Ejemplos con par

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Apolonio consideraba un par de botas como una obra de arte, no de otra suerte que los príncipes del Renacimiento consideraban un libro como una obra de arte.
Belarmino, te devuelvo ese par de botas, no me sirven.
¿Qué le vamos a hacer? Pero este par de botasmurmuró Belarmino, dando vueltas a una de ellas, y descubriendo consternado los desgastes y quebrantos que la bota había padecido por el uso, evidentemente prolijo.
Por favorecerte, las he puesto un par de veces.
Aquí hay un par de zapatos que me enamora.
Era obligado que penetrase creyéndose perseguida, que proyectase vagamente hacerse un par de zapatos, y que, de postdata, le acometiese el escrúpulo de si a Novillo le placerían aquellas visitas al zapatero subversivo.
¿Cómo?interrogaron a la par don Restituto y doña Basilisa, un poco escandalizados.
Hacemos voto de pobreza, es decir, nos libertamos, ya para siempre de la preocupación económica, y nos consagramos a la contemplación, a la predicación, a la caridad, ora pasiva, ora activa, mendigando y dando ocasión a los demás para que se muestren caritativos, como hace la Orden franciscana, o bien socorriendo y mostrándonos nosotros mismos caritativos, al estudio, a la enseñanza, a la misión apostólica y conversión de gentiles, a un sinfín de obras largas y duras, egoístas y a la par desinteresadas, que nos absorben de la mañana a la noche, gracias a que estamos seguros de que tenemos siempre una cama, aunque dura, so un techo, y la mesa, aunque sobria, aparejada a hora fija.
Justamente, la única afición de Belarmino al arte zapateril consistía en restaurar calzado viejo, cuanto más viejo mejor, y con unos miserables despojos crear un par flamante.
Si no fuera por el testimonio irrecusable de ese par de botas, tan mías y tan ajenas a mí como las excrecencias callosas de mis pies, si no fuera por ese hecho flagrante que me pone en contacto con la realidad objetiva, creería que lo visto y oído eran entelequias de mi razón adormecida y ofuscada.
Dijo el caballerete, apuntando desdeñosamente con el bastón a un par de botas que yacía sobre el mostrador:.
Para Apolonio, un par de botas, aunque la máquina interviniese en algunas costuras accesorias, debía estar, en sus articulaciones esenciales, cosido a mano.
Un día se presentó en el cuchitril de Belarmino Froilán Escobar, alias el Estudiantón y también Aligator, a que le pusiese palas y medias suelas a un par de botas, que para llegar a ser un verdadero par de botas no necesitaban, además de las palas y de las medias suelas, sino refuerzo en el contrafuerte, unos trozos de la caña y unos cuantos botones.
Cuando Apolonio vió el primer par de calzado yanqui, exclamó: Esta es invención de salvajes.
Eres al par consuelo y desconsuelo, fulgor y palidez, igual que el cielo.
Y añade, ya al par de ellos:Gracias a Dios que se han reconciliado ustedes.

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