Ejemplos con pasatiempo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El pasatiempo se completa dibujando líneas que unen los puntos comenzando por el que se encuentra junto al número uno y continuando correlativamente hasta la última cifra.
Une los puntos es un tipo de pasatiempo de lápiz y papel en el que se representan una secuencia de puntos numerados.
Tampoco hay muchas huertas, siendo mas bien un pasatiempo para auto-consumo familiar.
Pasatiempo puede referirse a un puzzle, juego de ingenio, conocimiento del lenguaje, resolución de problemas espaciales, etc.
Un pasatiempo que no tenga la categoría de afición puede referirse a un puzzle, juego de ingenio, conocimiento del lenguaje, resolución de problemas espaciales, etc.
Casi de inmediato, se desarrollaron problemas en torno al mural: otros negocios objetaron contra el mural psicodélico, pidiendo que fuese cambiado o pintado de un mismo color, mientras que en la tienda, la ratería se convertiría en el pasatiempo principal.
El cuadro muestra muchachos y muchachas jugando al popular pasatiempo de la gallina ciega , con un personaje vendado en el centro que intenta tentar a los demás, que bailan en corro, con una gran cuchara.
En un punto en tiempo muchas escuelas procuraron prohibirlo, quizás como siendo un juego desautorizado del balompié, pero ahora se tolera generalmente como el pasatiempo inofensivo que está generalmente y menos violento que muchas otras formas de reconstrucción informal podrían fácilmente estar.
El slot es un pasatiempo consistente en hacer correr un pequeño coche de juguete equipado con un motor eléctrico por unas pistas especialmente diseñadas para ello lo más velozmente posible.
Precisamente este pasatiempo hará que Niétoschka lea incansablemente con ayuda de Alejandra, quien apoyaría su educación antes de que caiga enferma.
Es decir: cuando la humanidad, tras de haber imaginado penetrar el sentido de la vida y la muerte y tener asido el orbe entre las manos, como un niño una pelota, volvió sobre sí y, con maravilla y espanto, descubrió que todo había sido ensueño e ilusión, que la vida no tiene sentido ni el orbe consiente que se le abarque, en aquel trance lastimoso, que fué algo así como una almoneda en donde se desbarató el hogar y menaje de los dioses, algunos individuos remataron a bajo precio tales y cuáles trastos de la almoneda, que, aunque apolillados y claudicantes, todavía duran y se utilizan, y otros individuos, muy contados, más propensos a la desesperanza y al tedio, volviéronse de espaldas al cielo, ya vacío y desalquilado, humillaron los ojos hacia el suelo, y aplicáronse a reunir por semejas hechos minúsculos, no de otra suerte que un desocupado, por pasatiempo o ansia de olvido, se emplea en coleccionar objetos inservibles, y así se fué formando cada una de las ciencias particulares: que no es otra cosa una ciencia sino colección, jamás completa, de sellos usados o cencerros de vaca.
Esta gozaban los expedicionarios de a pie, en su mayor parte familias felices, que ostentaban satisfechas la librea de la áurea mediocridad, y aun de la sencilla pobreza: el padre, obeso, cano, rubicundo, redingote gris o marrón, al hombro larguísima caña de pescar, la hija, vestido de lana obscura, sombrerillo de negra paja con una sola flor, en la izquierda el cestito de los anzuelos y demás enseres piscatorios, y llevando de la diestra al hermanito, a quien pantalones y chaqueta quedaron ya muy cortos, y que luce la caña de las botinas, y levanta orgulloso el cubo donde flotan los simples peces víctimas del mortífero pasatiempo de su padre.
Su curiosidad enfermiza se despertaba, infundiéndole deseos de disecar, por solaz y pasatiempo, aquel corazón.
El amor le hacía encogerse de hombros en aquella época de su vida: un pasatiempo como la ambición o como el juego, un dulce engaño para entretenerse.
Grato pasatiempo diario fué para mí la tertulia que se reunía todas las tardes, dadas las cinco, en el despacho del jurisconsulto.
La bruja, empleando el tono humilde y servil de siempre, se apresuró a explicarle que aquello era mero pasatiempo, por se reír un poco.
