Ejemplos con rellenaban

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Primeramente se excavaban las zanjas a gran profundidad y se rellenaban de piedras y escombro.
En el pasado se rellenaban los colchones con sus flores para que el olor de las mismas mataran las pulgas.
Se utilizó una nueva técnica de construcción: el núcleo de la pirámide lo conformaba una estructura de muros de adobe en forma de aspa, rodeada de otros muros, creando compartimentos que se rellenaban con arena y escombros, lo cual supuso un menor coste.
Los chinos rellenaban estas pelotas con cerdas.
Se utilizaban para practicar en la palestra y se rellenaban de tierra, harina o mijo.
Las de los balcones, en vez del guante, usaban unos saquitos llenos a veces de tierra y amarrados por la boca una cuerda larga, los dejaban caer sobre las cabezas de los transeúntes, derribándoles el sombrero y, por consiguiente, produciéndoles en alguna ocasión fuertes contusiones en la cabeza, mientras que otras más ocultas, se aprovisionaban de un latón vacío, lo rellenaban de cáscaras o conchas de berdigones o almejas y, arrollándoles una cuerda sujeta al balcón, lo dejaban caer dando vueltas y produciendo un ruido de dos mil demonios, asustando así a los que por debajo pasaban.
Ocasionalmente se afirma que en la Antigua Roma, así como en la Edad Media, se rellenaban animales con otros animales.
Los gorros rojos habían terminado ya su trabajo, rellenaban otra vez la zanja, reemplazaban cuidadosamente el pasto y las hojas secas de la superficie, para que no se notara nada.
Fue, pues, sustituido en el cargo por el venerable Fromoso, cuyos mofletes se rellenaban cada día más, merced al sabroso alimento y al reposo físico y moral que disfrutara en su nueva vida el buen hombre.
Como aprendizaje del uso de mis armas, escribía en Los Tiempos, diario que era una reproducción agrandada de La Época de Los Sunchos, y mis sueltos incisivos, mordaces, casi siempre animados con una anécdota verdadera o imaginada, se destacaban del resto de aquella prosa indigesta y burda, lana de colchón con que se rellenaban las columnas del periodicucho.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba