Ejemplos con penado

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El otro, penado y muerto como de costumbre a las diez hizo su entrada en el palco, presentándole el ramo consabido de camelias y azaleas blancas dicen que le cuesta sus setenta franquillos por noche.
En cambio, no habia en el pueblo, ni en cien leguas a la redonda, quien le ganase a ceder su comida y su cama al desamparado mendigo, a cuidar personalmente a los apestados, a pasarse horas y horas dando alegre conversacion, llena de saludables consejos, a los presos de la Cárcel, a gastar los dias de nieve todo el dinero que tenía en comprar alpargatas a los niños descalzos, a sacar de bracero a tomar el sol a míseros viejos que se baldaban en sus lóbregos tugurios, a reconciliar, en fuerza de lágrimas o de puñetazos, y hacer abrazarse cordialmente, a los matrimonios malavenidos, a los adversarios que ya habian sacado las navajas, a las clases pobres con las ricas, cuando encarecia el pan y se armaba motin, a cada uno con su cruz, a los tristes con su tristeza, a los enfermos con su dolor, al penado con el castigo, al moribundo con la muerte.
Pero ¿quién se atrevía a sacarle del patio de la Fuerza, ni del amparo del Capitán General de la Isla? Padrón, pues, el penado Padrón, sin hipérbole, se hallaba allí protegido por una doble fuerza.
Las voces que el mísero manteado daba fueron tantas, que llegaron a los oídos de su amo, el cual, determinándose a escuchar atentamente, creyó que alguna nueva aventura le venía, hasta que claramente conoció que el que gritaba era su escudero, y, volviendo las riendas, con un penado galope llegó a la venta, y, hallándola cerrada, la rodeó por ver si hallaba por donde entrar, pero no hubo llegado a las paredes del corral, que no eran muy altas, cuando vio el mal juego que se le hacía a su escudero.
¡Quanto más estas que hieruen sin fuego! Catiuanse del primer abraço, ruegan a quien rogó, penan por el penado, házense sieruas de quien eran señoras, dexan el mando e son mandadas, rompen paredes, abren ventanas, fingen enfermedades, a los cherriadores quicios de las puertas hazen con azeytes vsar su oficio sin ruydo.
- Vencido me tiene el dulçor de tu suaue canto, no puedo más suffrir tu penado esperar.
Díselo a la triste e nueua amiga, que no espere más su penado amador.
- ¡Calla, calla, perdido! Estó yo penado e tú filosofando.
¡O tú, señora, alegría de las viejas mugeres, gozo de las moças, descanso de los fatigados como yo! No me fagas más penado con tu temor, que faze mi vergüença.
He dividido la obra en dos partes, treta de discurrir lo penado, dejando siempre picado el.

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