Ejemplos con monesterio

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

De Fuente de Cantos parten carreteras hacia Bienvenida, Monesterio, Calzadilla de los Barros, Segura de León, Fregenal de la Sierra, Calera de León, Medina de las Torres, Llerena y Montemolín.
Finalmente, con parecer del conde mi pariente, y del de los religiosos, despues de quince dias que estuvimos escondidos en el monesterio, mi camarada en hábito de fraile con otro fraile se fué la vuelta de Aragon, con intencion de pasarse a Italia, y desde allí a Flándes, hasta ver en qué paraba el caso: yo quise dividir y apartar nuestra fortuna, y que no corriese nuestra suerte por una misma derrota: seguí otro camino diferente del suyo, y en hábito de mozo de fraile, a pié salí con un religioso que me dejó en Talavera, desde allí a aquí he venido solo y fuera de camino, hasta que anoche llegué a este encinar, donde me ha sucedido lo que habeis visto: y si pregunté por el camino de la Peña de Francia, fué por responder algo a lo que se me preguntaba, que en verdad que no sé dónde cae la Peña de Francia, puesto que sé que está mas arriba de Salamanca.
En fin, acordó de llevar a Camila a un monesterio, en quien era priora una su hermana.
Por cierto, hermano cabrero, que si yo me hallara posibilitado de poder comenzar alguna aventura, que luego luego me pusiera en camino porque vos la tuviérades buena, que yo sacara del monesterio, donde, sin duda alguna, debe de estar contra su voluntad, a Leandra, a pesar de la abadesa y de cuantos quisieran estorbarlo, y os la pusiera en vuestras manos, para que hiciérades della a toda vuestra voluntad y talante, guardando, pero, las leyes de la caballería, que mandan que a ninguna doncella se le sea fecho desaguisado alguno, aunque yo espero en Dios Nuestro Señor que no ha de poder tanto la fuerza de un encantador malicioso, que no pueda más la de otro encantador mejor intencionado, y para entonces os prometo mi favor y ayuda, como me obliga mi profesión, que no es otra si no es favorecer a los desvalidos y menesterosos.
El mismo día que pareció Leandra la despareció su padre de nuestros ojos, y la llevó a encerrar en un monesterio de una villa que está aquí cerca, esperando que el tiempo gaste alguna parte de la mala opinión en que su hija se puso.
Todo lo cual habían podido hacer bien a su salvo, por estar el monesterio en el campo, buen trecho fuera del pueblo.
Dijo que la quiso matar, y lo hiciera si de sus padres no fuera impedido, y que así, se salió de su casa, despechado y corrido, con determinación de vengarse con más comodidad, y que otro día supo como Luscinda había faltado de casa de sus padres, sin que nadie supiese decir dónde se había ido, y que, en resolución, al cabo de algunos meses vino a saber como estaba en un monesterio, con voluntad de quedarse en él toda la vida, si no la pudiese pasar con Cardenio, y que, así como lo supo, escogiendo para su compañía aquellos tres caballeros, vino al lugar donde estaba, a la cual no había querido hablar, temeroso que, en sabiendo que él estaba allí, había de haber más guarda en el monesterio, y así, aguardando un día a que la portería estuviese abierta, dejó a los dos a la guarda de la puerta, y él, con otro, habían entrado en el monesterio buscando a Luscinda, la cual hallaron en el claustro hablando con una monja, y, arrebatándola, sin darle lugar a otra cosa, se habían venido con ella a un lugar donde se acomodaron de aquello que hubieron menester para traella.
Es, pues, el caso que, pasando mi vida en tantas ocupaciones y en un encerramiento tal que al de un monesterio pudiera compararse, sin ser vista, a mi parecer, de otra persona alguna que de los criados de casa, porque los días que iba a misa era tan de mañana, y tan acompañada de mi madre y de otras criadas, y yo tan cubierta y recatada que apenas vían mis ojos más tierra de aquella donde ponía los pies, y, con todo esto, los del amor, o los de la ociosidad, por mejor decir, a quien los de lince no pueden igualarse, me vieron, puestos en la solicitud de don Fernando, que éste es el nombre del hijo menor del duque que os he contado.
Consintió Camila en ello, y, con la presteza que el caso pedía, la llevó Lotario y la dejó en el monesterio, y él, ansimesmo, se ausentó luego de la ciudad, sin dar parte a nadie de su ausencia.
