos piso superiores.
Su pintura al óleo concilia el impresionismo, con una especial valoración de la mancha, y un realismo poético que parte de la plasmación del mundo campesino y marinero así como escenas de ballet, que capta desde un distanciamiento plástico y conceptual, con un carácter evocador y nostálgico, que afecta al desdibujamiento de los contornos y a la sobriedad del color.
Mientras tanto, la amistad de Homer y Barney se reestablece, y Barney trata de mirar un futuro de sobriedad y sin alcohol.
Los grandes canteros y arquitectos cántabros no dejaron en su tierra el saber hacer que llevaron al resto de las regiones de España, predominando aquí el arcaísmo y la sobriedad, pero con un énfasis en el equilibrio, la proporción, el buen uso y el empleo de los materiales.
El edificio responde a una arquitectura de origen académico de gran sobriedad y contundencia, tanto por su volumetría y orden compositivo como por el uso de la piedra.
, todo ello combinado como corresponde a la sobriedad del estilo arquitectónico en que se basa la construcción.
Este templo tiene tres naves, con una cúpula con vitrales y paredes de gran sobriedad.
Las condiciones que me impusieron al iniciar el noviazgo tuvieron un efecto inmediato y comencé a tomar la vida con mucho más seriedad y sobriedad recuerda Andréi Shkuró.
El interior de la Catedral de San Juan impresiona por su sencillez y sobriedad.
El conjunto respeta la idea de arte cisterciense definida por San Bernardo: la sobriedad como contraposición al lujo de las construcciones de la orden de Cluny.
Entre sus seguidores destacó Nicéforo, que ideó un método físico para alcanzar más fácilmente un estado de contemplación, explicado en su libro Sobre la sobriedad y la guarda del corazón.
Las tres características fundamentales del hesiquiasmo son: la soledad, como medio de huir del mundo, el silencio, para obtener la revelación del futuro y del mundo ultratarreno, y la quietud, para conseguir el control de los pensamientos, la ausencia de preocupaciones y la sobriedad.
En planta baja es de destacar el acceso principal, diferenciado del resto del cuerpo retranqueado, al configurarse como un volumen cúbico sobresaliente dominado por un racionalismo emergente en la sobriedad de la escalinata enmarcada en mármol negro.
Españolay española del sur, de la Andalucía melancólica y riente, que es una Castilla más suave y refinada, más amanerada y elegantees la poesía de Juan Ramón Jiménez: andaluza es su tristeza nativa, su alegría dolorosa, su dejadez y abandono, su reconcentramiento altivo, su sobriedad de gesto y abundancia de expresión, su suprema distinción y elegancia inexplicables e inconfundibles.
Aludían al desierto de indiferencia en que se mueven así el gobernante como el sacerdote, a la sobriedad que practican o deben practicar, a la pesada carga que conducen a hombros, y, finalmente, la joroba simbolizaba la responsabilidad que llevan adherida a la propia espina dorsal, y que en el gobernante es doble, para con Dios y para con los hombres, y en el sacerdote sencilla, sólo para con Dios.
Y hacía extensiva la militar sobriedad a los que se quedaban a espaldas del ejército.
Estos bretones, acostumbrados a la disciplina y la sobriedad de otros buques, admiraban los fueros extraordinarios del cocinero, que podía mostrarse generoso lo mismo que un capitán.
Rió de la sobriedad de Ferragut, que aclaraba con agua la rojiza negrura del vino italiano.
Su sobriedad era la del antiguo nauta: la sobriedad del padre Ulises, que mezclaba el vino con agua en todas sus libaciones.
Era Miranda de origen y familia burocrática, en la cual se transmitían y como vinculaban los elevados puestos administrativos, merced a especial maña y don de gentes perpetuado de padres a hijos, a no sé qué felina destreza en caer siempre de pie y a cierta delicada sobriedad en esto de pensar y opinar.
Era , pero no tenía la crudeza blanca, la sobriedad desnuda de las viejas catedrales.
El despacho tenía el mismo aspecto de sobriedad y robustez de su dueño.
Y el Padre, si bien con modestia y sobriedad, no había podido menos de dejar entrever y de hacer que se estimasen los peligros que había corrido y las penalidades y fatigas que con valor heroico había sobrellevado.
Todos comían con apetito, especialmente don Juan, que, a pesar de su sobriedad de avaro, era un tragón terrible al entrar en mesa ajena.
Ido del Sagrario se negaba a tomar copas y su amigo Izquierdo, que bebía aguardiente como si fuera agua, se burlaba de la sobriedad del profesor de instrucción primaria, el cual aseguró haber comido y no hallarse muy bien del estómago.
Era como un retroceso a la edad en que estudió los primeros años de su carrera, y aun parecía que se renovaban en él las ideas de aquellos lejanos días, y con las ideas el encogimiento en el trato, la sobriedad de palabras y la falta de iniciativa.
¡Infames, burlar así a quien era la misma sobriedad! Me le hicieron beber con engaño evidente aquellas nefandas copas, y después no vacilaron en escarnecerle con tanta crueldad como grosería.

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