Ejemplos con piensas
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
¿Y qué piensas hacer después de tanto desengaño como vas sufriendo y de tanto disgusto como vamos llevando de estos niquitrefes de levita?preguntó Juana, que no desperdiciaba ocasión de hablar de su pleito.
Vas a tener, Gabrielillo, antes de lo que piensas, el premio de tu buena conducta.
Y ahora que sabes ya lo bien pagada que es tu inclinación, ¿qué sientes?, ¿qué piensas de D.
¿Qué forasteroprosiguió, no se ha enamorado de ti, de cuantos han venido a Villafría, jóvenes, libres y en estado de merecer? Prepara, pues, el almíbar con que sueles propinar las calabazas, si es que también piensas dárselas a éste.
¡Ay, Rorró! Si alguna vez piensas casarte busca una mujer como Angelina.
¿No piensas que me calumnias, que calumnias a tu Rodolfo? Huérfano, desgraciado, pobre, el mundo era para mí un valle de dolores, quise cerrar mi corazón a todo afecto, no amar ni ser amado, cuando te conocí y te amé.
Dices que me amas, y, ciertamente, tu corazón es mío, y a toda hora piensas en mí.
Pero ¿verdad que no me olvidas, verdad que a todas horas piensas en mí? ¿No es cierto que estoy siempre en tu memoria? La semana pasada salimos a pasear.
Dime lo que haces, y en qué pasas el tiempo cuando sales del escritorio, dime si piensas en mí, si te acuerdas de tu Linilla que te quiere mucho, mucho, mucho, y sólo vive para amarte.
A veces creo que estoy sola en el mundo, que nadie me quiere, que tú ya no piensas en mí, en tu pobre Linilla.
Vamos: ¿qué piensas hacer? ¿Sigues los estudios, o te quedas en tu tierra, y en tu casa, para buscarte la vida? Hablé ya con tus tías.
Ya te entiendo, piensas que eres pobre, y que por eso no puedes aspirar a ser amado de esa niña.
Miras el porvenir triste y sombrío, y te dices: ¡No hay esperanza! ¿Y quién te asegura que esa obscuridad no se tornará mañana en espléndido día? Aunque crees que en la vida no hay más que tinieblas, la idea de plácido crepúsculo te hace sonreir, y cuando sueñas con días mejores, ya no piensas en tu Linilla, en la huérfana desventurada.
¿A qué negarlo? ¿No es verdad que a solas, en la soledad de tu pensamiento, miras luminosos días de incomparable felicidad? Sí, y entonces ¡no piensas en mí! Tienes razón.
Pero cuando me pongo triste y con ganas de llorar, entonces cierro los ojos y ¡no te veo! He dado en pensar, cuando esto me pasa, que en esos momentos no me quieres, que no piensas en mí, que me has olvidado, que soy un cadáver en tu memoria.
¡Y me harás creer tú a mí que no piensas en él! Cuando una está encerrada entre tanta cosa de religión, misa va y misa viene, sermón por arriba y sermón por abajo, mirando siempre a la custodia, respirando tufo de monjas, vengan luces y tira de incensario, que le salen a una todas las cosas malas o buenas que ha pasado en el mundo, como las hormigas salen del agujero cuando se pone el Sol, y la religión lo que hace es refrescarle a una la entendedera y ponerle el corazón más tierno.
Vaya, todo eso es cuento ¿Piensas que me voy a creer esas bolas? ¡Como no se acuerde él de mí!, ni falta.
¿Piensas que una ganga como esta se encuentra detrás de cada esquina? Nada, chica, a casarse tocan.
¿Es que piensas volver de compras? El pobre Maxi, al despertar hace un rato, me preguntó si habías venido, y le dije que no.
Para, hijo, paradijo doña Lupe amoscándose, que para esas convidadas no te va a bastar el sueldo de un año, y si piensas que yo cargo con el mochuelo de los gastos, te equivocas.
Ese día estrenaré mi abrigo nuevo y tú la falda que te piensas hacer.
Habrías de empezar por ponerme en antecedentes, por confiarme hasta los menores detalles, entiéndelo bien, hasta los menores detalles, por ponerme al tanto de lo que piensas, de lo que sientes, de las tentaciones que te dan por la mañana, por la tarde y por la noche, en fin, habías de declarar todos, toditos los síntomas de esa maldita enfermedad, y darme palabra de hacer cuanto yo te mandare.
Lo sé, tú piensas, porque sientes, tú me comprendes, porque amas.
¿Pero estás de chanza o? Manolo, ¿en qué piensas? ¿Qué te pasa?.
Es natural, piensas en las que conoces.
Estás equivocada si piensas que vengo de malas.
Tú piensas que, como soy lugareña, creo cuanto me dicen.
Luego, ¿también dijo Sancho se le entiende a vuestra merced de trovas? Y más de lo que tú piensas respondió don Quijote, y veráslo cuando lleves una carta, escrita en verso de arriba abajo, a mi señora Dulcinea del Toboso.
¿Piensas tú que las Amariles, las Filis, las Silvias, las Dianas, las Galateas, las Alidas y otras tales de que los libros, los romances, las tiendas de los barberos, los teatros de las comedias, están llenos, fueron verdaderamente damas de carne y hueso, y de aquéllos que las celebran y celebraron? No, por cierto, sino que las más se las fingen, por dar subjeto a sus versos y porque los tengan por enamorados y por hombres que tienen valor para serlo.
Pues si tú sabes que tienes mujer retirada, honesta, desinteresada y prudente, ¿qué buscas? Y si piensas que de todos mis asaltos ha de salir vencedora, como saldrá sin duda, ¿qué mejores títulos piensas darle después que los que ahora tiene, o qué será más después de lo que es ahora? O es que tú no la tienes por la que dices, o tú no sabes lo que pides.