Contó Carriazo a sus padres y a todos mil magníficas y luengas mentiras de cosas que le habian sucedido en los tres años de su ausencia, pero nunca tocó ni por pienso en las almadrabas, puesto que en ellas tenia de contino puesta la imaginacion, especialmente cuando vió que se llegaba el tiempo donde habia prometido a sus amigos la vuelta: ni le entretenia la caza en que su padre le ocupaba, ni los muchos, honestos y gustosos convites que en aquella ciudad se usan, le daban gusto, todo pasatiempo le cansaba, y a todos los mayores que se le ofrecian anteponia el que habia recebido en las almadrabas.
Los amores que con vos tuve fueron de pasatiempo, sin que dellos alcanzase otra cosa sino las flores que vos sabeis, las cuales no os ofendieron, ni pueden ofender en cosa alguna: lo que con Teodosia me pasó, fué alcanzar el fruto que ella pudo darme, y yo quise que me diese, con fe y seguro de ser su esposo, como lo soy, y si a ella y a vos os dejé en un mismo tiempo, a vos suspensa y engañada, y a ella temerosa y a su parecer sin honra, hícelo con poco discurso y con juicio de mozo, como lo soy, creyendo que todas aquellas cosas eran de poca importancia, y que las podia hacer sin escrúpulo alguno, con otros pensamientos que entónces me vinieron y solicitaron lo que queria hacer, que fué venirme a Italia, y emplear en ella algunos de los años de mi juventud, y despues volver a ver lo que Dios habia hecho de vos y de mi verdadera esposa, mas doliéndose de mí el cielo, sin duda creo que ha permitido ponerme de la manera que me veis, para que confesando estas verdades, nacidas de mis muchas culpas, pague en esta vida lo que debo, y vos quedeis desengañada y libre para hacer lo que mejor os pareciere, y si en algun tiempo Teodosia supiere mi muerte, sabrá de vos y de los que están presentes, como en la muerte le cumplí la palabra que le di en la vida, y si en el poco tiempo que della me queda, señora Leocadia, os puedo servir en algo, decídmelo, que como no sea recebiros por esposa, pues no puedo, ninguna otra cosa dejaré de hacer que a mí sea posible, por daros gusto.
Finalmente, yo pasaba una vida de estudiante sin hambre y sin sarna, que es lo mas que se puede encarecer para decir que era buena, porque si la sarna y la hambre no fuesen tan unas con los estudiantes, en las vidas no habria otra de mas gusto y pasatiempo, porque corren parejas en ella la virtud y el gusto, y se pasa la mocedad aprendiendo y holgándose: desta gloria y desta quietud me vino a quitar una señora, que a mi parecer llaman por ahí razon de estado, que cuando con ella se cumple se ha de descumplir con otras razones muchas.
Finalmente, mi buena intencion rompió por las malas dádivas de la negra, a la cual bajando una noche muy escura a su acostumbrado pasatiempo, arremetí sin ladrar, porque no se alborotasen los de casa, y en un instante le hice pedazos toda la camisa, y le arranqué un pedazo de muslo: burla que fué bastante a tenerla de veras mas de ocho dias en la cama, fingiendo para con sus amos no sé qué enfermedad.
Los marineros son gente gentil é inurbana, que no sabe otro lenguaje que el que se usa en los navíos: en la bonanza son diligentes, y en la borrasca perezosos, en la tormenta mandan muchos y obedecen pocos, su Dios es su arca y su rancho, y su pasatiempo ver mareados a los pasajeros.
Detened, señor caballero, el paso, y no rompáis las redes, que no para daño vuestro, sino para nuestro pasatiempo, ahí están tendidas, y, porque sé que nos habéis de preguntar para qué se han puesto y quién somos, os lo quiero decir en breves palabras.
Contó la duquesa al duque lo que le había pasado, de lo que se holgó mucho, y la duquesa, prosiguiendo con su intención de burlarse y recibir pasatiempo con don Quijote, despachó al paje que había hecho la figura de Dulcinea en el concierto de su desencanto que tenía bien olvidado Sancho Panza con la ocupación de su gobierno a Teresa Panza, su mujer, con la carta de su marido, y con otra suya, y con una gran sarta de corales ricos presentados.
