Ejemplos con libraco

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Si le pedía a Angustias que le diese el cosmos, la niña, por experiencia, ya sabía que le tenía que entregar aquel libraco, el cual, para ella, era tan lógico que se llamase cosmos como que se llamase diccionario.
La tierra es grande, y los hombres, para perpetuar su recuerdo en ella, llevan miles de años degollándose, inventando nuevas maneras de entenderse con los dioses o escribiendo en tablas, pergaminos y papeles para que su nombre quede con unas cuantas líneas en el libraco que llaman Historia Y la tal tierra es en el mar del espacio menos, mucho menos que el en medio del Océano, menos que un grano de carbón perdido en las tres mil toneladas de hulla que pasan por sus carboneras.
Estas palabras, dos charrasqueos muy briosos del abanico de Pilita, una mirada harto dura de Clara, y el arrojar Manolo su libraco sobre un velador, me dieron a entender en el acto que yo estaba allí de sobra.
-Caballeros: ¿no han pagado ustedes nunca contribución? ¿Y no han visto aquel libraco verde que tiene el recaudador, de donde va cortando recibos, dejando allí pegado un tocón o pezuelo, para que luego pueda comprobarse si tal o cual recibo es falso o no lo es?.
Apretó el pan en la tabla de la mesa, cortó enérgicamente una rebanada, se sirvió soda, no sin previamente lanzar un chorro contra el piso para limpiar la boquilla, y luego se inclinó para leer un libraco al costado de su plato, mientras masticaba una mezcla de carne, pan y patatas.
Al poco tiempo de iniciada, realizaron un hallaz-go importantísimo, cuando descubrieron en un libraco semidestruido por milenios de abandono, algunos textos que en un principio no lograban entender, pues hablaban de ciertas pinturas para el rostro y para las uñas, de anuncios y fórmulas inexplicables: Véase más hermosa.
Recibió usted mi libraco, pero no lo leyó, según dice, ni ha leído ninguna de mis obras, sólo algunos articulejos que, de niño, publiqué en El Solfeo.
-Señores, sostenga lo que quiera ese libraco, yo aseguro, bajo palabra de honor, que el diccionario que tengo en casa pone avena con h.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba