Ejemplos con obraje

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Aunque la vida en los primeros años fue relativamente tranquila, con las primeras crisis del obraje sobrevinieron los malones, muchos acusaban a los caciques tobas de los ataques, pero muchos también hacían referencia a caciques blancos, es decir, criollos que desencantados se unían a los aborígenes y los instaban a atacar los poblados.
La agricultura, limitada por el conflicto de usos, se centraba en el centeno, el trigo y el lino, que dio origen a una artesanía de obraje de paños.
La infancia de Luis Jerónimo transcurrió entres esta ciudad y el pueblo de Canaria, obraje que fundó su padre y adonde acudían indios de habla quechua y aimara.
En su expedición Pankonín encontró un obraje en el paraje propiedad de Ramón Vázquez, no obstante, no mencionó la existencia de una población.
Hacia el sur, poseía: el obraje de Tilipulo, el Tilipulo de Alaques, San Juan de Mulalo, La Ciénega, San Joaquín de Mulalo, Patococha, Pasanche de Alaques, Milinliví en Pujilí, Mulaló, La Provincia en Isinliví, Guaytacama, Churopinto en Mulaló, Cunchibamba Chiquito en Latacunga y La Compañía en Saquisilí.
Y por este motivo remontaba el Paraná hasta un obraje, con sus famosos strom-boot.
No resisten sin embargo a la creolina o droga similar, y como en el obraje abundaba aquella, antes de una hora quedó libre de la corrección.
De este modo llegó al obraje de su padrino, y a la hora tuvo éste que contener el desenfado de su ahijado.
¿Viviría aún su compadre Gaona en Tacurú-Pucú? Acaso viera también a su ex-patrón míster Dougald, y al recibidor del obraje.
Castelhum subió hasta el obraje y vió el stock de madera en el campamento, sobre la barranca del Ñacanguazú al norte.
De Buenos Aires llegaron órdenes de movilización inmediata, el encargado del obraje pidió mulas y alzaprimas, le respondieron que con el dinero de la primera jangada a recibir le remitirían las mulas, y el gerente contestó que con esa mulas anticipadas, les mandaría la primer jangada.
El haber realizable del obraje consistía en ese momento en siete mil vigasbastante más que una fortuna.
Allá en el obraje de Castelhum, más arriba de Puerto Felicidad, las lluvias habían comenzado después de setenta y cinco días de seca absoluta que no dejó llanta en las alzaprimas.
Pero al día siguiente, viernes, hubo en el obraje inusitado movimiento.
El mismo fatalismo que aceptaba esto con un ¡añá! y una riente mirada a los demás compañeros, le dictaba, en elemental desagravio, el deber de huir del obraje en cuanto pudiera.
Para Podeley, labrador de madera, cuyo diario podía subir a siete pesos, la vida de obraje no era dura.
Modesto principio, que podía llegar a proporcionarle el dinero suficiente para pagar el adelanto en el obraje, y volverse en el mismo vapor a Posadas a derrochar un nuevo anticipo.
Acompañábanlos dos muchachas, orgullosas de esa opulencia, cuya magnitud se acusaba en la expresión un tanto hastiada de los mensú, arrastrando consigo mañana y tarde por las calles caldeadas, una infección de tabaco negro y extracto de obraje.
¡Nueve meses allá arriba! ¡Año y medio! Pero volvían por fin, y el hachazo aún doliente de la vida del obraje, era apenas un roce de astilla ante el rotundo goce que olfateaban allí.
Cayetano Maidana y Esteban Podeley, peones de obraje, volvían a Posadas en el , con quince compañeros.
Mandó un peón al obraje próximo, recomendándole el caballo, un buen animal, pero asoleado.
A la mañana siguiente hice beber a mi enfermo el jugo de la yerba, dile la frotación y dejándolo al cuidado de Laura y su amiga, fui a pasar el día con mi esposa, que se hallaba veraneando en el lindo pueblecito del Obraje.
Hízose un tratado, por el que las mujeres que quisiesen quedarían con los que las tenían consigo, no sujetas, como ya se ha dicho, a otro cuidado y ocupación que la del obraje de lana, que en unión habitarían la ciudad Romanos y Sabinos, que ésta de Rómulo se llamaría Roma, pero todos los Romanos se llamarían Quirites en memoria de la patria de Tacio, y que ambos reinarían también en unión y tendrían el mando de las tropas.
Quien en aquellos tiempos nombraba una hacienda de obraje, nombraba el infierno de los indios, y en este infierno fueron arrojados el viejo Tubón, su esposa e hijo.
El hijo, que pudo resistir a beneficio de la corta edad, salió de su prisión a los muchos años, por convenio celebrado entre su antiguo amo y el dueño del obraje, y cargado, además de su primera deuda, con la del padre difunto, pero repleto también de odio mortal contra el blanco autor de sus infortunios y ansioso de vengarse.
Tubón, durante su largo cautiverio en el obraje, había podido trabar amorosas relaciones con una indiecilla, las cuales produjeron frutos, y cuando D.

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