Dícese que, aunque se vio viuda, no quiso salir del monesterio, ni, menos, hacer profesión de monja, hasta que, no de allí a muchos días, le vinieron nuevas que Lotario había muerto en una batalla que en aquel tiempo dio monsiur de Lautrec al Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba en el reino de Nápoles, donde había ido a parar el tarde arrepentido amigo, lo cual sabido por Camila, hizo profesión, y acabó en breves días la vida a las rigurosas manos de tristezas y melancolías.
Otro día dio aviso su amigo a los parientes de Anselmo de su muerte, los cuales ya sabían su desgracia, y el monesterio donde Camila estaba, casi en el término de acompañar a su esposo en aquel forzoso viaje, no por las nuevas del muerto esposo, mas por las que supo del ausente amigo.
La qual Leonor Estevan, con sus propios bienes, en el año mill e quinientos e quinze, prinçipio a edificar una casa e monesterio de monjas de la Sanctisima Trinidad, e las dos, madre e hija, se metieron en el, y a ydo creçiendo e aumentando la sancta casa, que al presente es un monesterio de monjas de muy sancta vida e que tiene mas de trenta monjas, entre las quales ay muchas nobles, en el qual monesterio feneçieron esta sierva de Dios y su hija con grande exemplo de vida que dieron.
:Y en esta çiudad ay una obra pía que dexo Ysabel Martinez de Gurrea, mujer que fue de Françisco Martinez del Corral, que vale quinze ducados de rrenta cada un año, para que dellos se den a cada una donzella de su linage, para ayuda a se casar, veynte ducados, y dexo el cargo de la dar e distribuyr a las monjas e convento del dicho monesterio de la Sanctissima Trinidad, en el qual monesterio se metio monja con todos sus bienes la dicha Ysabel Martinez de Gurrea, e acabo su vida en el serviçio de Nuestro Señor.
Y siendo esta casa hermita de señora Sancta Anna, que la prinçipio a fundar don Martin de Selva, dean que fue de la sancta yglesia de Cartagena, vinieron a ella los dichos frayles descalços françiscos, y esta çiudad e vezinos della, de limonstas la acabaron de obrar la dicha yglesia hermita, y ansymismo de limosnas an fecho la dicha çiudad e vezinos della estançias, çeldas e habitaçiones a do esta fecha al presente monesterio de dichos frayles, e sirven en el a Nuestro Señor e se sustentan de limosnas.
:E ay a un tiro de ballesta apartado de la çiudad, en sus arravales, hazia la parte de oriente, un monesterio de frayles descalços françiscos, en el qual ay de hordinario syete o ocho frayles.
:En la çiudad Villena ay un monesterio de monjas cerradas de la horden de la Sanctisima Trinidad, que seran daqui a trenta religiosas, el qual se prinçipio a fundar en el año mill e quinientos e quinze años, por una muger natural e vezina de esta çiudad que se llamava Leonor Estevan, la qual fue casada e vino en estado de biudez, e hallandose en este estado, con una hija suya que se llamava Juana Martinez, donzella, con sus propios bienes e industria e trabajo lo prinçipiaron a obrar e hizieron la yglesia y habitaçion e traxeron la rregla de la Horden e se metieron en dicha casa e monesterio, del qual al pressente es un devoto monesterio de rreligiosas de sancta e perfecta vida e fama, e de veras se sirve en el a nuestro señor Dios.
Avie un monesterio de Sant Peidro clamado.
:En la çiudad de Villena, don Martín de Selva, dean que fue de la Catedral de la sancta yglesia de Cartagena, prinçipio a obrar y edificar la yglesia hermita de la señora Sancta Anna, que al presente es monesterio de françiscos descalços.
Y son: uno, de don Juan de Guevara Otaço, y otro, de las Monjas e Monesterio de la Sanctissima Trinidad, y otro, llamado del Alcudia, es de capellania de Nuestra Señora de Graçia.
- Si fuese posible, recebiría gran merced que vuesa merced me la hiciese de despenarme, alzándome esta carcelería, porque, dejándome así, habiendo ya llegado a este rompimiento, será de nuevo entregarme al verdugo que me martirice, y si no, hagamos una cosa: enciérrese ella en un monesterio y yo en otro, partamos la hacienda, y desta suerte podremos vivir en paz y en servicio de Dios lo que nos queda de la vida.
Et estos libros están en el monesterio de los fraires predicadores que él fizo en Peñafiel.
Sant Migael de la Tumba es un grant monesterio,.

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