Ejemplos con rutina

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Como aconsejaba san Josemaría, habitualmente leen todas las oraciones de las partes fijas de la Santa Misa, sin limitarse a rezarlas de memoria, como modo práctico de evitar la rutina y las distracciones.
La motivación de quien codifica este código radica en el afán de maximizar el reuso de una rutina mediante una generalización excesiva.
Habla acerca de la historia de Nina, una mujer que día tras día sigue su rutina, sin parecer nada en especial, pero los viernes en la noche se convierte en una bailarina profesional aclamada por las masas.
De manera semejante a su tratamiento de Pablo en su Conversión en el camino de Damasco, Caravaggio hace la crónica del momento en que la rutina diaria queda interrumpida por lo milagroso.
Poco después de arribar a Los Ángeles, Sid tomó parte en dos películas, Tars and Spars, basada en una rutina de comedia de tiempos de guerra que él había hecho mientras estaba en la guardia costera, y The Guilt of Janet Ames.
Los muertos se quedan inmóviles al borde de la vida, espiando a las nuevas generaciones, haciéndolas sentir la autoridad del pasado con un rudo tirón en su alma cada vez que intentan apartarse del sendero marcado por la rutina.
En el cosmoses decir, en el diccionarioestán los nombres de todas las cosas, pero están mal aplicados, porque están aplicados según costumbre mecánica y en forma que, lejos de provocar un acto de conocimiento y de creación, favorecen la rutina, la ignorancia, la estupidez, la charlatanería gárrula y el discurso vulgar, vacío y memorista.
Al cabo, entre lo más remoto de su progenie, halló ciertos que le convinieron, pues sobre salirse este apellido de la rutina forestal de los demás, amén de ser muy sonoro, tenía sus ribetes de empingorotado.
Desnoyers marchaba unido a su mujer por una rutina afectuosa.
Dedicadas estas pobres gentes a la agricultura y a la ganadería, sólo conocían los principios que una rutina ignorante les había trasmitido, y que no era bastante para sacarlos de la indigencia en que necesariamente debían vivir, porque el terreno por su clima es ingrato, y por su situación lejos de los grandes mercados no les produce lo que era de desear.
Y tal es la fuerza de la rutina, que, hasta hace pocos años, en los buques de vapor el sitio de preferencia era la popa, sobre la hélice que lo hace temblar todo y donde es más violento el balanceo.
Sarrió deseaba con afán emanciparse de la rutina y de las ideas mezquinas, romper los moldes estrechos en que yacía aprisionado y entrar de lleno en el dominio de su propia conciencia y de sus derechos.
Peor aún que la sequedad, es para nuestra agricultura la ignorancia y la rutina del pueblo labrador.
Arrastradas por la rutina, hasta sentían tentaciones de rezar por el pobre animal.
Aunque era partidario de las audacias financieras, siempre que pensaba en la posibilidad de poner en práctica sus entusiasmos surgían en él la prudencia y la desconfianza, los escrúpulos de la rutina comercial, como una herencia de raza.
Al poco tiempo de fundar su establecimiento, cuando aún la primera guerra carlista tenía en suspenso la suerte de la nación, don Eugenio se formó insensiblemente una tertulia junto a su mostrador, sobre el cual, como una antorcha simbólica de la rutina comercial, lucía un enorme velón de cuatro mecheros, fabricado con más de arroba y media de bronce.
Baldomero II, las prácticas y procedimientos comerciales se apartaron muy poco de la rutina heredada.
Sale, se dirige a la calle de la Magdalena, y se para ante el escaparate de la tienda de tubos, obedeciendo a esa rutina del instinto por la cual, cuando tenemos un encuentro feliz en determinado sitio, volvemos al propio sitio creyendo que lo tendremos por segunda vez.
Don Manuel no era ningún lince, pero afiliado platónicamente desde muchos años atrás al partido moderado puro, hecho a leer periódicos, conocía la rutina, y había tomado tan a contrapelo el chasco de González Bravo y la marcha de Isabel II, que se disparaba, poniéndose a dos dedos de ahogarse, cuando el sobrino, por molestarle, le contradecía, disculpaba a los revolucionarios, repetía las enormidades que la prensa y las lenguas de entonces propalaban contra la majestad caída, y aparentaba creerlas como artículo de fe.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba