Ejemplos con obro

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Andres Ramírez pintor y escultor Español del siglo XVI que obro en el Monasterio de Poblet en Tarragona.
Y para que no creáis que obro con alevosía, a ti, que es como confiarlas a ella, confío mis investigaciones, empezando por la más grave y delicada.
-Sé que obro con la ley de Dios, y esto me basta.
Dime si obro bien usando una luz que no me pertenece.
Pero desde el momento en que creéis que obro con miras interesadas, adiós, mi querido amigo, salid como podáis de ese atolladero.
Entra en mi conciencia política la ejecución del plan que traigo entre manos, y ayudando a los hombres que me ayuden, cumplo con mi deber, porque sirvo a mi causa, a la causa de la libertad, que es la causa de la patria, y, por consiguiente, obro con arreglo a mi conciencia.
, ¡que Dios te libre, de la tentación de pensar demasiado, cuando necesites decidirte pronto y a tu gusto! Yo ya no sé a qué atenerme sobre ciertas cosas, qué se entiende por bueno ni qué por malo, si el error está en mi modo de ver, o en la manera de conducirse los demás, si soy yo la mala cuando pienso que obro bien, o si son ellos los buenos cuando me parecen una canalla, cuál es lo noble ni cuál es lo vil.
Este decreto le admitieron los Atenienses a persuasión de Terámenes, hijo de Hagnón, y aun se dice que como Cleomedes, uno de los demagogos jóvenes, le replicase por qué se atrevía a obrar y proponer lo contrario que Temístocles, entregando a los Lacedemonios unas murallas que aquel, contra la voluntad de éstos, había levantado, le respondió: “Nada de eso ¡oh joven!, yo no obro en oposición con Temístocles, pues si él, para la salud de los ciudadanos, levantó estas murallas, por la misma salud la derribamos nosotros, y si los muros hiciesen felices a las ciudades, Esparta sería la más desdichada de todas, pues no está murada”.
-Yo, sábelo, extranjero, yo que sé amar, no medito ni vacilo: me resuelvo y obro.
Ha penetrado en mí, dulce y elocuente como cosa del cielo, el convencimiento de que obro bien y de que agrado a mi Dios en esto.
-Es tarde ya: esperad fuera, del castillo y os convenceréis luego de que obro en favor de vuestra salvación: la tempestad avanza y se acerca el momento crítico.
-Sabe, nazareno, que yo siempre obro por mi propio impulso, pero el tener una voluntad.
espero que me hagáis la justicia de creer que no sin grandes motivos obro de la manera que veis.
Vos conoceréis que no obro por resentimiento.
-Me manda usted fusilar si no obro con justicia -dijo Martín, Juárez se levantó y alargó la mano al terrible justiciero.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba