Ejemplos con llantos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los llantos de los niños en la oscuridad, las voces de sus madres calmando o reprimiendo, las de los hombres alzadas por sobre las otras voces, todas mezcladas con los angustiados gemidos de los enfermos implorando socorro, y, por sobre todo, el rugido del viento y el aullido de la tempestad, hicieron una escena y sentimientos indescriptibles.
Entre sollozos y llantos, le relató lo acontecido con su hija.
Ordenaron, y establecían por ley, que de aquí adelante cuando quiera que alguno muere en Vizcaya no sea osado de hacer llanto alguno mesándose los cabellos, ni rasgándose la cara, ni descubriendo la cabeza, ni haga llantos cantando, ni tomen luto de marraga, so pena de mil maravedíes a cada uno que lo contrario hiciere por cada vez.
Entre llantos, los dos yacerían ante el cadáver de su hija, todavía sin poder creerse de que había muerto.
Según las versiones, podía estar vestida de colores negros o blancos, pero de todas maneras se relacionaba con gimoteos y llantos, que no estaban nada de lo que quería decir, o quizás nadie la comprendía por no querer escucharla.
Se decía que había tesoros escondidos en sus muros y que se oían llantos y gemidos procedentes de una de las habitaciones superiores.
El Refranero, por ejemplo, es un amplio repertorio de reflexiones misóginas que se han perpetuado por la vía del pareado gnómico: La mujer, la pierna quebrada y en casa, llantos no se han de creer / de viejo, niño y mujer, al papel y a la mujer / hasta el culo le has de ver.
Durante su infancia, sus llantos y gritos eran tan fuertes que debió tomar un bote un navegar alrededor del archipiélago japonés hasta que se calmara.
Un canto cálido a la patria, con el clarinéo épico de sus imágenes inflamadas de fervor, es la bella composición de sostenido aliento poético En este país de petrificados llantos.
Dirige e interpreta Los llantos de Dios de S.
Mientras tanto en la cabaña empiezan a suceder cosas extrañas, y el señor Nonan escucha llantos de niños y gritos de una mujer por la noche, además de sentir otras presencias en su casa, una de ellas la de su difunta esposa.
Como ejemplo destaca la importancia en el libro de los llantos y desmayos, que ocurren como una formalización del ánimo interior, creando así ese nuevo mundo.
Todo lo formal adquiere en este mundo ficticio un valor mucho mayor, como también los llantos o desmayos.
Sus llantos por haber dejado todo atrás son reemplazados por gritos, mientras que ambos comienzan a sentir el calor de las llamas.
Sandro se vestía y se movía a lo Elvis, y esos movimientos escénicos levantaron todo tipo de polémica y lo mantuvieron al borde de la censura, él imitaba los primeros tiempos de Elvis, lo que le valió el apodo de el Elvis criollo o el Elvis latino, terminando su show después de saltar de un lado hacia el otro y tirándose por el suelo sobre sus rodillas, con su rock le hacía mover el cuerpo a la gente a toda máquina, gritos, llantos, desmayos, contando con la admiración de la juventud de la época y con el horror de los tangueros.
El cura, en un rincón, rezaba con las mujeres, siendo cortadas sus oraciones por chillidos de angustia y llantos de niños, mientras en los tejados y la torre los escopeteros exploraban el horizonte, hasta que llegaba noticia de que las aves de rapiña del mar se habían alejado.
Sonaron gritos de mujer, llantos, súplicas desesperadas, ruido de lucha, pasos vacilantes, choques de cuerpos contra las paredes.
El ruso había percibido rumor de disputas, choque de puertas cerradas con violencia y los pasos del hombre, que se iba en plena noche, huyendo de los llantos femeniles.
La admiración que sentía por su padre y cierta solidaridad con los ejemplares fuertes de su sexo le hicieron tener en poco estos llantos.
Hablemos como hombres, sin exclamaciones y llantos.
Un llanto callado, el más sublime de todos los llantos, el llanto de la caridad, que cuando no remedia ni alivia consuela, llorando con el que llora, brotó entonces de sus ojos, y tan sólo al asegurarle una y mil veces que iría con sumo gusto al día siguiente a su casa, atrevióse a añadir con uno de esos brotes del corazón en que aparece la amistad tan santa y tan bella:.
Calló el niño, y no resonó un aplauso, sólo estalló un sollozo, un inmenso sollozo que pareció salir de mil pechos por una sola boca, arrastrando los encontrados afectos de amor, ternura, vergüenza, entusiasmo, piedad y arrepentimiento, que en aquellos corazones había despertado la cándida vocecita del niño A una señal del rector, lanzáronse todos los que en el estrado estaban en brazos de sus padres, estallando entonces una verdadera tempestad de besos, gritos, abrazos, bendiciones, llantos de alegría y gemidos de gozo.
Otras veces armábase la guerra por si la una se había puesto la ropa blanca de la otra o por si se habían robado objetos de su exclusiva pertenencia, pero una ráfaga de autoridad pasaba por la madre: había bofetadas, llantos y pataleos, las criadas reían en la cocina, y a la media hora todos tan contentos: Concha en el balcón, Amparo corría por la casa cantando como una alondra, y doña Manuela arrellanábase en su butaca con aire de soberana que acaba de administrar recta justicia.
, es decir, esperanzas convertidas en realidades, reflejos de aquella época que fué la juventud del autor, la mía, la de todos los que hoy van encaneciendo, sueños que, gracias al milagro de la imprenta y a la fantasía del narrador, jamás perderán su magia, muertos que vivirán siempre, artistas que conquistarán inextinguibles aplausos, sucesos idos que no pasarán nunca, retratos que no se borrarán jamás, frases, suspiros, notas, lineas, paises, aventuras, galanteos, puerilidades, llantos, risas, profecías, historias, toda un alma rica de ilusiones y de observación, de gloria y de sentimientos, toda una colección de años encerrados en un libro, siempre frescos y coloreados con su vigor primitivo, a la manera que el trasparente y bruñido cristal encierra en corto espacio olorosas y puras las mil flores cuyos gérmenes, esparcidos por el extenso llano, nacieron al beso del ardiente sol de un día de primavera.
Pasados los dos o tres primeros meses de lactancia, el genio de los niños se agria, y sus llantos y rabietas son frecuentes, porque empiezan los fenómenos precursores de la dentición a molestarles.
En fin, todo cuanto allí pasaban eran llantos y gemidos de los miserables despojados.
—Espérenme vuesas mercedes, señores mios, un poco, que yo haré que estos llantos se conviertan en risa, aunque a mí cueste la vida.
Déjanse de poner aquí los llantos de Sancho, sobrina y ama de don Quijote, los nuevos epitafios de su sepultura, aunque Sansón Carrasco le puso éste:.
Oyéronse en esto grandes alaridos y llantos, acompañados de profundos gemidos y angustiados sollozos, volví la cabeza, y vi por las paredes de cristal que por otra sala pasaba una procesión de dos hileras de hermosísimas doncellas, todas vestidas de luto, con turbantes blancos sobre las cabezas, al modo turquesco.
El ventero tornó a reforzar la voz, pidiendo favor a la Santa Hermandad: de modo que toda la venta era llantos, voces, gritos, confusiones, temores, sobresaltos, desgracias, cuchilladas, mojicones, palos, coces y efusión de sangre.

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