Ejemplos con rigiendo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Esta filosofía sigue vigente, rigiendo las decisiones a la hora de establecer prioridades de actuación.
Propónese al país, sujeto a la ratificación de la ciudadanía, al Capitan General don Augusto Pinochet Ugarte, para ocupar el cargo de Presidente de la República en el periodo presidencial siguiente al que está rigiendo.
Desde entonces vienen rigiendo acertadamente el Santuario primero, y luego su Parroquia.
Ahora es el pueblo quien está rigiendo su futuro.
Costello pasó los últimos años de su vida en semi reclusión, rigiendo una granja de aguacates.
Las Leyes provincial y municipal vigentes en Puerto Rico seguirán rigiendo en cuanto no se opongan a las disposiciones del presente Decreto y a las modificaciones introducidas por la ley Electoral mientras el Parlamento colonial no estatuya sobre estas materias.
En otros países, como Alemania, el principio sigue rigiendo y el Juez debe informarse por sí de las reglas de ordenamientos ajenos al propio, aunque para facilitarlo también se permite la prueba de éste.
Aquel hermoso corazón, tan trabajado por el amor contenido, no quería seguir rigiendo.
Ahora eran casi todas esposas obesas y tranquilas, madres de familia felices, rigiendo una casa bien abastecida.
Dicho esto, besó al chiquillo y entregolo al brazo secular de la madre y criadas para que le diesen su cenita y le llevaran a la cama, donde pronto se quedaría dormido como un ángel, y soñaría tal vez que se hallaba en el picadero de Caballerizas, rigiendo un vivaracho y airoso potro en compañía del futuro Rey de España.
El amigo Ansúrez tenía su puesto en el más profundo sollado, rigiendo a los que conducían la pólvora y municiones desde los pañoles a la batería.
Por el bienestar que me rodea y las comodidades que disfruto, doy gracias a Dios y a mi hermana Catalina, sintiendo mucho no poder dárselas más que con el pensamiento, pues desde que volví de Atienza no he visto a la bendita religiosa, que ahora está rigiendo la comunidad Concepcionista Franciscana de Talavera de la Reina.
Al estribo derecho venía el esposo y tío, rigiendo magistralmente su hermoso caballo.
¿Cómo sabemos que continuarán rigiendo? claro es que al fin hemos de parar a la analogía: saldrá mañana porque ha salido hoy, y salió ayer, y no ha faltado nunca, ¿cómo sabemos que la primavera traerá consigo las flores, y el otoño los frutos? porque así sucedió en los años anteriores.
Hace algún tiempo que mi amigo Rafael y yo, más enamorados de la muerte que de la vida, dimos un largo paseo por el mar a las altas horas de una tranquila noche de verano, sin otra compañía que la implacable luna, y rigiendo por nosotros mismos un barquichuelo del tamaño de un ataúd.
La sucesión rítmica y gradual de la vida, sin remansos ni rápidos, de modo que la voluntad, rigiendo el paso del tiempo, sea como timonel que no tuviera más que secundar la espontaneidad amiga de la onda, es, pues, idea en que debemos tratar de modelarnos, pero no ha de entenderse que sea realizable por completo, mucho menos desde que falta del mundo aquella correlación o conformidad, casi perfecta, entre lo del ambiente y lo del alma, entre el escenario y la acción, que fue excelencia de la edad antigua.
Padre nuestro, generador, que va por las alturas rigiendo fuerzas.
Siempre que el hombre contemplando el orden y la magnificencia que realmente existe en la naturaleza adora un poder superior, el espíritu de la superstición es dulce y apacible, pero al contrario, cuando se han supuesto rigiendo al universo obras de la imaginación y del terror de los hombres, la superstición toma las formas más crueles y atroces.
Acostumbrados los peruanos a obedecer ciegamente las órdenes de los Incas, aunque estaba Atahulpa prisionero, entregaban sumisos con su orden el oro de los templos y de los palacios, calmados con la esperanza de ver a su monarca otra vez en libertad rigiendo su imperio, y el preciado metal corría a torrentes por toda partes a Cajamalca, y el rojo metal arrastraba tras sí la ruina del venturoso imperio.
Tú, que rigiendo de la noche el carro,.
Cuando estas dejaron de dominar, rigiendo el opuesto sistema de gobierno el Sr.
Pero, como había salido de la ciudad en viaje de inspección a las policías de los departamentos, no podía dejar de visitar, siquiera por fórmula, la Comisaría de Los Sunchos, que seguía rigiendo mi viejo amigo don Sandalio Suárez, el más asiduo de los concurrentes a todas las manifestaciones de simpatía que se me habían hecho.
Por el bienestar que me rodea y las comodidades que disfruto, doy gracias a Dios y a mi hermana Catalina, sintiendo mucho no poder dárselas más que con el pensamiento, pues desde que volví de Atienza no he visto a la bendita religiosa, que ahora está rigiendo la comunidad Concepcionista Franciscana de Talavera de la Reina.
¡Poco gozaba la duquesa cuando, en el paseo, en las carreras, en los teatros, en los bailes y recepciones, veía a su amante rigiendo el freno de soberbios caballos o el guía de magníficos automóviles, distinguiéndose entre los demás por la elegancia de sus ropas, por el buen gusto y riqueza de sus alhajas, por la gallarda varonía de su actitud! ¿Qué satisfacción comparable a la de saber que todo aquel fausto provenía de ella, y que, por tal causa, el buen mozo, que era su dueño, era también su esclavo?.
Desde que entró en la villa, y vio sus calles empedradas, y sus tiendas aparatosas, y tantos señores de levita, y por aquí uno en carruaje, y otro por allá rigiendo engalanado bruto, y damas de rosado cutis que arrastraban faldas de vaporoso telas, miró con asco los remiendos de su ropaje, y tuvo por afrenta el cisco que te tiznaba las manos y la cara.
Al verle, recio y resuelto, en la madurez de su edad, rigiendo su generoso bridón, sonriendo lleno de confianza entre las nubes de dardos y los remolinos de la batalla furiosa, repetían que un encanto le hacía invulnerable.
Con las hoces, con las bisarmas, con palos, se les podía despachurrar, ¡echarles al río! Y la columna avanzaba, ya se divisaba, a la cabeza de los marciales jinetes, el comandante, rubio, corpulento, rigiendo un caballo que manoteaba.
hay de cosas semejantes, sino que cada uno vive como quiere, rigiendo sus hijos.

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