Ejemplos con paces

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La familia y Moe, finalmente, hacen las paces, y Moe y Homer deciden hacer un arreglo: Homer recibiría un jamón, y Moe pasaría más tiempo junto a Maggie.
Coral cuenta con quince comarcas: El Trago, El Chile, Granadino Central, Granadino del Sur, El Fósforo, Mocoron, La Santos, Salto grande, El Venado, Colonia del Río Rama, La Cuesta, El Conejo, Tamboral, Quebrada Grande y Las Paces II.
Bob aparece luego en el programa de Krusty para hacer las paces con él, Lisa, luego, le dice a Bart que lo perdone tal como había hecho Krusty, pero Bart se niega, ya que seguía firme en su convicción de que no había cambiado.
Parece ser que en última instancia el duque hizo las paces con el Rey antes de fallecer al año siguiente.
Ayudó a concretar las paces con Castilla encontrándose personalmente con Isabel I la Católica, acontecimiento que llevaría a la firma del tratado de Alcáçovas e Terçarias de Moura.
Un tiempo corto después, Homer y Bart hacen las paces, y llega la final del campeonato.
Luego de que Bart habla con Cecil, decide ir al funeral de Bob para hacer las paces con su cadáver antes de que éste sea cremado, sin embargo, Bob se levanta del ataúd, completamente vivo, y encierra a Bart en el cajón para que el niño sea incinerado.
Rompió las paces concertadas con don Alonso el Onceno.
Vlatislav, el líder de los lucanos, puso cerco a Levy Hradec, el castillo de Neklan, quien quería hacer las paces con Vlatislav y no provocar una guerra en su país.
Sin embargo, cuando se conocieron las razones de la revolución sureña, inmediatamente se supo que ambos movimientos, el de Santiago y Concepción, estaban inspirados en las mismas intenciones, por lo que los temores desaparecieron y se recibió a los diputados de Concepción, siendo fray Antonio Orihuela el encargado de hacer las paces con el nuevo Congreso.
Pocos días después se celebraron las bodas de Julieta y Arturo, hechas las paces y prometida de ambas partes la más cordial intimidad para lo futuro.
Después que hicieron las paces, o por mejor decir, después que Valentina otorgó la paz, hubo un cuchicheo que duró no sabemos cuánto.
Y airada ya contra Juan irrevocablemente, como si las nubes que pasan por el cielo del amor fueran sus lienzos funerarios, se levantaron como si hubieran hecho las paces, pero sin alegría.
Después de haber rechazado con tan cruel desabrimiento las palabras de doña Manolita y después de hechas las paces, doña Luz pensó a sus solas en el valor y motivo de aquellas palabras, y, como si una claridad nueva y extraña iluminase los más oscuros laberintos de su cerebro, creyó percibir la verdad de todo y reconoció que su amiga tenía algunos visos de razón al decir lo que dijo.
No bien acabadas de hacer las paces, llegó don Acisclo con Pepe Güeto, quienes no advirtieron las huellas de la pasada tempestad.
Si estáis reventando por hacer las paces, ¿a qué tantos remilgos? Bien hago yo en no meterme en nada, bendita de mí.
Aunque no ha de haber las paces, me duele que pase hambre.
Trinidad Muley entran gustosos en estas paces.
—En mi presencia no ha de haber demasías: la Cariharta saldrá, no por amenazas, sino por amor mio, y todo se hará bien, que las riñas entre los que bien se quieren, son causa de mayor gusto cuando se hacen las paces: ¡ah, Juliana, ah niña, ah Cariharta mia! Sal acá fuera por mi amor, que yo haré que el Repolido te pida perdon de rodillas.
Este mi amo, por mil señales, he visto que es un loco de atar, y aun también yo no le quedo en zaga, pues soy más mentecato que él, pues le sigo y le sirvo, si es verdadero el refrán que dice: Dime con quién andas, decirte he quién eres, y el otro de No con quien naces, sino con quien paces.
En efeto, tanto les supo el cura decir, y tantas locuras supo don Quijote hacer, que más locos fueran que no él los cuadrilleros si no conocieran la falta de don Quijote, y así, tuvieron por bien de apaciguarse, y aun de ser medianeros de hacer las paces entre el barbero y Sancho Panza, que todavía asistían con gran rancor a su pendencia.
Nunca te he oído hablar, Sancho dijo don Quijote, tan elegantemente como ahora, por donde vengo a conocer ser verdad el refrán que tú algunas veces sueles decir: No con quien naces, sino con quien paces.
Pero está el daño que, en tanto que se hagan las paces y se goce pacíficamente el reino, el pobre escudero se podrá estar a diente en esto de las mercedes.
Sí soy respondió Sancho, y soy quien la merece tan bien como otro cualquiera, soy quien júntate a los buenos y serás uno dellos, y soy yo de aquellos no con quien naces, sino con quien paces, y de los quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.

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