Ejemplos con nimias

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El bodegón, por su parte, recrea su mundo emocional y cercano, a base de cosas nimias, de sensibilidad muda y de recoleta asunción de los primores de lo vulgar.
En circunstancias tan nimias y pueriles concluye Plutarco se fundamentó el odio de ambos, que más tarde condujó a los desmanes de la Guerra Civil y después a la tiranía y a la perversión de todo el Estado.
Así, y también férreamente adherido a los postulados de la International Rule , lollevaron a muchas disputas nimias con los botánicos en boga, por el resto de su vida.
La falta de un reglamento hacía que tuvieran que ocuparse de discusiones nimias, postergando las importantes.
Se adivinaban en él las preocupaciones más nimias y pueriles en todo lo referente al adorno de su persona.
Y Verdú es un bello ejemplar de esos hombres-fuerzas que cantan, ríen, se apasionan, luchan, caen en desesperaciones hondas, se exaltan en alegrías súbitas, de uno de esos hombres que accionan fáciles, que caminan rápidos, que hablan tumultuosos, que dicen jovialmente a los necesitados: ¡Ah! sí, sí, desde luego , que tienden los brazos para abrazar desde la segunda entrevista, que piensan sinceramente al recibir la ofensa: Soy yo, soy yo el que tiene la culpa , que suben sesenta escalones, y otros sesenta, y otros cincuenta para hacer un favor al amigo del amigo de un amigo, que contestan las cartas a correo vuelto, que lanzan largos telegramas entusiastas por nimias felicitaciones, que son buenos, que son sencillos, que son grandes.
¡Perdido el trabajo de sus manos, perdido el fruto de su mente! Pero el sino de Ildefonso era sucumbir ante la maldad y el egoísmo, por ser excesivamente recto, confiado, esclavo de la conciencia hasta en las cosas nimias.
-Admiro -dijo Fago con profundo respeto-, la energía de vuecencia, la fecundidad de su mente y la firmísima voluntad que aplica a cosas al parecer nimias para llegar a la realización de grandes fines.
, el empeño de imponerme sus ideas y sus gustos hasta en las cosas más nimias.
-Mira hija -dijo el anciano riendo-: es preciso que aprendas a no ser tan vehemente, a no tomar tan a pechos cosas nimias y de escaso interés para el cuerpo y para el alma.
Ella asistía al culto religioso con devoción minuciosa y con regocijo, y en lo demás mostraba afición a las cosas nimias de todos los órdenes, detallando hasta un extremo pueril todos los actos de la vida.
Y ni la vaca que en ellos se refregaba, ni las críticas de Fortunato atajaban, en su marcha de relámpago, las noticias, buenas o malas, importantes o nimias, comerciales o políticas, que, por el hilo, sin cesar, silenciosamente vuelan.
Es muy de notar que en su trato ordinario era culto, y revelaba sus instintos de artista de raza hasta en las cosas más nimias, su conversación era siempre amena, su imaginación fecundísima, su habilidad para trazar en cuatro rasgos la biografía de un personaje de los infinitos que él conocía en la política, en las artes y en las ciencias, tremenda, sacaban sangre sus trazos, y levantaba ampollas su colorido.

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