Ejemplos con levantadas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Las primeras quejas levantadas por el pueblo fuero precisamente las relacionadas con la conducta de los diputados del partido, quienes no hicieron nada ante la ya mencionada elevación de cargos de diputados para Santiago.
E desque llegaron estos mensageros con las cartas del rey libradas del Consejo a Sevilla, e Córdoba e otros logares, asosegóse el fecho, pero poco, ca las gentes estaban muy levantadas e non avían miedo de ninguno, e la cobdicia de robar los Judíos crecía cada dia.
Una vez llevada a cabo la fundación de Arequipa y levantadas las primeras viviendas, el primer alcalde nombrado para dirigir los destinos de la ciudad fue Juan de la Torre, quien recibía dos fanegas de tierra para fabricar su casa y las caballerizas.
Fue en Roma donde descubrió también las producciones teatrales espectaculares y las arquitecturas efímeras levantadas con ocasión de fiestas de ceremonias, en las que él mismo sobresaldrá.
En efecto ¿cuantos édificios públicos y particulares en que la decoración deviene poco necesaria, como cuarateles, hospitales, fábricas, mercados y otras construcciones económicas, levantadas en las ciudades para retiro de las gentes de guerra, alivio de pobres, facilidad de comercio o para alojamiento de ciudadanos destinados al trafico, las artes mecánicas, etc?.
Muchos de estos petróglifos fuero tapados por las estructuras levantadas en el momento de la construcvión del castro.
Estas primeras casas, surgieron como producto de una necesidad obligatoria de alojamiento para los conquistadores españoles e inmigrantes, por lo que fueron levantadas en la parte este del río Ozama las primeras viviendas, fundadas por el gran almirante y por su hermano Bartolomé Colón, aunque posteriormente fue trasladada a la parte oeste del río.
Está dividida en tres partes por medio de dos arcos de medio punto hechos con ladrillos, que conforman dos alcobas laterales levantadas un escalón con respecto al espacio central.
En esta localidad se pueden apreciar numerosos ejemplos de viviendas populares levantadas a lo largo de la Edad Moderna.
Se trata de una de las iglesias levantadas tras la reconquista en el siglo XIII, sobre una mezquita.
Son unas construcciones cuadrangulares entre siete y ocho metros de lado, levantadas en sitios estratégicos de retiro y con vistas que inspirasen al hermano carmelita a la meditación y la contemplación.
Atrás de este centro comercial se levantan las Torres de Limatambo, construcciones residenciales que fueron levantadas durante el gobierno de Fernando Belaúnde Terry.
Esas espectativas levantadas, no pudieron materializarse completamente en su época de madurez como atleta debido principalmente a las lesiones.
Las paredes de esta nave fueron levantadas por los pedreros Juan Joseph y Diego Rosas y las nuevas esquinas las labró el pedrero José de Zerpa.
Ninguna ficha puede salir del tablero hasta el final y no pueden ser rotadas ni levantadas.
Si llegaban los prusianos, ¿qué podían hacerles? Obedecerían sus órdenes sin intentar ninguna resistencia, y a un pueblo que obedece no es posible castigarlo Todo era preferible antes que perder unas viviendas levantadas por sus antepasados y de las que nunca habían salido.
Al frente de la expedición iba un sacerdote joven y elegante, un monseñor romano vestido de seda, y con él dos damas extranjeras y guapetonas, que se plantaban en los lugares más altos, teniendo sus faldas algo levantadas por miedo a las salamanquesas que serpenteaban en las ruinas.
Los dos esperaban con las barras levantadas por encima de la cabeza.
Era un sinapismo ambulante, que dejaba siempre al pasar algunas ampollas levantadas.
En pos de esa noble dignidad corren todas las almas levantadas, alto el pensamiento, alto el corazón: el estudiante que se afana por conquistarse digno puesto en la sociedad, el mercader que gasta en el trabajo los años mejores de la vida, el menestral que lucha por conseguir vida independiente.
Llegué yo y me lo encontré con las enaguas levantadas Gracias que no se le antojó hacerlo sobre el lo hizo en la coquera He tenido que cerrar la sala, porque me destrozaba todo.
