Ejemplos con pimpollos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

David Ganadino también compuso varios tangos, entre los cuales destacán: Por una mirada, Gloria, Honor Cuscatleco, Bella como las flores, Los Pimpollos, Club Atlas, Club Salvadoreño.
¿Verdad que deseas ver el ? La novedad de este año es que se presentarán tres pimpollos, recién salidos del colegio, tres chiquillas monísimas.
Arrebata el viento el polen de una flor, lo deja caer en otra de la misma especie, y de allí a poco brotan nuevas yemas y pimpollos.
Por aquí y por allí caían en el mismo instante hojas y más hojas inútiles, pero la mañana próxima había de alumbrar innumerables pimpollos, frescos y nuevos.
Se mete en las casas más honestas, saca los tiernos pimpollos, los conduce socolor de música y fiestas a los barrios bajos, los lleva también a las procesiones, a las fiestas de los conventos.
Jacinto, quien apenas tendría treinta y seis años de edad cuando enseñaba la lengua de Cicerón a los dos pimpollos lozanos del glorioso y antiguo tronco de los López de Mendoza bermejinos.
A estos dos personajes seguirán forzosamente las dos hijas de la marquesa, dos pimpollos, dos flores de Andalucía, lindas, modestas, pequeñas, frescas, sonrosadas, alegres, sin pretensiones a pesar de su nobleza, rezadoras de noche y cantadoras por la mañana, dos avecillas que encantaban la vista con el aleteo de su inocente frivolidad y de cierta ingenua coquetería, de ellas mismas ignorada.
Por estas y otras razones de no menor calibre, doña Narcisa y su linda polluela, la segunda de sus tres hijas, han ido al anochecer a casa de doña Circuncisión, madre de dos pimpollos que son el encanto de los paseos y la ilusión de su casa.
A Dorotea la obsequió con dos fragantes pimpollos de rosa Enrique IV y a su esposo le arregló en el ojal de la levita un pequeño gajo de verde diosma.
Esta se sonrojó un tanto, no contestó una palabra, y se dio priesa a cubrir con unos grandes pimpollos de rosa criolla la parte todavía desnuda del gajito circular de laurel.
Rosa entreabierta al generoso influjo del sol, que ha desplegado ya todas sus hojas, muestra todos sus encantos y recibe los halagos del céfiro, pero que aún conserva aquella forma, aquel color y aquel perfume que sólo guardan los púdicos pimpollos.
primavera, cortándole sus más lozanas ramas, tronchándole sus verdes pimpollos,.
El campo, en toda su extensión, sólo produce paja dura, pasto puna gris o amarillento, pero al reparo de los huesos puntean el trébol y la gramilla, y crecen hermosos, de tallos altos y de hojas anchas, de verde obscuro, llenos de pimpollos y de retoños, y muchas otras plantas abundan, de diferentes familias y de follajes variados.
Algunos opinan que no se llama Abril de Afrodita, sino que, como tiene letra simple, se denomina Abril este mes de que, estando en él en su fuerza la primavera, abre y descubre los pimpollos de las plantas, porque esto es lo que la lengua indica.
Al que empieza y siente los estímulos de la ambición se le ha de permitir el envanecerse y jactarse hasta cierto punto con la gloria que resulta de las acciones distinguidas, ya que las virtudes que nacen y empiezan a arrojar pimpollos en los que son de esta índole, y sus buenas disposiciones, se fortifican, como dice Teofrasto, con alabanzas, y crecen para en adelante a la par de su noble engreimiento, pero lo demasiado, si siempre es peligroso, en la ambición de mando es una absoluta perdición.
Todo era hojas, hojas y un techo de pimpollos, apretados y olientes.
Salomé da vueltas, en puntillas, sobre una hilera de pimpollos que florecen.
Sin dinero, debiéndolo todo en las tiendas, hay mujeres y hombres que salen a la calle hechos unos pimpollos.
El único pesar que le aqueja es la consideración de que algún día, y no lejano, tendrá que separarse de sus pimpollos para darles una educación que allí no pueden recibir, si su padre y sus abuelos no se resuelven, como ella desea, y ellos no quieren, a que sean unos señores labradores, corno lo es su padre.
Los árboles, desnudos del verde follaje, brotan de improviso frescos pimpollos y renuevos lozanos, vistiéndose de tiernas y relucientes hojas.

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