Ejemplos con intercesor

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

De comienzos del siglo XIX, obra de Mauricio de Valdivielso y Benigno Moraza, es el Altar de las Ánimas con la Virgen, el Niño y un obispo intercesor, probablemente, San Prudencio.
Que ascendió al cielo y está hoy a la diestra del Padre como nuestro Intercesor.
Como santo patrón del Condado de Ribagorza, en un grabado del siglo XVI, impreso en Zaragoza, figura San Medardo Obispo, en el que se reconoce su valor como intercesor en tiempo de sequía para implorar las lluvias.
El Protestantismo considera a Jesús como el único redentor e intercesor entre Dios y los hombres.
Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo.
Este gran santo musulmán, conocido como al-Gawz, el intercesor divino, es uno de los más reputados maestros del sufismo oriental.
Y lo peor del caso era que cuando, a las cuatro de la tarde, volvió al Gran Hôtel rendido y desalentado por no haber podido enseñar más que a las dos terceras partes de la colonia española la babucha apócrifa de la cadina, encontróse con que la trágica historia tenía una segunda parte, interesantísima también, pero pía, devota, sentimental, romántica, en que cabía a su persona no sólo el papel del cronista, sino el de agente poderoso, de intercesor eficacísimo, de , que hubiera dicho Diógenes, en el bello final de aquel drama que comenzaba su acción en las barbas del Sultán e iba a terminarse bajo el manteo del padre Cifuentes.
La severidad del rector se deshizo entonces en una alegre carcajada, y una gritería inmensa acogió la proclamación del indulto, mientras las gorras subían por lo alto en alas del entusiasmo, y los reos perdonados y el intercesor generoso eran llevados en triunfo con cariñosa fraternidad.
Conjúrote, por lo que debes a tu bondad fidelísima, me seas buen intercesor con tu dueño, para que luego favorezca a esta humilísima y desdichadísima condesa.
Ello es que el rey estaba enojado con Demarato por semejante petición, y cuando se creía que no sería posible apaciguarlo, Temístocles, a quien se puso por intercesor, consiguió dejarle desimpresionado y amigo.
Y volviéndose al intercesor, añadió con sorna:.
Aun cuando así no fuera, es costumbre que todavía dura, pintar en los retablos de milagro la imagen del santo que lo hizo, como si se apareciese en el aire al devoto, sin que nadie pretenda por eso que la aparición fué real, sino que es la manera de indicar cual fué el intercesor.

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