Ejemplos con recibieron

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El heroico aventurero, contra la opinión de los suyos, que temían una asechanza, fué a Adrianópolis escoltado solamente por unos cientos de catalanes, y le recibieron con grandes fiestas.
En México, tierra ancha y generosa en la que los cubanos han hallado siempre alegría y calor de propio hogar, lo recibieron con marcadas demostraciones de aprecio.
¡Con qué alegría recibieron las buenas ancianas la carta de la joven! Cuando acabé la lectura estaban llorando.
A las nueve de la noche recibieron las de Pajares la visita de Andresito y su papá.
Este hizo en presencia de ellos grandísimos elogios de su nuevo empleado, y tal vez por eso me recibieron reservados y desdeñosos, pero al ver que se habían engañado, que me esforzaba en ser comedido y cortés, cambiáronse en grata simpatía la reserva y menosprecio manifestados a mi llegada.
Venía el bárbaro dando resoplidos, cual si le rindiera la fatiga de tanto negocio como entre manos traía, y arrojando su pavero en el rincón y limpiándose con un pañuelo en forma de pelota el sudor de la nobilísima frente, soltó este gruñido: Vengo de en ca Bicerra ¿Ustés me recibieron? Pues él tampoco ¡el muy soplao, el muy! La culpa tengo yo que me rebajo a endividos tan disinificantes.
Ya cerca de la iglesia aparecieron dos individuos de Orden Público, que viendo a Maxi en aquel estado, le recibieron muy mal.
Entró a la sazón Moreno Isla, y le recibieron con exclamaciones de alegría.
Llegóse en fin el dia que Andres Caballero se apareció una mañana en el primer lugar de su aparecimiento sobre una mula de alquiler, sin criado alguno, halló en él a Preciosa y a su abuela, de las cuales conocido, le recibieron con mucho gusto.
Ocho dias estuvimos en la isla, guardándome los turcos el mismo respeto que si fuera su hermana, y aun mas: estábamos escondidos en una cueva, temerosos ellos que no bajasen de una fuerza de cristianos que está en la isla, y los cautivasen: sustentáronse con el bizcocho mojado que la mar echó a la orilla, de lo que llevaban en la galeota, lo cual salian a coger de noche: ordenó la suerte para mayor mal mio, que la fuerza estuviese sin capitan, que pocos dias habia que era muerto, y en la fuerza no habia sino veinte soldados: esto se supo de un muchacho que los turcos cautivaron, que bajó de la fuerza a coger conchas a la marina: a los ocho dias llegó a aquella costa un bajel de moros que ellos llaman caramuzales, viéronle los turcos, y salieron de donde estaban, haciendo señas al bajel que estaba cerca de tierra, tanto que conoció ser turcos los que los llamaban: ellos contaron sus desgracias, y los moros los recibieron en su bajel, en el cual venia un judío, riquísimo mercader, que toda la mercancía del bajel o la mas era suya, era de barraganes y alquiceles, y de otras cosas que de Berbería se llevan a Levante, en que ordinariamente tratan los judíos: en el mismo bajel los turcos se fueron a Tripol, y en el camino me vendieron al judío que dió por mí dos mil doblas, precio escesivo, si no le hiciera liberal el amor que el judío me descubrió.
Si el piadoso cielo gusta y quiere que ya tengas algún descanso, leal, firme y hermosa señora mía, en ninguna parte creo yo que le tendrás más seguro que en estos brazos que ahora te reciben, y otro tiempo te recibieron, cuando la fortuna quiso que pudiese llamarte mía.
Ellos lo recibieron de muy buena gana, y dijeron:.
Todas estas pláticas pasaron entre Sancho Panza y Juana Panza, su mujer, en tanto que el ama y sobrina de don Quijote le recibieron, y le desnudaron, y le tendieron en su antiguo lecho.

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