¡Oh autor celebérrimo! ¡Oh don Quijote dichoso! ¡Oh Dulcinea famosa! ¡Oh Sancho Panza gracioso! Todos juntos y cada uno de por sí viváis siglos infinitos, para gusto y general pasatiempo de los vivientes.
A estas cinco causas, como capitales, se pueden agregar algunas otras que sean justas y razonables, y que obliguen a tomar las armas, pero tomarlas por niñerías y por cosas que antes son de risa y pasatiempo que de afrenta, parece que quien las toma carece de todo razonable discurso, cuanto más, que el tomar venganza injusta, que justa no puede haber alguna que lo sea, va derechamente contra la santa ley que profesamos, en la cual se nos manda que hagamos bien a nuestros enemigos y que amemos a los que nos aborrecen, mandamiento que, aunque parece algo dificultoso de cumplir, no lo es sino para aquellos que tienen menos de Dios que del mundo, y más de carne que de espíritu, porque Jesucristo, Dios y hombre verdadero, que nunca mintió, ni pudo ni puede mentir, siendo legislador nuestro, dijo que su yugo era suave y su carga liviana, y así, no nos había de mandar cosa que fuese imposible el cumplirla.
El cual autor no pide a los que la leyeren, en premio del inmenso trabajo que le costó inquerir y buscar todos los archivos manchegos, por sacarla a luz, sino que le den el mesmo crédito que suelen dar los discretos a los libros de caballerías, que tan validos andan en el mundo, que con esto se tendrá por bien pagado y satisfecho, y se animará a sacar y buscar otras, si no tan verdaderas, a lo menos de tanta invención y pasatiempo.
Y si diese cargo a otro, o a este mismo, que examinase los libros de caballerías que de nuevo se compusiesen, sin duda podrían salir algunos con la perfección que vuestra merced ha dicho, enriqueciendo nuestra lengua del agradable y precioso tesoro de la elocuencia, dando ocasión que los libros viejos se escureciesen a la luz de los nuevos que saliesen, para honesto pasatiempo, no solamente de los ociosos, sino de los más ocupados, pues no es posible que esté continuo el arco armado, ni la condición y flaqueza humana se pueda sustentar sin alguna lícita recreación.
¿Qué pie sacaste cojo, qué costilla quebrada, qué cabeza rota, para que no se te olvide aquella burla? Que, bien apurada la cosa, burla fue y pasatiempo, que, a no entenderlo yo ansí, ya yo hubiera vuelto allá y hubiera hecho en tu venganza más daño que el que hicieron los griegos por la robada Elena.
Ahora acabo de creer, Sancho bueno, que aquel castillo o venta, de que es encantado sin duda, porque aquellos que tan atrozmente tomaron pasatiempo contigo, ¿qué podían ser sino fantasmas y gente del otro mundo? Y confirmo esto por haber visto que, cuando estaba por las bardas del corral mirando los actos de tu triste tragedia, no me fue posible subir por ellas, ni menos pude apearme de Rocinante, porque me debían de tener encantado, que te juro, por la fe de quien soy, que si pudiera subir o apearme, que yo te hiciera vengado de manera que aquellos follones y malandrines se acordaran de la burla para siempre, aunque en ello supiera contravenir a las leyes de la caballería, que, como ya muchas veces te he dicho, no consienten que caballero ponga mano contra quien no lo sea, si no fuere en defensa de su propria vida y persona, en caso de urgente y gran necesidad.
Digo, pues, que, por estos y otros muchos respetos, es digno nuestro gallardo Quijote de continuas y memorables alabanzas, y aun a mí no se me deben negar, por el trabajo y diligencia que puse en buscar el fin desta agradable historia, aunque bien sé que si el cielo, el caso y la fortuna no me ayudan, el mundo quedará falto y sin el pasatiempo y gusto que bien casi dos horas podrá tener el que con atención la leyere.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba