Ejemplos con ligera

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Siempre que Apolonio veía dos dándose de puñadas y revolcándose por el suelo, si se levantaba alguna polvareda, decía: Ha llegado el punto trágico, eso no es polvo blanco, son las divinidades violentas, envidiosas de la vida ligera de los hombres, diluidas en el aire fino.
Y luego, y es por lo que no paso, a esa ligera modificación la llamas deshonra ¡Qué exageración y qué absurdo! Mis antepasados poseían el derecho de pernada, y aquellas doncellas sobre las cuales ejercían el derecho lo tenían a mucha honra.
Quiero morirme con los sobre mi cabeza, y cuando el alma se escape de mis labios, que todas estas mariposas la lleven, revoloteando, más ligera al regazo de Dios Padre, que me crió Beatriz Valdedulla, y me sostuvo toda la vida Beatriz Valdedulla, y me aceptará en su eterna misericordia como Beatriz Valdedulla, porque ¿yo qué culpa tengo de ser Beatriz Valdedulla? Sólo con recordar estas palabras me conmuevo.
En el Áticame dijo aquel día de sobremesa don Amaranto, ostentando didácticamente un tenedor de peltre, al modo de férulase iba a buscar la sabiduría al mercado o bajo el pórtico de Júpiter Liberador, donde Sócrates, con palabra ligera y gesto sonriente, parteaba, como avezada comadrona, el alumbramiento de las ideas, al huerto umbrátil de Academo, donde Platón, de hombros anchos y labios melifluos, empollaba en las almas jóvenes los alados anhelos con que volasen de lo sensible a lo absoluto, en el Liceo, donde el seco Estagirita desmontaba en piezas la máquina del mundo, y mostraba sus relaciones, ensambladuras y modo de funcionar.
Hay en la antigua HESPERIA, más allá de los Pirineos, un hombre cuya fama ha atravesado ya el espacio que separa al mundo de los mortales del Olimpo, ligera cual rápida centella.
Yo ando como un azacán por el templo y los claustros, vigilándolo todo para que no se hagan trampas, pues aquí hay gente joven y ligera que no es de fiar.
Batiste, en medio de la tristeza que le infundía este vacío, experimentó una ligera satisfacción.
Ya se hacía poner sinapismos, ya dar fuertes fricciones, ya se aplicaba a la nariz cierta hierba, por cuya virtud provocaba una ligera emisión de sangre, ya se cubría la cabeza con un lienzo mojado en agua fría.
Antes de que doña Luz consintiese, su amiga, ligera como una corza, había salido en busca del diputado brigadier.
Alentada entonces doña Manolita con lo bien que su primera broma había sido tolerada, y tal vez agradecida como lisonja, en el fondo del alma de la hija del marqués, cayó en la tentación de aventurarse a dar otra broma bastante menos ligera.
Acisclo, pensaba doña Luz como su padre, y no guardaba al antiguo administrador la más ligera inquinia, porque se hubiese alzado con casi todo el caudal de sus mayores.
No tengo la cabeza para cuentas, pero he calculado a la ligera lo que debo a los corredores, y ni con la tienda ni con mis fincas tendré para pagar la mitad.
En la larga fila de vehículos estaba el antiguo faetón, balanceándose sobre sus muelles como una enorme caja fúnebre y encerrando en su acolchado interior toda una familia, incluso la nodriza, la ligera berlina, con sus ruedas rojas o amarillas, la carretela, como una góndola, meciéndose a la menor desigualdad del suelo, y la galerita indígena, transformación elegante de la tartana y símbolo de la pequeña burguesía, que, detenida en mitad de su metamorfosis social, tiene un pie en el pueblo, de donde procede, y otro en la aristocracia, hacia donde va.
¡Qué época aquélla!decía la joven con ligera sonrisa.
Las dos niñas recordaban la ligera sonrisa de las de López al examinar sus disfraces de calabresas.
Un día se fijó en que Manolita tenía unas hermosas mejillas de melocotón con ligera película, más fina que el terciopelo de a cuatro duros vara, otro, hizo la observación de que sus ojos eran ardientes ascuas , imagen del dominio común de todos los novelistas por él conocidos, una noche hasta llegó a pensar, revolviéndose en su menguada cama de dependiente, que la hija de don Manuel estaría admirablemente formada, a juzgar por su exterior escultural otra frase cien veces leída, y el resultado de estas y otras observaciones fue confesarse a sí mismo que era esclavo de Manolita y la amaría hasta la muerte.
Cogidos a sus bridas corrían los criados de los molineros, atletas de ligera alpargata, despechugados y con los brazos al aire, que, a la voz de ¡alto! , se colgaban de las cabezadas, haciendo parar en seco a las briosas bestias.
Entonces la joven sumergía las hojuelas en una solución de alumbre muy ligera, para fijar el color.
Tía Carmen había tenido calentura muy ligera.
No pienses que el término de nuestros amores se debe a todos esos embustes que corren en Villaverde, que trajeron hasta aquí las Castro Pérez, y de los cuales tú mismo me has hablado, no, Rodolfo: no soy injusta ni ligera.
Saludad a la ligera la y la cortina: tocad con el filo de los labios la taza en que tomáis el té y el vaso en que bebéis el agua, mirad con la misma indiferencia la chimenea que os y el baño que os refresca, no depositéis vuestra confianza ni en la carpeta en que escribís, ni en la caja de palo-santo donde guardáis la ceniza que se os va cayendo del corazón.
Ya en la cuarta misa, el caballero aquel, no sólo se distraía sino que perturbaba la devoción de los fieles, pasando delante de los altares, donde se decía misa, sin hacer la más ligera genuflexión ni reverencia.
Tengo en ella una fe absoluta, ciega, y ni la más ligera duda puede molestarme.
Levantose, con gran sorpresa de Encarnación, única persona que en la sala estaba, se peinó a la ligera y se puso su falda de merino oscuro, pañuelo de crespón negro, otro de color a la cabeza, mitones colorados, sus botas de caña clara, y Pero antes de salir dedicó un gran rato a su hijo, que habiendo despertado cuando la mamá se vestía, parecía declarar con sus chillidos que le cargaba la salidita.
Iba tan decidida, que no tuvo ni la más ligera vacilación.
Ni la más ligera alusión a los sucesos del año pasado.
A la Superiora se le escapó, sin poderlo remediar, una ligera sonrisilla, mas al punto volvió a poner cara de palo.
La opresión del epigastrio se le hizo más ligera, y se acabó de tranquilizar al oír esto:.
El tal era un chico simpático, buen mozo, alegre y de cabeza un tanto ligera.
Iban de él al balcón, del balcón a él, sosteniendo conversación picante y ligera, que indicaba, fuerza es decirlo, una especie de inocencia en medio de tanta frivolidad y despreocupación.

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