Ejemplos con mugido

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Esa noche, Bart escucha un mugido, pero continúa en su cama y piensa que es una alucinación causada por su imposibilidad de ayudar a Lou.
Sin embargo, el mugido es repentinamente reemplazado por cacareos, y Bart descubre que era sólo el CD de Tress MacNeille Angustia Animal III, puesto allí por Lisa, en un intento de hacerlo vegetariano.
Para percibir la resonancia superior por ejemplo utilizaremos el ejercicio del mugido: emitir una /m/ suave, con los labios cerrados, lo que favorece la sensación de vibración de los pómulos y paredes nasales.
Y la pareja se dirigía a su vez a costear el alambrado por la fuerza de la costumbre, cuando un mugido, claro y berreante ahora, llegó hasta ellos: dentro del avenal, el toro, con cabriolas de falso ataque, bramaba ante el chacarero, que con un palo trataba de alcanzarlo.
Hasta que, a diez metros ya del camino, volvió grupas con un postrer mugido de desafío burlón, y se lanzó sobre el alambrado.
Partían de los muelles escarchados y brumosos del Báltico, de los puertos ingleses negros de hulla, en cuyo ambiente grasoso flota un perfume de té y tabaco con opio, de las costas de Francia oceánica, que oponen sus bancos vivos de mariscos y los pinares de sus landas a los asaltos del fiero golfo de Gascuña, de las bahías de España, copas de tranquilo azul, en las que trenzan sus aleteos las gaviotas asustadas por el chirrido de una grúa o el mugido de una sirena, de las escalas del Mediterráneo, adormecidas bajo el sol, ciudades blancas con la alba crudeza de la cal o la suavidad aristocrática del mármol, ciudades que huelen en sus embarcaderos a hortalizas marchitas y frutos sazonados, y envían hasta los buques, con el viento de tierra, la respiración nupcial del naranjo, el incienso del almendro, rasgueos briosos de guitarra ibérica, gozoso repiqueteo de tamboril provenzal, arpegios lánguidos de mandolina italiana.
Subido en un caramanchel, un hombre tocaba la gaita, saludando a Buenos Aires con el mugido melancólico del inflado pellejo.
La música del subió a la cubierta de los botes, y en los intermedios del bramar de la chimenea oíanse los golpes del bombo y el armónico mugido de los instrumentos de metal.
Pues el muy bestia, resguardándose con la blandura de su manta el pecho, pescuezo y boca, o no decía nada, o me soltaba un ronco mugido, como un mastín con más ganas de morder que de ladrar.
Piaban los pájaros, saltando sobre la arena de las avenidas, pero sus gritos perdíanse entre el bramido de las locomotoras, el silbido de los tranvías y el mugido de algún vapor que entraba lentamente ría arriba.
Llegaban arrollados por el viento los estrépitos de la industria, el martilleo poderoso, los resoplidos de las máquinas, el mugido de los convertidores del acero que lanzaban por encima de las techumbres su chorro de chispas y escorias.
El dio un mugido, expresión fiel de la admiración, la sorpresa y el sobresalto que al punto le embargaron, y comenzó a sudar a la vista de la chimenea encendida.
Veía la gallarda figura de Negretti, oía su palabra severa y franca, las calles y casas de Bermeo tomaban apariencias de realidad en su mente, y allá, en los cantiles batidos por el oleaje cantábrico, se le representaba de continuo la persona de Aura, melancólica, como imagen de la Poesía osiánica, que une sus lamentos al mugido de las tempestades.
Pero la víctima exhaló un mugido, y revolcándose como los epilépticos, repitió: Ladrón asesino.
Al sentir el mugido de la respiración de la capital en sus senos centrales, volviose asustada a su pacífica y silenciosa calle de Tabernillas.
Lo que la de Rubín dijo no fue más que un mugido.
El fatigoso mugido iba calmándose poco a poco, las contorsiones eran menos violentas, y por fin, cayó en un colapso profundísimo.
La presencia de doña María se conocía por su respiración que era como un sordo mugido.
Por fin, de su boca no salía sino un mugido entrecortado que se fue extinguiendo, hasta que sacudió la cabeza con violencia y se quedó después inmóvil, con los ojos ferozmente abiertos y los labios muy apretados.
Los bellos paisajes, los ingratos eriales, los montes gigantescos, las llanuras cuyo confin se une con el cielo, todo desfila a mis ojos con una rapidez admirable: me canso de ir por tierra, y sin mas ni mas me planto en la cubierta de un barco en alta mar, y veo las olas agitadas, y oigo su mugido, y cual azotan los costados de la embarcacion, y la voz del piloto que da sus órdenes, veo las maniobras de los marineros, recorro las cámaras, hablo con los viajeros, todo sin sentir mal olor, sin padecer las ansias del mareo, ni presenciar las de otros.
En las dos pequeñas todo era ruido, luz y movimiento, como que en ellas hacían vida común los hombres y las bestias, hasta el punto de que por el mismo ''sarzo'' pasaban, para salir por entre las tejas, a falta de mejor chimenea, el humo de la cocina y el tufillo del establo, el mugido de las vacas y las voces de la familia.
La ferocidad vendría a su hora, cuando hubiesen acosado a la res, desgarrado su piel, acribillado su carne, inflamado su sangre, excitado su desesperación, hinchando sus pulmones con la queja cavernosa del mugido, pero en aquel instante, sorprendido y deslumbrado, molestado sólo por el picotazo de la divisa, el toro no sentía más que extrañeza y la nostalgia con que el instinto le recordaba los frescores de la dehesa, los aromas de los pastos, el borboteo del agua del arroyo.
ni el mugido del árbol asesinado por la oruga.
Un mugido sonó en la cuadra, y Antonio dijo sonriendo:.
Oíase el balar de las ovejas, tan dulce como su índole, tan suave como su vellón, tan triste como la víctima a la cual simboliza, el prolongado mugido de la vaca que llama a su cría, el zumbido monótono del abejorro tonto y torpe, volando en derecho de sus narices sin cuidarse de tropezar con las ajenas.
Entonces, como las ruedas rodaban sobre arena fina, Milady oyó un vasto mugido que reconoció por el ruido del mar que viene a romper sobre una costa escarpada.

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