Ejemplos con procurara

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El ataque fue tan rápido y devastador que su capitán, el teniente Pedro Antonio Carvalho, ordenó que sus cañones se concentraran en la artillería argentina y que un equipo procurara hundir el barco mientras él, con parte de la tripulación, abandonaba el navío dirigiéndose en los botes a la costa este.
El ataque fue tan rápido y devastador que el comandante de la Januária, el Teniente Pedro Antonio Carvalho, ordenó que sus cañones se concentraran en la artillería argentina y que un equipo procurara hundir el barco mientras él, con parte de la tripulación, abandonaba el navío dirigiéndose en los botes a la costa este.
Establecía que los indígenas fueran mantenidos sanos por parte del encomendero y además que se procurara su pronta evangelización.
Durante la Reforma Protestante, Martín Lutero aconsejó a Felipe de Hesse que aunque en su parecer la Biblia no se oponía a la poliginia, procurara mantener su segundo matrimonio en discreción para evitar escándalo.
Viendo, pues, Dion al hijo de Dionisio pervertido y estragado en sus costumbres, como hemos dicho, por falta de educación, lo exhortaba a que procurase instruirse, a que rogara con todo encarecimiento al mayor de los filósofos que viniera a Sicilia, y venido que fuese, se pusiera en sus manos, para que, formadas por la razón sus costumbres a la virtud, y asemejado él mismo al ejemplar más divino y más hermoso de cuanto existe, al que cuando obedece todo lo criado, destruido el desorden, resulta lo que llamamos mundo, se procurara a sí mismo y a sus ciudadanos la mayor felicidad, haciendo que lo que ahora ejecutan éstos de mala gana por la necesidad del mando, lo ejecutasen con placer, viéndole mandar paternalmente con prudencia y justicia, y convertido en rey de tirano, pues que las cadenas diamantinas no eran, como decía su padre, el temor, la violencia, la muchedumbre de las naves ni la guardia de diez mil bárbaros, sino el amor, la pronta voluntad y el agradecimiento, producidos por la virtud y la justicia, cosas que, aunque parecen más suaves que aquellas otras fuertes y duras, dan mayor estabilidad al mando.
Me había dado un cuarto contiguo al suyo, para tenerme siempre a la vista o al alcance de la mano y de la voz, limitaba mis relaciones con las chinitas a lo más estrictamente necesario para mi servicio, sin dejarme charlar ni jugar con ellas, registraba todas las noches mi habitación y mis bolsillos para confiscarme los cigarros y cuanto libro de entretenimiento me procurara a hurtadillas, a media noche se levantaba para hacer una ronda por la casa, ver si las criadas dormían y si todo estaba en orden, celosa, hasta la manía, de una moral que, según las malas lenguas, no había sido su culto cuando moza, ni aun en los umbrales de la vejez.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba