Ejemplos con sacaras

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

-Yo vacilé largo rato antes de presentarme a ti, pero el deseo de que me sacaras de una cruel duda me decidió.
-Si yo viviera aquí mucho tiempo -continuó el buen Bermúdez-, arreglaría las cosas de manera que tú, hija mía, sacaras de estas singulares ventajas que rodean a Peleches, todo el interés y la substancia que ellas son capaces de dar, para hacerte la vida, no solamente llevadera, sino deleitosa. Tendría, por ejemplo, una embarcación ligerita y segura, para recrearte y recrearnos en los placeres de la mar, haría convertir, o convertiría yo a mis expensas, ese mal camino que nos une con el del Estado, en una calzada en regla, tendríamos un carruaje cómodo que nos llevara y nos trajera por esas comarcas de Dios, tan dignas de visitarse, en lugar de las infames tartanas de que se puede disponer ahora por las condiciones de nuestros infernales caminos, tendría... ¡qué sé yo lo que tendría, en mi ardiente deseo de verte gozosa y alegre y sana en el solar de nuestros mayores! Pero esto has de resolverlo tú misma, y a tu resolución absoluta y soberana queda. Conste así, con el testimonio, algo sospechoso, de cierta zaina rondeña que nos escucha, reventando por declarar que no vale toda su tierra de lobos contrabandistas, un puñado de lo que se coja en la parte más triste de cuanto se ve desde Peleches. Entre tanto, echaremos mano de los recursos de que podemos disponer, hoy por hoy, y con ellos solamente, yo te prometo, hija mía, que si perseveras en tus buenos propósitos, no has de aburrirte un minuto aquí, por muy recio que llegue a tronar, como Dios nos dé salud... Ahora, y por de pronto, tenga usted la bondad, señora Catana, de ordenar que se nos sirva en seguidita el desayuno, y con las fuerzas que nos dé y mientras le tomamos, o de sobremesa, haremos el plan de campaña para hoy, o para toda la quincena, si nos conviene a ti y a mí. ¿No es cierto, Nieves?... Pues andando para dentro. Pero aguardaos un poco y oídme la última palabra, como ahora se dice: recorriendo con la vista la inconmensurable extensión de estos horizontes, y respirando el ambiente, medio terral, medio salino, que llena todo el panorama, y anima y engrandece el espectáculo de sus términos y detalles maravillosos, ¿no es verdad que se siente uno como más fuerte y más satisfecho? ¿que si se tienen penas se olvidan? ¿que si le dominan a uno rencores los acalla? ¿que si vacila entre lo cierto y lo falso, entre lo útil y lo pernicioso, entre lo nimio y lo grande, se le revela de pronto, y como por milagro, la verdad desnuda y clara? ¿que no nos asalta, en fin, una idea que huela a innoble, ni un deseo que no sea honrado? Respondedme con franqueza.
- No sé qué dezir, señor, sino la espalda, y avn osaria jurar que si pusieras vna poca de más fuerça pasaras del braço al elefante por el cuero y por las entrañas, y se lo sacaras por la boca.

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