Ejemplos con llama

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¿Cómo se llama una mujer que vende carbón?.
Aquel coche en ,- están los diestros se llama.
¿Cómo se llama la tienda en donde se hace o se vende el pan?.
Se llama don Simón de los Peñascales, es de arraigo, como a usted le gustan los hombres, tiene treinta mil duros de renta, y además mucho talento.
¿Verdad que en este Madrid hace demasiado calor, y eso que estamos todavía en abril? Usted vendrá de sitio más fresco, don ¿cómo se llama usted?.
Y ahora se me representa en el recuerdo la imagen de Belarmino, zapatero filósofo, que vivía también en Rúa Ruera, tipo casi fabuloso, al cual pertenece precisamente la anterior teoría sobre las palabras: La mesa, decía, se llama mesa porque nos da la gana, lo mismo podía llamarse silla, y porque nos da la gana llamamos a la mesa y a la silla del mismo modo cuando las llamamos muebles, pero lo mismo podían llamarse casas, y porque nos da la gana llamamos a los muebles y a las casas del mismo modo cuando los llamamos cosas.
En rigor, amigos, lo que se llama amigos, por su parte no los tenía.
Cuando un hombre llama árbol a un árbol porque le ha oído llamar así, ese hombre no conoce el árbol ni sabe lo que dice, si conociese al árbol, lo hubiera creado él mismo, le hubiera dado un nuevo nombre.
¿Y qué es un sistema? Quizás lo que usted llama sistema no es lo que yo llamo sistema.
¿Y dicen ustedespreguntóque ese filósofo se llama Meo de Clerode?.
Tú que eres un sabio naturalista, ¿qué me dices de la virginidad de los insectos? ¿Qué me dices de la virginidad del ? ¿No se llama así?.
Por sabido se calla que este realismo no es la misma cosa que en las escuelas de filosofía se llama así, y que es precisamente el sistema más idealista de todos.
Don Simón, acrecentando en cada uno prodigiosamente su caudal, sin duda por aquello de dinero llama dinero , doña Juana, sudando placer y vanidades por todos los poros de su cuerpo, y Julieta transformándose en una arrogante moza, desesperación de imberbes, codiciada de talludos y obsequiada de todos.
El tal Mayorazgo, que así se le llama, es hombre algo bruto, pero muy pagado de que le mimen y le soben.
El señordijo don Celso continuando la interrumpida presentación a don Recaredoes nuestro candidato, persona ilustradísima y de gran arraigo, y se llama don Simón de los Peñascales.
¿Y cómo se llama su periódico de usted?.
¡El demonio no te llama Isabel! ¡El demonio te llama voz de mentira, cuervo de ingratitud, sierpe de hipocresía, brasa de lujuria!¡Sólo la santa de quien fuimos verdugos te llama Isabel! ¡Ay, para ella todos éramos sus hijos! ¡Pero Satanás no tiene en los labios el amor de aquella boca ya muda! ¡Isabel, tú para mi te llamas remordimiento, y esa bruja, bruja!.
Sereno, podría estarlo, pero tenía los ojos enrojecidos, brillaba en sus pupilas una chispa azulada é indecisa, semejante a la llama del alcohol, y su cara iba adquiriendo por momentos una palidez mate.
Oyó sordos crujidos como de cañas que estallan lamidas por la llama, y hasta vió danzar las chispas agarrándose como moscas de fuego a la cortina de cretona que cerraba el cuarto.
Ahora vivo la vida prosáica de quien no fía en humanos afectos, de quien llama las cosas por sus nombres, de quien sólo gusta de la poesía en teatros y academias, y no quiere que el mundo y la sociedad sean como los pintaban los novelistas de antaño, los soñadores lamartinianos, los grandes ingenios de la legión romántica.
¿Cómo se llama esta finca? ¿De quién es?repetí.
Por último, hizo una que se llama.

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