Ejemplos con pegan

Un sensor químico está recubierto con un polímero especial que atrae a ciertas moléculas, como el ántrax, y cuando esas moléculas se pegan al sensor, su masa aumenta.

Los trozos se unen con espigas y se pegan a veces con una cola especial.

También es una ventaja en caso de los dispositivos de dos piezas, ya que cuando la zona de adherencia de la placa con la bolsa ya esta sucia y usada las bolsas pegan peor, por lo que puede ser mejor no despegar la primera que se colocó con la placa limpia y mantenerla todo el tiempo que sea posible.

La tierra de los campos de Artaza contiene mucha cal lo que hace que con la humedad proveniente del deshielo en la sierra, al caminante se le pegan pesados terrones de tierra en su calzado.

Lois decide que toda su familia haga un cambio de papeles en los que hablaran de la persona que les hace enfadar o escribir cartas en las que se critique aquellos parientes que les caiga mal pero sin mandarlas, pero Peter entiende mal las indicaciones y manda una a Meg otra a Stewie y otra a Lois con un escupitajo, por lo que casi se pegan los dos de no ser porque Brian se mete en medio de la trifulca y les convence de que tomen pastillas -aparentemente drogas- que luego resultan ser placebos.

se pegan al fondo en el lugar correspondiente.

Para crear un papiel, lo primero se tienen que elegir el fondo, que es el dibujo animado a papielar, después las fotografías,que las utilizaremos como texturas, buscándolas o haciéndolas tu mismo , después se comienza con el PhotoShop a recortar los trozos, se pegan a la capa del dibujo y con las herramientas de licuar, se le da forma a la capa recortada, dejando las proporciones exactas.

El karaka es fácil de cultivar desde la semilla fresca, pero las estacas pegan con dificultad.

Se componen de dos platinas térmicas que se pegan para aplicar una calor bien repartida en sobre toda la superficie.

El apareamiento ocurre en el agua y los huevos se pegan a las plantas acuáticas.

Algunos se pegan a la olla, como la carne cuando se cuece y se pega a la olla.

Los dos hermanoscontinuó Maltranase odian con un odio de raza, y por la noche disputan y se pegan.

Di que te gustan los señoritos, bueno yo no me meto en eso, pero no vengas quitando el crédito a los rapaces de tu igual Se emborrachan, los que se emborrachan Más de un señorito y mas de dos he visto yo venir como cabras para su casa Y pegan a sus mujeres, también los que pegan Si ellas no tuvieran la lengua larga, no las llevarían la mitad de las veces Atiende, y don Ramón el maestro de música cuando llegaba a casa por la noche ¿daba bizcochos a su mujer? Tú lo debes de saber bien cerca vivías.

Porque me da mucho gusto cuando te pegan.

Le supo tan mal la indulgencia de Rubín, que salió tras él hasta la puerta, diciéndole entre otras tonterías: ¡Valiente hipócrita estás tú narices! Estos silfidones, a lo mejor la pegan.

En eso sí que son contrarios nuestros gustos, porque yo, en cuanto veo que los actores pegan gritos y las actrices principian a hacerme pucheritos, ya estoy bufando en mi butaca y mirando para la puerta Nada de lágrimas.

Verdad que no molestan, y si a mano viene, cuando piden prórroga, por tenerle a uno contento le dan un destinillo para un sobrino, como hizo el chico de Pez conmigo pero el materialismo del destino no importa, a lo mejor la pegan y de canela fina, créame usted.

Dice Juan que es manía, yo lo llamo ilusión, y las ilusiones se pegan como las viruelas.

, pero caen mal en la metrópoli de su patria, llámese Paris o Madrid, Viena o San Petersburgo, y mueren de hambre, se pegan un tiro, o se inutilizan y frustran más deplorablemente, bajando a la sima del deshonor por el plano inclinado de la miseria.

Mientras no llegan a brigadier, viven en los cuarteles o en los castillos, donde tienen por casa pabellones, por criados, asistentes rudos y desvergonzados, por diversión las palizas y carreras de baqueta que les pegan a los soldados, por música, el tambor de diana.

Paréceme que de lo que hemos hablado se nos pegan al paladar las lenguas, pero yo traigo un despegador pendiente del arzón de mi caballo, que es tal como bueno.

Porque, cuando es tiempo de la siega, se recogen aquí, las fiestas, muchos segadores, y siempre hay algunos que saben leer, el cual coge uno destos libros en las manos, y rodeámonos dél más de treinta, y estámosle escuchando con tanto gusto que nos quita mil canas, a lo menos, de mí sé decir que cuando oyo decir aquellos furibundos y terribles golpes que los caballeros pegan, que me toma gana de hacer otro tanto, y que querría estar oyéndolos noches y días.