Ejemplos con restauración

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¡paparruchas! ¡Atrévanse con don Fulano, y ya les dirá él cuántas son cinco! Y así, sin más dudas ni recelos, atravesó el señor Joaquín la borrasca revolucionaria y entró en la restauración, muy satisfecho porque don Fulano sobrenadaba, y se apreciaban sus méritos, y tenía la sartén por el mango hoy como ayer.
La Restauración es cosa hechaconcluyó con acento profético, pero sólo llegaremos a ella atravesando un charco de sangre ¡Preveo para España un con todos sus horrores!.
La primera pifia que ha dado la Restauración ha sido abrir la puerta a esta canalla ¡Dejar que se forme ahí una almáciga de intrigantes, una de hipócritas revolucionarios!.
La munificencia de los esposos Villamelón sufragaba todos estos gastos, que había de pagar el fiel amigo cuando al verificarse la Restauración pudiera sacar el jugo a la cartera, precio de sus misteriosos papelitos.
No creas, por eso, que me niego también a contribuir a los fines de la asociación como una de tantas Sé muy bien que lo de socorrer a los heridos es una pantalla, que se trata de preparar al ejército No importa: yo también contribuiré a ello, pero sin disfrazarlo de obra caritativa Lo hago, porque he visto nacer al príncipe y le miro y le quiero como cosa mía, y lo hago, sobre todo, porque se me ha prometido solemnemente que el primer cuidado de la Restauración será restablecer la unidad católica, que sin este requisito, nada, nada haría.
Y venía, en efecto, pero no venía sola Venía con ella el tío Jacobo, hablando de cosas que ellos no entendían, ¡qué fastidio! Deudas que era menester pagar, acreedores que querían cobrarse, una firma que era necesario sorprender a Villamelón al pie de un pagaré por tres veces protestado Un préstamo, un mero préstamo pagadero al verificarse la Restauración, cuando pudiera él cobrar lo que habían valido ciertos misteriosos papelitos.
Butrón comenzó a exponer el proyecto, como si fuese desconocido de todos los presentes, haciendo caso omiso de la junta y presentando con grande habilidad la fiesta deseada, como el eje sobre que había de girar la ejecución del proyecto, la restauración del trono, la felicidad de España y la paz del mundo y el equilibrio europeo.
Lo que tú dices es cierto, Beatriz, pero la pifia de Bravo Murillo la enmendé yo mismo María acudió entonces a mí muy alarmada, pidiendo explicaciones categóricas, y yo la prometí solemnemente que la Restauración conservaría a todo trance la unidad católica como la joya más preciada de las glorias de España.
Y además, desconfiaba ella mucho de la actitud de esta e ignoraba hasta qué punto podría contarse con ella para los trabajos de la Restauración Cierto que su amistad con la reina destronada había sido siempre íntima, leal y consecuente, pero le constaba a ella de buena tinta que Bravo Murillo tuvo la impertinencia de comunicar a la marquesa la respuesta dada por el arzobispo de Valladolid a la consulta de si la Restauración había de conservar o no la unidad católica, y esta no podía ser más terminante: No era lícito a ningún partido político prescindir de ella.
Decíase en estos que Jacobo había prestado un gran servicio al partido restaurador, echando a pique con ciertos misteriosos papelitos a tres personajes intrigantes y tramposos que, ávidos siempre de poder y dinero, habían querido en Biarritz, después de la caída de Amadeo, injerirse traidoramente en la restauración del trono, que ellos mismos habían contribuido a hundir cinco años antes.
Nada, doña Ramona, hay que resignarse por algún tiempo a ser reina destronada de Matapuerca La Restauración la restablecerá a usted muy pronto en su trono ¿Y sabe usted lo que estoy pensando?añadió el general como asaltado de una idea repentina.
De aquel caos había de salir la Restauración, y la política del partido dirigía, por lo tanto, todos sus esfuerzos a excitar y mantener el desorden.
Abrió entonces el saco de noticias el general Pastor, y dando a entender, con cierta vanidad política, que callaba mucho más de lo que decía, confirmó todo lo dicho por el , añadiendo que la proclamación de la República era un paso gigantesco dado hacia la Restauración, que los desórdenes más terribles no tardarían en estallar en España, y alarmadas las potencias europeas con los escarmientos de la Commune en Francia, se apresurarían a intervenir en favor del príncipe Alfonso.
Es lo cierto que, en el momento en que lo presentamos a nuestros lectores, volviendo del pasaje Jouffroy para confirmar a sus compatriotas la abdicación del duque de Aosta, la obesidad había trocado su talle de palmera en puchero de Alcorcón, y el arte, la industria y hasta la mecánica trabajaban de consumo y a porfía en la restauración diaria de aquel Narciso trasnochado, en riesgo siempre de convertirse en acelga, como en flor se convirtió el antiguo Narciso de la mitología griega.
En un cajón de su escritorio estaba en un cuadrito la estampa de la Virgen de Regla que el día de su marcha le había regalado su madre, púsola en pie, delante de sí, apoyada en el tintero, y comenzó a escribir, a escribir, y se llevó dos horas escribiendo Estaba contentísimo, sus negocios marchaban muy bien, y la Restauración era cosa segura.
Divertía esto mucho a las damas, porque claro está que ello había de allanar el camino de la Restauración porque ansiosas trabajaban, pero lo temible, lo negroy el marqués acentuaba los pavorosos tintes de su rostro, enarcando las pieles de sus cejas, era que los carlistas comenzaban a removerse en el norte, y los republicanos en todas partes, y hacíase difícil defender de tanta boca abierta la única y apetecida tajada.
Las damas acudían a la Fuente Castellana, tendidas en sus carretelas, con clásicas mantillas de blonda y peinetas de teja, y la flor de lis, emblema de la Restauración, brillaba en todos los tocados que se lucían en teatros y saraos.
Pasóseles por alto a todos los demás este pequeño incidente, distraídos con la negra pintura de la situación actual, que deliberadísimamente les hacía el peludo diplomático, sabía muy bien que eran el brazo derecho de los políticos de la Restauración las señoras de la grandeza, y tenía él a su cargo enardecer y dirigir el celo de tan ilustres conspiradores.
¡Olózaga! El y sólo él sirve de puntal a esta situación que se desmorona Sin su habilidad y sus esfuerzos, tendríamos ya la Restauración planteada hace medio año.
¡La resurrección, la rehabilitación, la restauración cortesana es ya un hecho consumado!.
Basilio Andrés de la Caña, ni Montes, éste porque San Joaquín estaba , aquél porque ya se iba cargando de la pertinencia con que Rubín se burlaba de sus profecías sobre la proximidad de la Restauración.
Desde la restauración de su legalidad doméstica había abandonalo por completo las lecturas filosóficas, reverdeciendo en su alma el mal curado dolor de su afrenta y los odios vengativos.
Y de este modo se verificó aquella restauración, aquel restablecimiento de la vida legal.
Juan Prim, porque sé lo que digo Y como la restauración depende de mí, y yo no he de hacerla Pero de esto no se trata ahora.
Después sostuvo el Delfín, con ejemplos de Francia e Inglaterra, que ninguna Restauración había prevalecido, mas todos se negaron a seguirle por los vericuetos históricos.
Él no era partidario de la Restauración, pero había que respetar los hechos consumados.
Baldomero estaba con la Restauración como chiquillo con zapatos nuevos.
Entraban a la sazón por la puerta de la capilla muchas personas: las señoritas de Molende, el juez de Cebre, el cura de Ulloa, conducidos por don Pedro, que los traía allí con objeto de que admirasen los trabajos de restauración.
Y en lo de mi partida, sea luego, que yo no tengo más voluntad que la vuestra: disponed vos de mí a toda vuestra guisa y talante, que la que una vez os entregó la defensa de su persona y puso en vuestras manos la restauración de sus señoríos no ha de querer ir contra lo que la vuestra prudencia ordenare.

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