Ejemplos con juergas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Ese mismo año dio sus primeros pasos en el mundo del cortometraje, logrando su primer protagonista en uno, Inútil, en el que encarnó a Pedro, un estudiante que hacía trampas en los exámenes de la universidad y que a raíz de ser descubierto analiza sus malas relaciones con sus padres, sus problemas para acabar la carrera y las juergas con sus amigos.
Tenia más dinero del que podía gastar, a Jose Luis Manzzano le regaló una buena parte de los beneficios, la película fue a muchos festivales extranjeros, muchos viajes, muchas juergas, muchas drogas, mucho sexo.
Ahí se ofrecieron espectáculos teatrales, cine y de juergas, conocidas son las presentaciones del teatro de revistas de Daniel Vilches.
Las descripciones de sus juergas que, generalmente, transcurren en una taberna judía o cristiana por la noche, son de gran realismo.
Freakshow tuvo un buen recibimiento, Margeaux Watson de Entertainment Weekly la llamó desvergonzada y escribió, refiriéndose a la cantante, que no es ninguna sorpresa que alardee de su cariño por sus tardías juergas nocturnas y concluyó su revisión llamándola una de las esponjosas pistas bailables de Blackout, Bill Lamb de About.
Por su común afición a las juergas, siempre se han llevado bien.
Desde finales del siglo XIX hasta los años sesenta, el sector El Parque de Playa Ancha fue un lugar de juergas y de recreación.
Había trasladado cargamentos de chinos de Hong-Kong a San Francisco de California, montañas de trigo de Odessa a Barcelona, recordaba viajes a Australia, a la vela, por el cabo de Buena Esperanza, hacía memoria, con sonrisa pudorosa, de sus juergas de la Habana, en plena juventud, con ciertos marinos rumbosos como nababs y valientes y crueles lo mismo que los aventureros de otros siglos, los cuales, al bajar a tierra, gastaban en unas cuantas noches la ganancia de sus viajes desde las costas de África con la bodega abarrotada de negros.
Tendría que despedirse de las juergas, de las trasnochadas, de aquella dulce existencia que llevaba en la capital.
Nuestro aristócratas son borrachos, intemperantes, dilapidadores, amigos de juergas colosales, huelguistas eternos y muy jóvenes tienen tres o cuatro mujeres en vez de una, beben abundantemente en las fuentes imparcialescas y sin embargo no viven en la miseria.
De las juergas políticas, motines y carreritas con la Policía por las calles, se pasaba a las serenatas, a las ovaciones y a los vítores con la mayor facilidad.
El Corsario habia quedado meditabundo y oscuro, como lo era casi siempre, en su nave o en las juergas de La Tortuga.
Notábase por su habla andaluza con toda la afectación flamenca, propia de su vida callejera, tabernaria y disoluta, como hombre de juergas de bebía, de los de mechón en oreja y faca en cinto.
Sé cómo las gastas y no tengo humor para juergas.
Caña tras caña y cantar tras cantar, celebraba Lolo sus juergas con los individuos y las individuas de la tribu.
Hízose con hábiles trabajadores, puso a cada hijo un puñado de onzas en las manos para que se las buscasen con las bestias, puso a la niña un amuleto de corales para evitarle tentaciones, puso a su mujer -muerta a les pocos meses de tranquilidad- un hábito del Carmen y una caja con galones de oro, y diose al esparto, oficio en que era maestro, y al vino, culto en que resultaba, al empezar sus juergas, primer sacerdote, al concluirlas sacerdote exclusivo, por ser el único oficiante que sabía tenerse en pie.
Nos acercamos al momento contemplativo, de recogimiento absoluto y santo, después de las juergas corridas por Carnaval.
El complemento de las juergas eran las travesuras brutales, las apuestas desatinadas, la florescencia de pasajera locura en los cerebros.

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