Ejemplos con osadía

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Como hombre de danza y como universitario, es decir, artista, inteligente y sensible, Alexis optó por no quedarse de brazos cruzados y sumarse a la gente que nunca imaginó que el terrorismo de Estado, eufemísticamente llamado Estado de Derecho, le cobraría la osadía de anteponer su dignidad a su comodidad.
Gran osadía, temple y caballerosidad son tus mejores cualidades.
La actuación vuelve a Max una celebridad pero su osadía hace que el director se lo lleve a su despacho junto a sus amigos.
ese plan era toda una osadía, por que apenas salieran de la bahía, iban a encontrarse con el fuego enemigo.
Algunos paracaidistas pagaron caro la osadía de querer tomar los correntinos por asalto.
En el ejército de José Artigas existía el cuerpo de Dragones de la Libertad, que comandaba Fernando Otorgués y que según un testimonio de la época, eran de espantoso renombre y osadía.
La estatua de don Pedro le abofetea como represalia por haber intentado tal osadía.
Se nota a lo largo de este ensayo la batalla interior que llevaba Montalvo, quien, a todas luces, quiere presentarse humilde y disculparse: se refiere a su obra como una osadía y también como nuestra obrita.
A nivel nacional la radio colombiana, considerada muy buena radio en América por la tecnología, la calidad de producción, por la variedad de programas, por la osadía de locutores, periodistas y empresarios que la llevaron a transmisiones deportivas de talla mundial y olímpica, se fortalece con la organización de cadenas como CARACOL, TODELAR, R.
Álvarez, el diputado Humberto Martínez, los señores con ilusiones así como madres de familia que creyeron en el cura Arévalo y se empeñaron en la osadía de crear el nuevo colegio Ntra.
Medellín, por cuenta de esa osadía empresarial, empezó a ser ciudad con aerolínea, así fuera en el papel.
es una de las lenguas de más perfecta formación, sorprendente por su vigor, la estructura de sus palabras, la brevedad y la osadía de la expresión.
Ante tal desprendido comportamiento conquistador y las dotes castrenses que le adornaban, la Real Audiencia hizo la vista gorda y al bravo soldado nunca más le reclamaron su osadía de evadirse de la cárcel bogotana, ni lo molestaron por haber ayudado a evadirse aquel bravo capitán, Rodríguez Suárez, que murió en defensa de los intereses de la Corona.
No hay pozo alguno de la población, relatan los más viejos del lugar, cuyas aguas no hablen correctamente la lengua de Moliere al estar en permanente contacto con los gabachos que en ellas reposan su osadía invasora.
De los muros y dependencias de esta fortaleza irradian ideas, sentimientos y prejuicios sobre un hombre íntegro, honrado y virtuoso que tuvo la osadía de perseverar en su convencimiento de verdadero Papa de la Iglesia Católica en una época marcada por guerras, ambiciones, codicias y corrupciones que afectaron incluso a las altas dignidades de la Iglesia, cuyo poder espiritual tuvo que claudicar ante el poder político y civil.
La indisciplina con los cánones consagrados, el apego a lo nacional y castizo, la repulsión a lo advenedizo y exótico, la displicencia para con el medio ambiente, la acritud e inexorabilidad para con los defectos sociales, la audacia satírica para flagelarlas, aun en las más altas esferas, y la osadía para emprender caminos nuevos, se encuentran en todos los literatos extremeños, con tal constancia y uniformidad, que da fisonomía peculiar y acentuadamente personal a nuestro genio literario.
A la señora le cayó en gracia la ingenua osadía de mi padre, emitió un ajo encantador, y le alentó a que improvisase nuevos versos elegíacos.
¿En qué consistía, pues, la indiferencia con que se le miraba allí y fuera de allí? Quizá se necesitase en Madrid algo más que dinero para brillar, tal vez un poco de osadía, o muchas conexiones de familia, o algún triunfo ruidoso, elementos todos hijos del tiempo y las circunstancias, que él adquiriría indudablemente.
Indignábale la osadía de los muchachos que, a veces y por curiosear, asomaban la cabeza dentro del establecimiento, y prohibía severamente a su hija, niña de tres años, jugar con sus conocidas, por no haber entre ellas ninguna de su.
Un puente lanzado con osadía sobre el mismo arco de la catarata que formaba la presa dejaba ver, al través de su tablazón mal junta, el agua espumante y rugiente.
Ventura, enteramente demudada, vomitó, más que dijo, con la osadía inconcebible de la mujer adorada:.
Pablito obró con más cautela en adelante, aunque no con menor osadía.
Cuando había dificultades que vencer por parte de la familia, se portaba con la habilidad y la osadía de un consumado seductor.
Nació en plena corrupción colonial, cuando era Cuba mártir, el vertedero de todo lo podrido, el refugio de todos los estorbos, de todos los hambrientos y desocupados de España, cuando era nuestra tierra, el criadero de una milicia viciosa y enfermiza, robada a la Agricultura y a la Industria de su país, cuando era esta ciudad, jardín de América hoy, corral blando y holgado de Capitanes Generales infecundos, logreros e imperiosos, cuando la bandera roja y gualda flotaba sobre nuestra casa y a su sombra los cubanos estaban condenados a perpetua cobardía y los españoles autorizados para enriquecerse y engordar sus vicios insolentes, cuando el criollo moría en la miseria y el peninsular paseaba satisfecho en el carruaje comprado con el oro que manaba del crimen, cuando había más cárceles que escuelas, y el látigo infamante chasqueaba sobre las espaldas de los hombres de una raza tan necesitada de justicia como la nuestra, cuando el cubano que no se sometía a servir de celestino al pisaverde madrileño que lo solicitara, iba a purgar su osadía en el presidio, cuando el talento de los nativos dormía echado bajo la bota del déspota ceñudo, y la capa torera sobre los hombros y la cinta de hule en el sombrero, eran los únicos pasaportes de honor y las únicas cédulas de vida, verdaderas.
Entró, pues, en el gabinete, armado de toda su osadía, sereno, risueño y con aire de amigo que prepara a otro con su presencia una sorpresa inesperada y agradable.
Verdugo diligente e implacable, dispuesto a vengar en las manos infantiles el menor desmán, cualquiera osadía contra los poetas del siglo de Augusto, don Román no se andaba con chicas, ni tenía piedad, quien la hacía la pagaba, así fuera el hijo del alcalde.
¡Casarse con una! Esto era un colmo, el colmo del , y en semejante acto había una mezcla horrenda de ignominia y de abnegación sublime, un no sé qué de osadía y al mismo tiempo de bajeza, que levantó al bueno de Rubín, a sus ojos, de aquel fondo de vulgaridad en que estaba.
La osadía del negrito no conocía límites, y extendió sus manos pringadas hacia aquella señora tan maja que le miraba tanto.
Trinidad, y le besó la mano, y en seguida clavó los ojos en el semblante de Soledad, con la inocente y clara osadía que acostumbraba, como quien mira lo que es suyo, como si la jóven fuese su esposa, su hermana o su hija.
Mucho prometo con fuerzas tan pocas como las mias, pero ¿quién pondrá rienda a los deseos? Solo esto quiero que consideres: que pues yo he tenido osadía de dirigir estas novelas al gran conde de Lemos, algun misterio tienen escondido, que las levanta.

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