Ejemplos con pegando

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Para realizar los efectos usando este dispositivo, se tenia que grabar por partes en el sampler, pasarlo a cinta e ir pegando sucesivos.
Este la distrae pegando disparos a los cristales y corriendo por escapar mientras recibe otro rayo en la espalda.
Pero a veces usó la escayola para ganar peleas ilegalmente pegando a sus oponentes y al árbitro.
Al poco tiempo de iniciado el segundo tiempo se marca un penal a favor del Nacional, el cual fue ejecutado de manera pésima, pegando el balón en el poste, esta acción sacó fuerzas de flaqueza en el grupo rojiblanco, el cual empezó a invadir la parcela de los del Nacional.
En Anatomía, el músculo flexor radial del carpo o palmar mayor es un músculo del antebrazo humano que se encuentra pegando al supinador largo.
A la pregunta: ¿Se daba cuenta que estaba pegando a los mas importantes lideres militares, personas indefensas? , Shwartzman respondió: Había órdenes muy superiores, que no se ponían en discusión.
Dos enemigos se oponen: Bluto y la Bruja del mar, ella nos tira cráneos de esqueleto pero las podemos romper pegando piñas.
La escena en la que aparece Margott Kidder en la que se vuelve completamente loca hace referencia a su comportamiento depresivo, en total aparece en tres escenas del episodio, siempre destrozando la mesa y pegando gritos.
Yo no era muy peronista, me acuerdo de que siempre estaba pegando por todos lados papelitos que decían Balbín-Frondizi.
Esta ruina llegó a tal punto que hay quien asegura haberle visto pegando calcografías en los cristales en compañía de aquella niña grande y, lo que es más absurdo, ella dando a la cuerda sujeta a un árbol por el otro cabo y él con las mejillas inflamadas y los cabellos pegados a la frente saltando y gritando ¡tocino! ¡tocino! Realmente hay cosas que la imaginación no puede representarse.
Prosiguió solo don Restituto: ¿hija espúrea acaso? ¿De él o de ella? De manera que ¿nos la han estado pegando?.
Mire ustedsiguió la niña, asiendo de un flexible mimbre y divirtiéndose en coronarse con la obediente rama, ¡a que no es usted capaz de creer que su tristeza se me va pegando, y que también yo me hallo así no sé cómo, preocupada, vamos! Diera lo que no sé por verle contento y natural, como son todos los hombres.
Ella, que seguía esta revolución con ojos astutos, adivinándola en las contracciones de su rostro, sonrió triunfadora, pegando su boca a la de él.
Instintivamente dobló sus rodillas, pegando la boca al orificio de la cerradura.
Llegó Tòni, pegando su cara al redondel para recibir las quejas furiosas de su capitán.
¡Ulises, me echan!gritó ella pegando otra vez su boca a la cerradura.
Si me la estáis pegando, peor para vosotros, porque tomaré una venganza sonada.
Nada, señores, que se están pegando ahí arriba los redactores del A ver, guardia, suba usted y diga a esa gente que si continúan dando escándalo me voy a ver precisado a mandarles a la cárcel.
Después, dijo a gritos, pegando puñetazos en los muebles, que ha de hacer lo posible para que todas las vacantes de la catedral se cubran con lo peorcito del clero, que entren en el cabildo los curas borrachos, estafadores, etc.
Le amortajó, fue tras el féretro hasta la puerta de la escalera, y en seguida, sin que parientes ni amigos pudiesen contenerla, corrió al gabinete, y pegando el rostro al vidrio del balcón, vio ponerse en marcha el cortejo fúnebre, desplomándose sobre la alfombra, rendida a la pesadumbre del dolor cuando dobló la esquina el carro mortuorio.
Don Juan¡parece mentira que sea el hombre capaz de tal perversidad!aprovechó la ocasión, se acercó de puntillas a Cristeta, y arrojándose en sus brazos dijo en voz muy queda, casi, y sin casi, pegando los labios a la linda oreja de su amada:.
Al sentir Juan acariciado el rostro por el cosquilleo del pelo de Cristeta, dio al olvido la pregunta que hizo, la respuesta que esperaba, hubiera olvidado hasta la gloria si entonces se la hubiesen ofrecido, y estrechando contra el pecho la cabeza de su amada y pegando los labios a su oído, le dijo:.
Acudimos Padilla y yo, y con gran trabajo pudimos desarmar al filósofo y encerrarle en su cuarto, donde quedó dando cabezadas contra las paredes y pegando unos gritos que se oían desde la calle.
Salió escapado de la casa, y al poco rato los del herrero del bajo vinieron diciendo que le habían visto en la Ronda, pegando tiros contra la tapia de la fábrica del Gas, como para ejercitarse ¡Ay!, estaba aterrada.
Fortunata seguía pegando gritos, pero él no se enteraba, lo poco que oía era como si oyese el ruido del viento: no le sacaba sentido.
¡Un sacerdote pegando a una señora!.
Ninguno de estos datos probaba nada, pero no cabía duda: su marido se la estaba pegando.
Que aún dicen cosas más seriasvoceó don Eugenio, pegando su inquieta yegüecilla a la reverenda mula del arcipreste.
A la claridad lunar divisa por fin un monstruo de fantástico aspecto, pegando brincos prodigiosos, apareciendo y desapareciendo como una visión: la alternativa de la oscuridad de los árboles y de los rayos espectrales y oblicuos de la luna hace parecer enorme a la inofensiva liebre, agiganta sus orejas, presta a sus saltos algo de funambulesco y temeroso, a sus rápidos movimientos una velocidad que deslumbra.
Él porfiaba en taparla con manos y brazos, pegando respingos de conejo montés cautivo y sujeto.

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