Ejemplos con innumerables

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¡Y cuidado si los españoles de muchachos gozamos cuando nos es dado trabar amistad con algún asno, burro o pollino de los innumerables que en nuestra tierra hay y que llevan sobre sus lomos tantas cargas y son el consuelo y alivio de los pobres! Borriquitos de España, que con vuestro pasito corto andáis y reandáis nuestros caminos polvorientos y abrasados trayendo el agua de la fuente, llevando la ropa al río, la retama al horno, la comida a los segadores y a los mozos de las eras, cabalgadura sumisa de viejos, niños y mujeres, que aguantas ancas, hambre y malos tratos, sobre la que viajan cantando o durmiendo arrieros, gitanos y campesinos: borriquitos de España, alegres y trágicos, bien merecéis que os paguemos el bien que os debemos y el mal que os hacemos con un poco de amor y de piedad.
En todo caso, podremos aprovechar algún viejo par de guantes de los innumerables que poseo.
Anochedijo al fin don Gilléncomencé a contarle innumerables futesas, sin interés o de muy escaso interés.
Llegaron a la gran capital de la república francesa en una mañana nebulosa y turbia, y los asaltaron en la estación innumerables comisionados de las fondas, señalando cada cual al respectivo ómnibus, y pugnando por llevarse consigo a la gente.
Gozosa y atendida, veía Pilar una fiesta de las en el Casino constelado de innumerables mecheros de gas, en el aire tibio poblado con las armonías de la magnifica orquesta, en el salón de baile donde los amorcillos juguetones del techo se bañaban en el vaho dorado de las luces.
Profundo estremecimiento, precursor del invierno, atravesaba por la Naturaleza toda, y dijérase que antes de morir, quería vestirse sus más ricas galas: así la viña virgen tenía tan espléndido traje de púrpura, y el álamo blanco elevaba con tal coquetería el penacho de cándidos airones de su copa, así la coralina se adornaba con innumerables sartas y zarcillos de sangriento coral, y las cinias recorrían toda la escala de los colores vivos con sus festoneadas enaguas.
La noche era digna del día: en el cielo de aterciopelado azul centelleaban claras y vivas las estrellas, el gas de las innumerables tiendas con que Bayona explota la vanidad de los españoles pudientes y trashumantes, ponía a las obscuras manzanas de casas un collar de luz, y en los escaparates se lucían, con todos los tonos de la escala cromática, telas ricas, porcelanas y bronces caprichosos, opulentas joyas.
Deja el asunto, te lo suplico por tus innumerables queridos .
Era un jovencito de aspecto miserable, con los hábitos raídos, un cura de monjas de uno de los innumerables conventos de Toledo.
Tras de la muerte sólo existía la vida infinita de la materia, con sus innumerables combinaciones, pero el ser humano anulábase como la planta o la bestia irracional: caía en la nada al caer en la tumba.
Y mientras tanto, los innumerables conventos, dueños de más de la mitad del país y únicos poseedores de la riqueza, mostraban su caridad repartiendo la sopa a aquellos que aún tenían fuerzas para ir a buscarla, y fundando hospicios y hospitales, donde la gente moría de miseria, pero segura de entrar en el cielo.
El obrero de las fábricas, convertido por un progreso desviado y fatal en esclavo de la máquina, vive junto a ella como una rueda más, como un resorte de carne, luchando su cansancio físico con la musculatura de hierro que no se fatiga, embrutecido diariamente por la cadencia ensordecedora de los pistones y las ruedas, para darnos los innumerables productos de la industria que resultan indispensables en la vida de la civilización.
Los toledanos acudían a admirar, según costumbre tradicional, la escalinata cubierta de filas de apretadas luces, los legionarios romanos de alabastro apoyados en sus lanzas, y la cortina riquísima, de innumerables pliegues, que bajaba desde la bóveda hasta la plataforma del Monumento.
Ahí tengo en ese montón las nueve sinfonías del Hombre , sus innumerables sonatas, su misa, y con él a Haydn, a Mozart, a Mendelssohn, a todos los grandes tíos, en una palabra.
Junto a la puerta principal estaba el mostrador, mugriento y pegajoso, detrás de él, la triple fila de pequeños toneles, coronada por almenas de botellas conteniendo los diversos é innumerables líquidos del establecimiento.
Arriba, al final de la portada, abríase, como gigantesca flor cubierta de alambrado, el rosetón de colores que daba luz a la iglesia, y en la parte baja, en la base de las columnas adornadas con escudos de Aragón, la piedra estaba gastada, las aristas y los follajes borrosos por el frote de innumerables generaciones.
Aquello eran tierras: siempre verdes, con las entrañas incansables engendrando una cosecha tras otra, circulando el agua roja a todas horas como vivificante sangre por las innumerables acequias y regadoras que surcaban su superficie como una complicada red de venas y arterias, fecundas hasta alimentar familias enteras con cuadros que, por lo pequeños, parecían pañuelos de follaje.
Se extinguía a lo lejos, como agotado por las bifurcaciones innumerables de sendas y caminitos que daban entrada a las barracas.
En otras circunstancias, una enfermedad hubiese atraído inmediatamente innumerables visitas, pero ahora todos debían saber lo de la ruina, y de la casa que se derrumba todos huyen.
¿Cómo serían aquellos mundos? Y pensando en esto, recordaba confusamente la poca geografía aprendida en la escuela, las innumerables consejas que había oído relatar sobre la influencia de los astros sobre los hombres.
Y la vanidosa señora, para afirmarse en su resolución, buscaba ejemplos y recordaba lo que tantas veces había oído en las murmuraciones infames de las tertulias: los innumerables casos de señoras tan decentes como ella, bien consideradas por la sociedad, y que habían hecho sacrificios iguales para salvar el prestigio de sus casas.
Creía que una villa para el verano es el complemento de una familia distinguida que tiene coche, y en las tertulias, al dirigirse a sus amigas, llenábase la boca hablando de su lindo hotelito de Burjasot y de las innumerables comodidades que encerraba.
Algunos maderos estaban erizados de innumerables y pequeñas llamas, como si fuesen cañerías de gas.
Los dos, tiesos, majestuosos, dentro de estos trajes que, al través de innumerables reformas, venían subsistiendo desde su boda y sólo salían a luz en visitas de días o entierros.
Estaba al tanto de los progresos científicos, y sin pedantería ni vanidades, así, como quien no quiere la cosa, discurría como un sabio, de Filosofía y de ciencias físicas y naturales, dando innumerables muestras de su claro talento y de su copiosa erudición.
Alarcon, por consiguiente, figúrese el público si serán innumerables.
Yo creo, por el contrario, que son muchos más y muchos menos: es decir, yo creo que sólo tenemos un sentido—el tacto,—del cual son órganos o agentes, no sólo los cinco que trae el padre Ripalda, sino otros innumerables que no cita en su catecismo.
Lo repito: nuestros sentidos corporales, o sea nuestros sentidos secundarios, son hoy muchos, son innumerables.
¡Mucho más lo era el pasante! El antiguo sargento distinguíase, por el contrario, como hombre sensible y cariñoso, y recuerdo innumerables rasgos suyos de ternura.
Por aquí y por allí caían en el mismo instante hojas y más hojas inútiles, pero la mañana próxima había de alumbrar innumerables pimpollos, frescos y nuevos.

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