Llevaba designio el arraez de despuntar la isla, y tomar abrigo en ella por la banda del norte, mas sucedióle al reves su pensamiento, porque el viento cargó con tanta furia, que todo lo que habíamos navegado en dos dias, en poco mas de catorce horas nos vimos a seis millas o siete de la propia isla de donde habíamos partido, y sin remedio alguno íbamos a embestir en ella, y no en alguna playa, sino en unas muy levantadas peñas que a la vista se nos ofrecian, amenazando de inevitable muerte nuestras vidas: vimos a nuestro lado la galeota de nuestra conserva, donde estaba Leonisa, y todos sus turcos y cautivos remeros haciendo fuerza con los remos para entretenerse y no dar en las peñas: lo mismo hicieron los de la nuestra con mas ventaja y esfuerzo a lo que pareció, que los de la otra, los cuales cansados del trabajo, y vencidos del teson del viento y de la tormenta, soltando los remos se abandonaron y se dejaron ir a vista de nuestros ojos a embestir en las peñas, donde dió la galeota tan grande golpe, que toda se hizo pedazos: comenzaba a cerrar la noche, y fué tamaña la grita de los que se perdian y el sobresalto de los que en nuestro bajel temian perderse, que ninguna cosa de las que nuestro arraez mandaba se entendia ni se hacia, solo se atendia a no dejar los remos de las manos, tomando por remedio volver la proa al viento y echar dos áncoras a la mar para entretener con esto algun tiempo la muerte que por cierta tenian, y aunque el miedo de morir era general en todos, en mí era muy al contrario, porque con la esperanza engañosa de ver en el otro mundo a la que habia tan poco que deste se habia apartado, cada punto que la galeota tardaba en anegarse o en embestir en las peñas, era para mí un siglo de mas penosa muerte: las levantadas olas que por encima del bajel y de mi cabeza pasaban, me hacian estar atento a ver si en ellas venia el cuerpo de la desdichada Leonisa.
Á todas estas razones jamas se levantó Cornelio del lugar donde le hallé sentado, ántes se estuvo quedo, mirándome como embelesado sin moverse: y a las levantadas voces con que le dije lo que has oido, se fué llegando la gente que por la huerta andaba, y se pusieron a escuchar otros mas improperios que a Cornelio le dije, el cual tomando ánimo con la gente que acudió, porque todos o los mas eran sus parientes, criados o allegados, dió muestras de levantarse, mas ántes que se pusiese en pié puse mano a mi espada y acometíle no solo a él, sino a todos cuantos allí estaban, pero apénas vió Leonisa relucir mi espada cuando le tomó un recio desmayo, cosa que me puso en mayor coraje y mayor despecho, y no te sabré decir, si los muchos que me acometieron atendian no mas de a defenderse, como quien se defiende de un loco furioso, o si fué mi buena suerte y diligencia, o el cielo que para mayores males queria guardarme, porque en efecto herí siete ú ocho de los que hallé mas a mano: a Cornelio le valió su buena diligencia, pues fué tanta la que puso en los piés huyendo, que se escapó de mis manos.
Parecieron, en esto, que por el patio venían, hasta seis dueñas en procesión, una tras otra, las cuatro con antojos, y todas levantadas las manos derechas en alto, con cuatro dedos de muñecas de fuera, para hacer las manos más largas, como ahora se usa.
Porque quiero que sepan vuestras mercedes que las señoras de Aragón, aunque son tan principales, no son tan puntuosas y levantadas como las señoras castellanas, con más llaneza tratan con las gentes.
Tenía las polainas levantadas hasta la mitad de la pierna, que, sin duda alguna, de blanco alabastro parecía.
Puestas y levantadas en alto las cortadoras espadas de los dos valerosos y enojados combatientes, no parecía sino que estaban amenazando al cielo, a la tierra y al abismo: tal era el denuedo y continente que tenían.
Estaba en el primero cartapacio, pintada muy al natural, la batalla de don Quijote con el vizcaíno, puestos en la mesma postura que la historia cuenta, levantadas las espadas, el uno cubierto de su rodela, el otro de la almohada, y la mula del vizcaíno tan al vivo, que estaba mostrando ser de alquiler a tiro de ballesta.
Guárdese, porque su autor es amigo mío, y por respeto de otras más heroicas y levantadas obras que ha escrito.

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