Ejemplos con salidas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Salidas a la sierra de Madrid de manera esporádica.
Destaca por la sencillez, lo sobrio y depurado de sus composiciones, y a la vez por su capacidad para describir insólitas salidas de lo común.
Hacia el final del asedio, después de intentar huir por una alcantarilla y comprender que todas las salidas estaban cerradas, Mario se suicidó ordenando a Pontio Telesino que le degollara.
El diagrama de bloques es la representación gráfica del funcionamiento interno de un sistema, que se hace mediante bloques y sus relaciones, y que, además, definen la organización de todo el proceso interno, sus entradas y sus salidas.
Muy pronto el pintor se integra a la vida cultural de la familia Piña y comparte con las hermanas salidas y amistades.
El diseñador de moda tiene varias salidas profesionales entre las que se encuentran:.
Un hecho relevante fueron las dos salidas a hombros consecutivas en Almería.
Sólo se observa la diferencia de que las crías recién salidas del huevo poseen una cabeza más desarrollada, lo que probablemente les permite alimentarse de insectos acuáticos mayores que los retoños de aligátor americano.
Los alcaldes suplentes asumen solo durante las salidas temporales del alcalde propietario.
Durante su sueño el vecindario había tapiado todos los huecos y salidas, y el tuvo que salvarse por el tejado, entre las risotadas de la gente, que celebraba su obra.
La puerta estaba al nivel de las ventanas superiores, así los antiguos guardianes podían evitar una sorpresa de los piratas, valiéndose para sus entradas y salidas de una escala, que retiraban al interior en cuanto llegaba la noche.
Cantó cuanto quiso, se guardó la pistola con aire de vencedor, pero luego, a la salida, en la negrura de los campos, cuando los se dispersaban con de irónica despedida, dos certeras pedradas salidas de la sombra dieron con el bravucón en el suelo, y durante varios días dejó de acudir al cortejo por no mostrarse con la cabeza entrapajada.
En medio de la pena y el llanto que nos causaba verla morirse nos hacía reír con sus salidas.
Todas las puertas del rellano de la escalera, que parecían sin relación con la mampara verde de la oficina, eran otras tantas salidas de la misma vivienda.
El conserje y su familia pasaban el puente con frecuentes entradas y salidas.
Este describía las salidas de tropas, las escenas conmovedoras en calles y estaciones, comentando con un optimismo incapaz de duda las primeras noticias de la guerra.
Algunas veces sus salidas eran a media tarde, é iban a los restoranes de Possilipo o del Vomero, los mismos que lo habían conocido a él como suplicante sin esperanza, y le veían ahora llevándola del brazo con orgulloso aire de posesión.
Por no irse a las manos con él y porque no riese solapadamente al verle esperar horas y horas en el vestíbulo, se apostaba en la calle, espiando las entradas y salidas da Ferragut.
Su cuenca estaba minada por fuegos subterráneos, que buscaban salidas extraordinarias por el Vesubio y el Etna y respiraban continuamente por la boca del Stromboli.
Mi mujer no aparece por aquí sino cuando hay visita Entonces, sí, viene hecha un brazo de mar, oliendo a esencias y demonios colorados Pero traerme las tisanas, apuntar las prescripciones del médico, hacerme un poco de compañía hablando o leyéndome algo ¡De eso, nada! Ahora le ruego que me cure el vejigatorio, y, en cuanto se lo digo, cambia del todo su fisonomía Comienza a buscar salidas para zafarse.
Quedóse Currita desconcertada, como le sucedía siempre con las salidas intempestivas de aquella criatura.
Trotaban, arrastrando los pesados armatostes, las docenas de muías gordas y lustrosas salidas de las cuadras de los molinos, con los rabos encintados, las cabezas adornadas con vistosas borlas y entre las orejas tiesos y ondulantes penachos.
Juanito y las dos mujeres, después de una hora de espera viendo las entradas y salidas de los clientes, que andaban con aire discreto, como influidos por aquel ambiente de seráfica calma, fueron admitidos a la presencia del gran hombre.
Tambien debemos advertir que en aquellas salidas lo acompañaba constantemente Soledad, y nunca la señá María Josefa, a quien el millonario seguia mostrando tanta esquivez y desprecio como adoracion fanática a la hija de que le era deudor.
—Por cierto, señoras hermanas y compañeras mias, que nunca mi intento fué, es, ni será otro que daros gusto y contento en cuanto mis fuerzas alcanzaren, y así no se me hará cuesta arriba este juramento que me piden, pero quisiera yo que se fiara algo de mi palabra, porque dada de tal persona como yo soy, era lo mismo que hacer una obligacion guarentigia, y quiero hacer saber a vuesa merced que debajo del sayal hay al, y que debajo de mala capa suele estar un buen bebedor, mas para que todas estén seguras de mi buen deseo, determino de jurar como católico y buen varon: y así juro por la intemerata eficacia donde mas santa y largamente se contiene, y por las entradas y salidas del santo Líbano monte, y por todo aquello que en su proemio encierra la verdadera historia de Carlomagno, con la muerte del gigante Fierabras, de no salir ni pasar del juramento hecho, y del mandamiento de la mas mínima y desechada destas señoras, so pena que si otra cosa hiciere o quisiere hacer, desde ahora para entónces, y desde entónces para ahora lo doy por nulo, y no hecho ni valedero.
—Y hay dellos tan comedidos, especialmente estos dos que de aquí se van agora, que se contentan con mucho ménos de lo que por nuestros aranceles les toca: otros dos hay, que son palanquines, los cuales como por momentos mudan casas, saben las entradas y salidas de todas las de la ciudad, y cuáles pueden ser de provecho, y cuáles no.
Bien parece que no sabe las entradas y salidas de los impresores, y las correspondencias que hay de unos a otros, yo le prometo que, cuando se vea cargado de dos mil cuerpos de libros, vea tan molido su cuerpo, que se espante, y más si el libro es un poco avieso y no nada picante.
Pues no anduve yo en Sierra Morena, ni en todo el discurso de nuestras salidas, sino dos meses apenas, y ¿dices, Sancho, que ha veinte años que te prometí la ínsula? Ahora digo que quieres que se consuman en tus salarios el dinero que tienes mío, y si esto es así, y tú gustas dello, desde aquí te lo doy, y buen provecho te haga, que, a trueco de verme sin tan mal escudero, holgaréme de quedarme pobre y sin blanca.
Con esto, me despedí al punto de entrambos, y ella, arrancándosele el alma, al parecer, se fue con su padre, y yo, con achaque de buscar las yerbas, rodeé muy bien y a mi placer todo el jardín: miré bien las entradas y salidas, y la fortaleza de la casa, y la comodidad que se podía ofrecer para facilitar todo nuestro negocio.
Y, como ya sabía muy bien todas sus entradas y salidas, y más con el alboroto que de secreto en ella andaba, nadie me echó de ver.

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