Ejemplos con lucido

Su presencia suele ser necesaria para mantener a su padre lucido y cuerdo.

Una cornisa separa este nicho de la planta superior, ocupada por una galería corrida con arcos de medio punto que se apoyan en columnitas toscanas con mensulillas decoradas en la clave, el antepecho tiene el abalaustrado realizado en hormigón lucido con mortero y pintura, recorre horizontalmente la fachada.

Todos estos ciclistas han lucido el maillot amarillo por primera vez en su carrera deportiva.

Actrices como Ava Gardner y Cyd Charisse han lucido sus vestidos.

Es la primera vez que Toph es mostrada en traje de baño y se puede apreciar con claridad que, a pesar de su corta edad, su cuerpo es más lucido que el de Katara.

Como instrumento simpático que lo suele acompañar en sus actuaciones -entre otros títeres-, ha diseñado el llamado saxo cloacal, por cierto una pintoresca herramienta que se complementa a la perfección con su lucido atuendo.

El municipio de Paula limita al norte con el territorio de Fuscaldo, al sur con San Lucido y al este con Montalto Uffugo y San Fili.

Uno de ellos, el del pedernal, con el lema: Con el ocio, lo lucido se desluce.

Destacó como anticuario y formó un lucido de antiguedades en un Museo en el Vaticano.

Su uso es reservado exclusivamente a los caballos, yeguas, capones y en algunos casos burros de freno y espuela, no pudiendo ser lucido por animales al bozal.

Con la , el calzado se mantiene fresco y lucido eternamente.

El padre de Rosalindo se había encontrado algunas veces con la Pacha-Mama en tardes de tempestad, describiendo a su hijo cómo eran la diosa y su consorte, así como el lucido y majestuoso aspecto de sus recuas.

No se desmentía en tan lucido ejemplar la raza del recio y fornido anciano, del padre que allí se estaba derecho, sin apartar de su hija los ojos.

Porque, la verdad sea dicha, aquel pueblo me encocora, aunque tiene sus ventajas Pero si las cosas llegan más allá, lucido quedo.

¿Que dijo el rey que te habías lucido? Sí, pues me acuerdo.

Lucigüela de mis pecados: ay, hija, ¡y qué bien pintamos las cosas para dejar a nuestra personita en el lugar más lucido! Misericordia, ¿eh? ¡yo te daré la misericordia! Has hecho mal, remal, en escribir esa cartita a hurtadillas de tu cónyuge, y no me sorprende que él se haya puesto hecho un dragón.

Todos convenían en que por su belleza y elegancia, por sus modales distinguidos, se apartaba mucho de las demás jóvenes del pueblo, y haría lucido papel en los salones más aristocráticos.

Cuando usted sabía que su amante iba a verla, y se quedaba con ella, no una sino muchas veces, ¿no sospechaba usted que los recuerdos del pasado, la seducción de esa mujer, casi nueva para él después de un largo abandono, lo habían de vencer una vez más sí, usted tuvo esa intuición, su doloroso silencio me lo dice ahora, pero ha callado usted por el amor que le tiene, porque comprende que si la justicia hubiera sabido que Zakunine amaba aún a la Condesa, que estaba celoso, la verdad habría lucido pronto y con gran brillo.

Enrique había lucido, en sentir de sus oyentes, una elocuencia conmovedora, pero jamás produjo tan honda impresión en los ánimos como la noche del Domingo de Resurrección.

¡Ay, mi pobre tienda! ¡Te has lucido, Eugenio! Sesenta años de honradez inquebrantable, llegar a una edad a que pocos llegan, y todo ¿para qué? Para ver desmoronarse en un día lo que tanto me costó de edificar.

Lo que es por esta vez, ¡se ha lucido! Pero no, él no se equivoca fácilmente.

La temperatura era grata y el paseo estaba muy lucido, como si aquella tarde se hubiesen citado allí las madrileñas más lindas y elegantes, al contrario de otros días, en que parece que se congregan las cursis y feas para amargarnos la vida, atormentarnos los ojos y hacernos dudar del Todopoderoso.

¡Te has lucido! ¡Campaña como esta! ¿Cuánto tiempo hace que estás en España? A poco más, año completo.

Lucido, lucido papel estoy haciendo.

Juan Prim qué lucido ha quedado con sus.

Vaya di que no me he lucido En fin, no se habla más de eso.

La primera chica que se casó fue la segunda, llamada Candelaria, y en honor de la verdad, no fue muy lucido aquel matrimonio.

La proximidad de la fiesta del Corpus animaba un tanto la soñolienta ciudad universitaria, y todas las tardes había lucido paseo bajo los árboles de la Alameda.

Estará de lo más lucido que en la Corte se haya visto.