Ejemplos con sincera

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El presidente tomó la palabra para expresar sus felicitaciones A las competidoras, y por supuesto, a la ganadora del torneo, la señorita Cavalleri nuestra más sincera felicitación por su espíritu de competencia: sano, respetuoso y por su esfuerzo , fueron las palabras dirigidas por el mandatario mexicano a la ganadora.
No existe ninguna intención de retrospectiva estilística en el sincretismo, que parte de la búsqueda sincera de una poética absolutamente original y propia, pero sin temer como sacrílegas las hermosas influencias aisladas de la tradición, eso sí, destiladas a través del sistema compositivo.
ésta mi confesión como un acto de mal entendida modestia, sino como la expresión sincera de la verdad tal y como mi conciencia me la dicta.
La religiosidad sincera, para San Pablo, se cifra en algo más importante que los hechos probados y la rigidez de conducta.
Aquel discurso semi-irónico que Laboulaye pone en boca de un escolar de su París americanizado para significar la preponderancia que concedieron siempre en el propósito educativo a cuanto favorezca el orgullo del sentimiento nacional, tendría toda la seriedad de la creencia más sincera en labios de cualquier americano viril de nuestros días.
Pilar se embobaba especialmente con las copas de ágata que servían de joyeros, con las alhajas de distintas épocas, entre las cuales había desde el amuleto de la dama romana hasta el collar, de pedrería contrahecha y finos esmaltes, de la época de María Antonieta, pero Lucía se enamoró sobre todo de los objetos de iglesia, que despertaban el sentimiento religioso, tan hecho para conmover su alma sincera y vehemente.
Algunas veces contestaba ella que sí con esa facilidad mecánica y rutinaria de los niños aplicados que se saben la lección, otras veces, más sincera y reflexiva, respondía que el cariño no depende de la voluntad ni menos de la razón, y por esto acontece que una mujer, que no tiene pelo de tonta, se enamorisca de cualquier pelagatos, y da calabazas a las personas decentes.
No olvida cuando el arzobispo le llama a su cámara, a fin de inquirir qué hay de verdad en todo lo ocurrido, y él, después de arrodillarse, lo cuenta sin poner ni quitar una sílaba, encontrando en la sincera confesión inexplicable alivio, y besando, con el corazón desahogado ya, la amatista que brilla sobre el anular del prelado.
Deja el cielo, ¡oh amistad!, o no permitas que el engaño se vista tu librea, con que destruye a la intención sincera, que si tus apariencias no le quitas, presto ha de verse el mundo en la pelea de la discorde confusión primera.

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