Ejemplos con ruiseñor

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Barnum, quien le organizó una serie de presentaciones en los Estados Unidos apodándola el ruiseñor sueco.
Apodada el ruiseñor brasilero, diminuta y elegante poseía una voz de soprano flexible y clara que la hizo indispensable en los personajes ina de ópera así como en La Traviata, Rigoletto y otros roles del belcanto italiano además de Julieta de Romeo et Juliette de Gounod, su papel por excelencia.
El prejuicio también es tema de Matar a un ruiseñor.
Juan José Díaz Valla, El Ruiseñor de Triana, cantaor de flamenco y padre de la cantante PATRICIA VELA.
Por su carácter pacífico y la sobria y delicada belleza de su plumaje, el diamante de Bichenov es una mascota bastante frecuente en las casas de los amantes de las aves, aunque, obviamente, carece de la popularidad que si tienen otras especies como el canario, el jilguero y el ruiseñor.
Fue conocido entre sus compañeros como el ciclista ruiseñor por amenizar las concentraciones con su equipo, cantando y demostrando su gran voz.
En ocasiones emite un canto imitativo que recuerda al del ruiseñor.
Matar un ruiseñor se destaca por sus numerosas alusiones a temas legales, particularmente en aquellas escenas que transcurren fuera del recinto de la corte, y ha atraido la atención de los expertos en leyes.
Es más aún, la víctima de la injusticia racial en Matar un ruiseñor tenía limitaciones físicas, lo que hacia que no hubiera podido cometer el acto del cual era acusado, pero a la vez lo limitaba en varias otras formas.
A pesar de sus temas, Matar un ruiseñor ha sido blanco de campañas para eliminar su uso en las aulas de escuelas públicas.
Siendo una novela gótica sureña y un Bildungsroman, los temas principales de Matar un ruiseñor comprenden la injusticia racial y la destrucción de la inocencia.
Un crítico explicaba el impacto de la novela diciendo, En el siglo XX, Matar un ruiseñor es el libro más ampliamente leído sobre el tema racial en norteamerica, y su protagonista, Atticus Finch, es el personaje de ficción más destacado de heroismo racial.
Ambos perros se llaman así en honor a la novela de Harper Lee Matar a un ruiseñor, una de las novelas preferidas de Jake Gyllenhaal.
Junto a la escritora Harper Lee, autora de Matar a un ruiseñor, Capote entrevistó a la policía y a conocidos de los Clutter, aún antes de que se supiera el nombre de los sospechosos, Dick Hickock y Perry Smith.
Flamenco chileno, Pavo real, Pingüino de Humboldt, Alimoche, Buitre leonado, Turaco violeta, Paloma - faisán de nuca blanca, Paloma de Nicobar, Tucán sulfuroso, Tragopán sátiro, Rulrul, Paloma coronada, Suimanga espléndido, Ruiseñor del Japón, Pico de espalda dorada, Pelícano ceñudo, Pato de cara blanca, Silbón de Chile, Pato de las Bahamas, Marabú, Lorito murciélago de péleo azul, Lorito cacique, Cotorra guaruba, Ibis sagrado, Hoco mayor, Pájaro paraguas, Goura victoria, Ganso de Hawaii, Ganso del Nilo, Barnacla canadiense, Faisán de Palawán, Diamante de Gould, Chajá moñudo, Cisne de cuello negro, Cálao terrestre.
De mala gana El ruiseñor de Nápoles abandono su ciudad natal para llegar a la brumosa Viena.
Para sus poesías, El Ruiseñor del Paraguay adoptó el estilo de resaltar la belleza, la cordialidad, la fraternidad y la gran predisposición a la amistad que tiene el pueblo paraguayo, gracias al carácter especial y la particular manera de ser que ostenta.
Por ejemplo, un avión cazabombardero era un ruiseñor, o un carro de combate una tortuga.
La tradición acabó llamándola Ruiseñor de Cristo.
Myadestes elisabeth o ruiseñor , especie de ave endémica de Cuba, pertenece a la familia Turdidae del orden Passeriformes.
Su película favorita es Pequeña Miss Sunshine, y su libro favorito, Matar a un Ruiseñor.
El paisaje es muy quebrado y montañoso, de gran valor botánico con plantas únicas de estos parajes, que dan cobijo a una fauna muy diversa como son la cabra montés, buitre, halcón, ruiseñor, etc.
Un ruiseñor penetró en aquel momento en la iglesia portando un anillo en el pico y lo colocó en su dedo, por lo que volvió a ser abad de Leire hasta que Dios quiso que viera la eternidad que tanto le había intrigado.
Tras la expectación inicial, decidieron celebrar un Te Deum para dar gracias a Dios, en el que Éste habló al abad y le dijo: Virila, tú has estado trescientos años oyendo el canto de un ruiseñor y te ha parecido un instante.
En ello, un ruiseñor le distrajo hacia una fuente donde se quedó dormido.
Después de almorzar en el hotel visitaron el campo de la feria, subieron a la cabeza de la enorme estatua, contemplando la planicie bávara, sus lagos y sus lejanas montañas, recorrieron la Galería de la Gloria, llena de bustos de bávaros célebres, cuyos nombres leían por primera vez, y acabaron yendo de barraca en barraca, admirando los trajes de los tiroleses, sus bailes gimnásticos, sus gorjeos y trinos iguales a los del ruiseñor.
Le digo a usted que cuando soltaba un ajo, que en ella eran signo de hallarse contenta, se quedaba uno embobado y sonriente como si escuchase una nota de ruiseñor.
También es poeta: lleva ganadas no sé cuántas rosas naturales y englantinas de oro en Juegos Florales, pero siempre en catalán, porque este ruiseñor es mudo cuando se sale del jardín de su tierra.
Retorno encantador que sería solo censurable si romanticismo significara otra vez el tumulto forense de una poesía callejera, mas no si regresáramos, por los collados de Bécquer, al reclamo lunático, al epitalamio triste del ruiseñor y la noche.
Y en todos estos parajes veremos a aquella mujer, tan sensible y reflexiva, tan amante y soñadora, siempre al través del prisma de colores de una flora inagotable, siempre al son del canto del ruiseñor, siempre oyendo bajo nuestros pies, sobre nuestra cabeza y a nuestro lado, el rumor melancólico del agua, reluciente ú oculta, despeñada o juguetona, y siempre entre la magia de los recuerdos históricos, de los primores artísticos, de las tradiciones románticas, de las solemnidades religiosas y del patético gemido que exhala todo lo decadente, todo lo desgraciado, todo lo que pasó.

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