Ejemplos con libertina

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Es una libertina sexual que abusa de las drogas y para salir del mundo mediocre de sus padres, busca ayuda en su padrino Alberto Lombardo, quien la emplea en su restaurante.
La pornografía libertina era un comentario social subversivo dirigido a menudo contra la Iglesia Católica y las actitudes generales de represión sexual.
Su padrastro, descontento con la vida libertina que lleva, trata de distanciarle de los ambientes bohemios de París.
Los estudios más recientes han ido desterrando la idea que sobre el pintor se tenía desde antiguo sobre una vida libertina y un incorregible vicio por el alcohol.
A pesar de que se publicó clandestinamente y Sade siempre negara su autoría, fue Justine la principal causa para que se le encerrara de por vida en diferentes instituciones sanitarias acusado de demencia libertina.
A Sade se le diagnosticó para su ingreso demencia libertina y allí permanecerá recluido hasta el momento de su muerte.
Abu Nuwas fue forzado a huir a La Meca y luego a Egipto por un tiempo, después de escribir una elegía de alabanza a los Barmakíes, la poderosa familia de jerarcas ligada al califa, protectores de Abu y perseguida y asesinada por el califa de ese entonces,Harún al-Rashid de la dinastía abbasíA pesar del aprecio que suscitaba en la corte, no dejó de pasar alguna temporada en la cárcel como consecuencia de su vida libertina y de su afición al vino.
¿enamorarse de nuevo? ¿de una chica libertina, parrandera y muy linda con él a la que aceptó de mala gana? ¿metiéndose en pleitos y graves problemas por su inesperado cariño y amor por la chica?.
El héroe de la obra, Ukiyob , es un monje budista que aprende lo suficiente de la vida libertina, el juego y la búsqueda del placer para conseguir la iluminación mediante la guía de sus mayores.
El nuevo dueño del totem lleva una vida libertina en la que conquista mujeres en su club La Caldera y luego las despecha.
Gian Gastone asumió una importancia decisiva a los ojos de su padre Cosme III solo cuando estuvo claro que el matrimonio del primogénito Fernando con la princesa Violenta Beatriz de Baviera no tendría hijos: a la hostilidad de Fernando, declaradamente bisexual, hacia su mujer, se añadió la sífilis que Fernando contrajo con ocasión de una libertina tarde en Venecia y que le llevó a una prematura muerte.
Y lo peor es que con malicia instruí al enamorado y le aconsejé, dándole por norma las inicuas reglas que yo he ido sacando de la experiencia de mi vida libertina.
María de Regla poseía el único secreto de su vida libertina que le avergonzaba y hacía infeliz en medio de la grandeza y el boato de que ahora se veía rodeado.
A lo último, cuando, apoderado ya de la república, quitaba a muchos la vida, un hombre de condición libertina, que se creía ocultaba a uno de los proscriptos, y que, por tanto, había de ser precipitado, insultó a Sila, diciéndole que por largo tiempo habían habitado en la misma casa en cuartos arrendados, llevando él mismo el de arriba en dos mil sestercios, y Sila el de abajo en tres mil, de manera que la diferencia de fortunas entre uno y otro era la que correspondía a mil sestercios, que venían a hacer doscientas cincuenta dracmas áticas.
Yo exclamé: ¡No, por Alah! ¡Antes que casarme con una libertina de tu índole prefiero la muerte! Y ella dijo: ¡Oh Aziz, créeme! ¡Cásate conmigo, y así te desharás de la hija de Dalila la Taimada! Y yo pregunté: ¿Pero quién es esa hija de Dalila la Taimada? No conozco a nadie que se llame así.
Al oír estas palabras, el rey Schahriar exclamó: ¡Oh Schehrazada! ¡Qué lección de prudencia hay en ese cuento! ¡Si lo hubiera sabido antes, me habría guardado muy bien de poner una confianza sin límites en mi esposa, aquella libertina a quien maté con mis propias manos, y no hubiese creído en los miserables eunucos negros que ayudaron a la traidora!.
Ni siquiera había conseguido que lo calabaceasen en forma, pues María Isabel no ponía pie fuera de casa sino acompañada de su marido, ni su esclava se habría atrevido, por toda la plata del Potosí, a llevarla un billete o un mensaje, ni en su salón entraba gente libertina, de este o del otro sexo, que era el esposo hombre que vivía muy sobre aviso, y no economizaba cautela para alejar moros de la costa.
Porque precisados unos a dar la cuarta de sus frutos, y los de condición libertina la octava de cuanto poseían, clamaban contra él, y había sediciones y tumultos en casi toda la Italia.
Como quiera, él fue el último que al cabo de mucho tiempo, cuando fue enviado de procónsul a España contra Sertorio, empezó a darse en las cartas y en los edictos la denominación de Pompeyo Magno, porque ya no era odiosa, a causa de estar muy admitida en el uso, y más bien son de apreciar y admirar los antiguos Romanos, que condecoraban con estos títulos y sobrenombres no sólo los ilustres hechos de armas, sino también las acciones y virtudes políticas, habiendo sido el mismo pueblo el que dio a dos el nombre de Máximos, que quiere decir muy grande: a Valerio, por su reconciliación con el Senado, que estaba en oposición con él, y a Fabio Rulo, porque, ejerciendo la censura, a algu- nos ricos que siendo de condición libertina se habían hecho inscribir en el Senado los arrojó ignominiosamente de él.
En las subastas de las casas confiscadas se condujo con tal insolencia y despotismo, aun despachando en el tribunal, que más todavía que los despojos incomodaban las donaciones que de los bienes hacía, dando a mujeres bien parecidas, a tocadores de lira, a histriones y a lo más inmundo de la gente de condición libertina los campos de los pueblos enteros, las rentas de las ciudades y aun a algunos el matrimonio violento de mujeres casadas.

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