Ejemplos con repulsivo
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Su utilización se reserva para casos de extrema necesidad, ya que los eldar consideran repulsivo su parecido a la profanación de tumbas.
El olor de tioles es a menudo fuerte y repulsivo, en particular los de bajo peso molecular.
Fue condenado por Jacobo I de Inglaterra por repulsivo para el olfato, desagradable para la vista, peligroso para el cerebro y nocivo para los pulmones.
Pese a su aspecto repulsivo pueden metamorfosearse, por ejemplo en mujeres atractivas.
Cuando sobrevuelan los dos el ayuntamiento, el criminal al disparar al helicóptero hace que se desestabilice y caiga a la terraza, temerosos los dos, Meg muerta de miedo se abraza a Neil y se lamenta de no haber tenido nunca un primer beso, al final aunque Meg siempre encontró repulsivo a Neil acaban besándose, mientras el asesino de periodistas se dispone a disparar hasta que Hugh Downs se enfrenta al criminal y lo detiene salvándoles la vida a Meg y a Goldman.
Éste determinará, según el olor, considerar a alguien agradable o repulsivo, un resultado positivo será fundamental en el proceso de atracción.
Lucy Martin: Una joven que elige entre casarse con un hombre adinerado pero repulsivo o esperar a su verdadero amor, para complacer a su anciana madre.
En su declaración, Snodgrass describió el estado de Poe como repulsivo , con su pelo despeinado, demacrado, su cara sin lavar y ojos vacíos y sin brillo.
Eran también muy útiles contra les enemigos a caballo, ya que el olor del camello és totalmente repulsivo para un caballo, haciéndoles recios a entrar en batalla o incluso a estar imediatamente allí.
Vinicio y Petronio esperaron en la casa del segundo, hasta que recibieron la visita del filósofo, quien tenía un aspecto repugnante: no era viejo pero lo parecía, era feo, con harapos horribles, y faltándole dos dedos en la mano, al verlo por primera vez se pensaría que es jorobado, era un ser repulsivo.
Sapo es un ser repulsivo y con una figura realmente desagradable, y hay que destacar que la higiene del mutante es muy pobre, así que Sapo apesta.
Su única pega es el entusiasmo que siente por todo tipo de bicho repulsivo los cuales colecciona y tiene en tinajas dentro del armario de su habitación: babosas, gusanos, serpientes y anguilas entre otros.
Julio, que no se aplacaba con dones, aparecía tranquilo a fuerza de cansancio, y la fatiga de haber rugido furiosamente desplegaba su frente huraña y le hacía aparecer menos repulsivo.
Sacó del seno un montón de papeles y los despidió, con ademán repulsivo, sobre el mostrador.
Zaldumbide los trataba bien, pero eso no evitaba que el espectáculo fuera repulsivo.
Yo haré que el Duque salga de esta casa, sin escándalo, sin que se entere nadie del motivo, sin exponerte a cometer una bajeza, de la cual te arrepentirías No creas que lo hago por él, a quien detesto Desde que llegó me ha sido profundamente repulsivo ese hombre.
En uno de ellos traía un cristal o hábilmente sujeto, que daba a su fisonomía un aspecto excesivamente impertinente y repulsivo.
¿Y cómo me explico que siendo para mí tan antipático y repulsivo el ver a hombres matando sin piedad a otros hombres, me hayan encantado las carnicerías de Clavijo, Calatañazor y las Navas de Tolosa? ¡Matar hombre a hombre! ¿Y yo adoré esto, y yo rendí culto a tales brutalidades y las llamé glorias? ¡Glorias! ¿No es verdad, amigo mío, que muchas palabras de constante uso no son más que falsificaciones de las ideas? El lenguaje es el gran encubridor de las corruptelas del sentido moral, que desvían a la humanidad de sus verdaderos fines.
Era imponente la fealdad de la bruja: tenía las cejas canas, y, de perfil, le sobresalían, como también las cerdas de un lunar, el fuego hacía resaltar la blancura del pelo, el color atezado del rostro, y el enorme o papera que deformaba su garganta del modo más repulsivo.
La fisonomía irónica y dura de los loros, su casaca verde, su gorrete encarnado, sus botas amarillas y por último las roncas palabras burlescas que suelen pronunciar, les dan un aspecto extraño y repulsivo entre serio y ridículo.
Martín no podía, a pesar de sus inveterados rencores, mostrarse repulsivo a tales pruebas de benevolencia, mucho más cuando la hija de Cerezuelo, con frases laterales y de soslayo, le había ofrecido su protección.
El despecho crónico había dado a este rostro un mohín repulsivo y una siniestra contracción que se avenía muy bien con las formas de la figura y su atavío.
Entonces fue Pablo quien retrocedió a su vez al brillo repulsivo de aquella arma innoble, que le hirió la vista como la luz de una centella.
Pero su aspecto era tan repulsivo como grande era su valor.
Y éste tomaba el baño en el hammam, entre las risas y las burlas de los esclavos, que decían: ¡Mejor quisiéramos tener la herramienta pelada de un borrico, que el asqueroso zib de este jorobeta! Y efectivamente, hermana mía, el jorobado es muy feo y repulsivo.
¡Cómo le consuela todo esto! Pero en seguida se le ponen delante sus tres camaradas y consejeros, furibundas las miradas y mostrando en sus espumantes bocas víboras por lenguas, ante el cual aspecto, repulsivo e infernal, la visión consoladora desaparece, quedando en su lugar un hombre de blanco mandil, que te pide por cada gota de agua una moneda.
-Mira, hija mía -la dijo entre otras cosas-: el hombre más antipático y repulsivo desde lejos, tiene, estudiado de cerca, condiciones que le hacen, si no encantador, por lo menos tolerable.
Espectáculo extraño que hubiera sido repugnante si la juventud y la hermosura no tuvieran el privilegio de transformar en bello lo deforme, y de cubrir el eco repulsivo de las orgías mercenarias con el rumor de las carcajadas que se escapan de unos labios sonrosados y frescos y con el fuego que despiden unos ojos, iluminados por la pasión, por la alegría y por el placer.
Era todavía más innoble su cara que la de éste y más repulsivo el conjunto de su persona: tenía un chirlo en la nariz, que se la dividía casi por mitad, y un ojo medio borrado.
todo ello, que era lo más, visto a través de las lentes pesimistas de mis ojos, se imponía al resto, que era, relativamente, muy escaso, y me presentaba toda la superficie del Puerto bajo un aspecto feroz y repulsivo.