Ejemplos con mantos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El santuario está abierto todos los días si bien el Museo de los Mantos de la Virgen sólo abre en domingo.
Este templo también destaca por sus pinturas murales y en él se encuentra la imagen de Kali envuelta en ricos mantos y guirnaldas.
El agua puede permanecer bajo el subsuelo alojada en mantos acuíferos por miles y quizás millones de años.
La iconografía de sus mantos representaba mayoritariamente peces, felinos, pájaros, monos y perros, especialmente aquella raza oriuda, el perro sin pelo del Perú.
Las combinaciones e impresiones que causan sus colores en la manufactura de mantos son notables.
En ese sector examinó los mantos carboníferos y también encontró fósiles.
El altar mayor igualmente gótico en pequeñas torres y pedestales de armonía exquisita, todo en color dorado, nos muestra a los lados dos ángeles, cabello largo y rizado vestidos en tules blancos y azules que sostienen ciriales con lámparas: al centro está el sagrario en el que se guardan las sagrada reserva y copones con hostia consagrada, cubierto con unos mantos acordes al la liturgia del momento, por la misma dirección hacia arriba el santuario presenta cuatro nichos con las imágenes de: San Nicolás de Tolentino, la efigie soberna del Sagrado Corazón de Jesús en la parte más encumbrada, lado izquierdo la imagen de María en la advocación de nuestra señora de las nieves, sobrepuesto un crucifijo de regular tamaño en el espacio central entre el sagrario y el nicho del patrono del pueblo representa la imagen de Nuestro Señor de los Milagros decorado a la espalda con un sol brillante y unos ángeles ubicados paralelamente a cada lado con antorchas iluminan el ambiente sagrado.
Las administraciones locales poco avance le deparan y por ello la crisis de los mantos de bosque continúan su franco deterioro pronto serán camino, campos de parcela o desierto.
Presenta formas de Antíguos Mantos indígenas protegidos por vidrio y produciendo un efecto de realidad, pero al aproximarse a la obra reflejan el excelente trabajo hecho exclusivamente al óleo.
Al último período de su obra lo llamó Ameriformas: técnica vanguardista al óleo que lograba semejanza a los antiguos mantos tejidos de la cultura precolombina Paracas y a los Petroglifos encontrados en distintas cuevas.
De todas formas hay que destacar la colección de veintiún mantos para vestir la talla, que se pueden ver en el museo de la Virgen, las coronas de la Virgen y el Niño, modernas, que sustituyen a las robadas en la Guerra Civil, con siete quilos de peso: tres y medio de oro y el resto de plata.
Posee un gran ajuar que ha ido creciendo con el paso de los años, destacando así tres ternos bordados, dos mantos de procesión, un manto de camarín, tres coronas, e innumerable juego de escapularios y túnicas para el Niño Jesús.
Se cubrían del frío y de la lluvia con mantos o cobertores de piel o de zacate tejido y mantas tejidas con la fibras del maguey, y todo esto ellos lo cosían a guisa de aguja la espina de la penca del maguey.
Detrás del acceso, y a eje del frontón, se alza la base de esta y los dos tambores octogonales de la torre, rematada por un capitel de ocho mantos.
En particular, hay mantos de plumas.
Es de destacar el Camarín de la Virgen, revestido con manises valencianos de L'Alcora, del siglo XVIII, y el Museo de Mantos de la Virgen, que alberga en sus vitrinas un importante patrimonio artístico y cultural, de entre los que destacan los valiosos mantos de la Virgen de Gracia, siendo el más antiguo del siglo XVII.
La Virgen va vestida con un traje bordado en hilo de oro y posee además tres mantos que también están bordados.
Otro factor es el Abastecimiento de Agua al desarrollo para el cual se construyó un sistema de tubería que parte desde la ciudad de Morelia, recolectando principalmete agua de lluvia, llevando el vital líquido al desarrollo, dejando sin la recarga de mantos freáticos unas zonas de la ciudad.
En una parte de la Sierra de Guadalupe, en Cuautepec, se observan grandes tanques rojos, que en estos, se almacena el agua proveniente de los mantos acuiferos existentes en la Sierra de Guadalupe.
Estallaron más fuertes los sollozos bajo los mantos y los capuchones.
Salían suspiros de agonía de entre los espesos mantos, las rudas caras, encuadradas por el capuchón, contraíanse con crispaciones de dolor infantil, exhalando lamentos de pequeñuelo enfermo.
Vió con el pensamiento dos anillos tricolores, iguales a los redondeles que colorean los mantos volantes de las mariposas.
Así había sido doña Constanza, tal como aparecía en el lienzo, pelirrubia y con enormes ojos negros, guapetona, un poco llena de carnes, como conviene a una mujer acostumbrada a arrastrar mantos regios y que sólo por devoción accede a disfrazarse de campesina.
Las piedras preciosas extendían su gama de colores por pectorales, mitras y mantos de la Virgen.
Me parece que veo al sacerdote, venerable anciano de aspecto dulcísimo como San Vicente de Paul, que, seguido de los acólitos que vestían mantos nuevos y sobrepellices limpias, descendía, trayendo en una mano áureo copón, y en la otra la Forma Inmaculada.
Las mujeres van cubiertas de largos dominós o mantos negros: los hombres vestidos de media sociedad.
El lado novelesco y digno de atención de estos bailes lo constituyen ciertas modestas tapadas vestidas de negro, con largos mantos o anchurosos capuchones, que andan de acá para allá buscando a un marido más o menos infiel o a un amante más o menos afortunado.
Al volver que volvió Monipodio, entraron con él dos mozas, afeitados los rostros, llenos de color los labios y de albayalde los pechos, cubiertas con medios mantos de añascote, llenas de desenfado y desvergüenza: señales claras por donde en viéndolas Rinconete y Cortadillo conocieron que eran de la casa llana, y no se engañaron en nada, y así como entraron se fueron con los brazos abiertos la una a Chiquiznaque y la otra a Maniferro, que estos eran los nombres de los dos bravos, y el de Maniferro era porque traia una mano de hierro en lugar de otra que le habian cortado por justicia: ellos las abrazaron con grande regocijo, y les preguntaron si traian algo con que mojar la canal maestra.
El primero que entró en el campo y estacada fue el maestro de las ceremonias, que tanteó el campo, y le paseó todo, porque en él no hubiese algún engaño, ni cosa encubierta donde se tropezase y cayese, luego entraron las dueñas y se sentaron en sus asientos, cubiertas con los mantos hasta los ojos y aun hasta los pechos, con muestras de no pequeño sentimiento.

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